Violence

168 REPERTORIO AMERICANO José Eustacio Rivera o el tropicalismo en la literatura americana La Vorágine guera de que asciende.
alma teper de la muerA Eduardo Santos, que desde la columnas de El Tiempo de Bogotá, es un paladin con Por LUIS VELAZCO ARAGON tinental Colaboración Cuzco, Perú. 1936 troche de pujanza en las cuerdas de esa lira Con un fondo de descorazonada pesadumgigante. La mano del poeta no la plasma, sibre y de mortal tristeza acabo de leer esa epono la fuerza de la naturaleza toda. Fauna peya novelesca, con la cual de un tirón se y flor adquieren una potencialidad shakesganó fama y gloria José Eustacio Rivera pereana de resurrección. Todo se desenvuelsiento porque la muerte lo buscó en el seno ve con rotundidad de torrente en los sonede auridorada civilización pluto plutocrática, a tos.
quien la ruda violencia de su numen y de arte, lo respetó la traidora, cuando aún la hoA la vision objetiva corresponde la acción escultórica. Trabajase en bronce, mármol, ro.
cerebro prodigioso era una llamarada insofocable en llanuras, montes y rios.
ble o granito. Se nota el impulso de la mano Rivera es para mí un ejemplar paradiga través del escoplo o del cincel. Tierra de Promisión aventaja a El Alma de América de mático del escritor tropical. Ese fuego que Chocano. No solo hay facundia y don de imanima su prosa. relampagueanteese impeprovisación repentinista, como en el vate tu salvaje para trazar con su pluma la elaslimeño. El rapsoda aqui sabe sujetar el imticidad fulgurante de la zarpa o de la garra petu del Pegaso. Concluido el vuelo, sabe o el vuelo detonante del ala Esa doma de la metáfora que caracolea como sentarlo al caballo divino, porque sabe que los cuartos traseros hicieronse para ello. Cho un potro de huracanadas crines al viento.
cano lleva objetivismo sin trabas, sin sa Ese arte de tórrida pujanza y de virilizadora berlo manejar. Es conducido por su Pegaso, urdimbre, en la cual se estructura la luz del no es un domador como River Rivera. No es sol y el cabrillo de aguas que correa y un artista en la acepción del vocablo. La razón atorrentan: de donde pudo sacarlo Rivera es obvia. La selva de Chocano es un prosi no es del trópico? Alli en el maridaje de José Eustacio Rivera ducto imaginativo de su fantasia, a base de su numen con esa naturaleza estuvo el secrevisión cinematográfica de naturaleza. Ese to de su arte. Su visión lo mismo que sus escritor que por propio alarde de gesta ho gran panteista no no ha gozado selva sino nervios adquirieron la tensión de una arpa di.
mérica se clava el mismo como un nuevo el mapa, más que en la realidad. No tiene vina. En el cordaje bravio de Prometeo, en el corazón de las selvas para un alma de conquistador efectivo como Ricutió entonces la naturaleza con sus colores, darse al dolor ya a la justicia, para entregar vera. Chocano es virreynal, está más cerca con sus sonidos, con sus olores, con las sublimidades de la vida que crea y de del virrey Amat. Rivera de Carbajal, el Desus entrañas, y su sangre en forma de epopeva vivida? Repito. qué parentesco con e.
monio de los Andes, te que agosta y seca. Asi compenetrado con Gonzalo Pizarro, de sos otros que de la rean no conocen si Lope de Aguirre. Chocano le gustan los la vida, saturado de naturaleza tropical en no las sobras de un festin, los guantes para encajes al puño y la gorguera. Rivera, cada uno sus poros, como quieren estar un baile de salón, los perfumes baratos con guantelete de hierro y la tizona. Eso es todo.
con Dios los místicos y los neoplatónicos: Siendo América aver como hoy, tierra de José Eustacio Rivera se saturó de trópico y que quieren hacer la competencia a las muje.
lo fue de res. siquiera en el olor y en el afeite? Creen conquista.
anura, de montaña y de selva. Sólo a ese fué ayer para el león ibérico.
