Subversive

244 REPERTORIO AMERICANO del señor General Benavides satisface amplia.
mente las aspiraciones patrióticas y merece además, la más completa confianza y el respeto del elemento extvanjero, que coopera por eso animosa y confiadamente con el na.
cional en la obra de resurgimiento de la República Espero fundadamente, señor Editor, que asi como aceptó usted la colaboración del señor don Luis Alberto Sánchez en su semanario.
querrá usted, acordar gentilmente un espacio en las páginas del mismo semanario para esta carta Con sentimientos de mi mayor consideración, quedo su atento servidor.
Salvador Cavero Versos nuevos pero, vamos!
si tengo una hija.
que si que arrependisfrutan de la hospitalidad peruana, que dis a dia acrecen en número y variedad, merece más fe y crédito que la afirmación gratuita de agriados políticos.
Lamentablemente engañado está el Sr.
Sánchez si cree con sinceridad que los apristas son la fuerza decisiva en el pueblo peruano.
Los escrutinios en las últimas elecciones de muestran que de 200. 000 votos escrutados las fuerzas izquierdistas tuvieron un tercio contra dos tercios las derechas. esta proporción ha de ir creciendo en favor de los partidos del orden. medida que se descubran mejor los principios perniciosos del Apray se conozcan exactamente sus planes terroris tas, ya no sólo dirigidos contra sus oponen.
tes políticos, sino también contra sus propios afiliados que no dan debido cumplimiento a sus siniestras disposiciones: principios y planes que bieren y exasperan cada vez más el sentimiento público.
El caso del aprista Arévalo, a quien el articulista eleva la categoría de mártir, es bien simple. El Sr. Arévalo fué apresado en la ciudad de Trujillo, en el norte del Perú. Estuvo sindicado como instigador de una intensa propaganda revoluconaria en el norte de la República, y como el que impartió las órdenes para la ultimación del ex afiliado aprista Salomon Arancibia, tido se negó a cumplir una consigna de los apristas y se alistó entre los agentes de la ley del orden. En la casa donde se aprehendió a Arévalo se reunían los apristas y cra depósito de armas, bombas y municiones, destinadas usarse en el proyectado movimiento subversivo Arévalo era conducido a Lima para su juzgamiento por las inculpaciones que se le hi.
cieron. Viajaba de Trujillo a la Capital en un automóvil. en compañía de dos agentes del orden. En un cierto punto del trayecto el automóvil se detuvo para la reparación de un desperfecto. Aprovechando Arévalo que uno de los agentes ayudaba al choffeur atacó al otro y logró darse a la fuga. En vista de esto los vigilantes abrieron fuego sobre el prófu.
go y éste cayó herido y poco después murió ¿Qué imputación puede hacerse al Gobier.
no peruano por este hecho? En un caso se mejante no otra hubiera sido la actitud de la policía de cualquier otro país.
Creo que me he detenido demasiado rec.
tificando lo más saltante del artículo del sefor Sánchez, cuya actitud es ertamente muy antipatriótica y y odiosa No es como la política que siguen con la que los apristas loggarán triunfos para su causa. La amenaza, la prepotencia y el odio, eregidos en método de lucha, aspiran a ser mañana lo que ahora mismo son: piquetas para el derrumbamiento y la miseria Qué dicen los programas y qué las actitudes de quienes nos combaten? Aquéllos son la promesa. Estas la realidad. Los programas pintan lo que los hombres piensan que son. La con ducta denuncia lo que son de veras. El odio, la amenaza y la prepotencia, vistanse como se vistan, sólo buscan esclavos o cobardes.
Así se expresó un distinguido intelectual y diplomático condenando el arrebato incontrolado, la pasión que ciega, la rebeldía a la conciliación que todo arruina, que son de la cul.
pa de los apristas Para los buenos y honrados peruanos. a.
mantes de la justicia, del orden y de la paz, factores fundamentales para un integral