que la naturaleza y el hombre se pueden des como hoy lo es para el águila norteamericaprecio agigantó su arte, con una resonancubrir entre las cuatro paredes de una redacna. Qué de extrañarse es cia de infinito que lo refleja todo.
es que su arte sea tamción o de de motivo cuarto Mentira. Desde Zola a un Ya lo conquista He creo que no el aqui caso patente de un escritor a los realistas rusos del tipo de Gorki y Checonquista económica, porque el arte mericano y tropical que rompe todo molde, joff. la naturaleza y el hombre es sólo un aci. nuestro no es con todo para los yanquis lo que huye de las academias como de una pes cate de vida y de realidad sentida en las pro que el petróleo de México o el azúcar de te y en el primer árbol del camino ha ahorpias carnes, de lucha indomenada contra toCuba o las minas del Perú o Bolivia, un cado la erudición artículo de primera necesidad para los mer Este poeta es la negación de todo una codo lo que se nos pone al frente. He ali la virtualidad del arte de Rivera como tema. El se cados. Lo es de conquista para el hombre rriente del intelectualismo americano, aún de creto de fuerza para trasuntar ello es innato americano lo es de domeniarlo para a. Nues aquellos que leen a Rodó para aprenderle en él. Su individualidad creadora puede ad tro arte recién comienza a ser una revelación el secreto de su estilo e inquirir con avidez mirarse, pero no puede imitarse. Por eso ava después de haber sido, como nuestro propio de mujer de sociedad para los trapos, qué salla la elocuencia vital de su continente, una utopia. Hay que buscar con escritor está de moda en París para encargar audacia y valor ese oro para no derrocharlo su costurero literario un traje de Atleaman subyuga su virilidad que late con sangre a Arlequin torbellinada, con sangre que no se puede boen locuaz disimulo de arcabuces y espadas, coNi tampoco fué de los que creen que para rrar con nada. El arte del escritor colc mbia mo otra hora. Sinó con la resonancia de ha.
crear hay que cambiar el alma con los libros.
no es único en el continente.
ber descubierto un venero propio y original.
para quedar al final de cuentas, como el pa Rotundo señero como el nevado del ToTIT pagayo del apólogo de Rabindranath Tago lima, amplió de visión y de color como las re: un disocado de papeles por dentro con llanuras de Casanare, reconcentrada de amar.
Una revelación de América bajo este senbrillantes plumajes por fuera.
las tido trascendental es La Vorágine, novela selvas del Fue Rivera, como gura. espeso de dolor. como al dice de los gana Amazonas, intrincada y lujuriosa de rios y formidable en lo que late y se perfila, de dos por la violencia. Esa su violencia fue de caños. Asi en la prosa y también en el manera acabada, un mundo todavía no des.
en el la fuerza de su instinto. Como los granverso: una consustanciación de americano. crito por nadie en lengua castellana. Es el addes felinos tuvo por pluma una garra. qué na concreción telúrica, un árbol nativo, un venimiento de la Amazonia en nuestra litera.
entonces admirarse de las huellas de sangre cuarzo veteado de oro de montaña andina tura la que marca en ese libro. Si es verdad realidad que deja en la literatura ameri. un jaguar de moteada piel sedosa.
que dentro de la literatura brasilera de emicana de todo el continente. Si en vez de fle Es la misma mano que escultorizó en ccio nente contextura tropical Alberto Rangee.
tarse en un periódico o momificarse en un llo los sonetos de Tierra de Promisión, la el Infierno Verde y en Sombras de agua profesorado, él se fue con su quimeras al que ha estructurado, en el corazón de América había revelado la Amazonia y el Euclides de hombro y su winchester en la mano hacia la La Vorágine. Dos actitudes de una sola al Cunha. había estereotipado en su verbo flanaturaleza, a arrancarle violencia se ma dos facetas de un mismo temperamento mígero ese mundo de tragedia y de poema.
cretos, a raptarla como una mujer bajo sus En nuestra habla, la novela de Rivera, ha siII herculeos puños o a morir en la demanda.
do pendant a esas creaciones y según algunos ¿Qué parentesco espiritual puede tener este Suena una música barbara. Hay un de(Concluye en la página 172)
bien more será de por 150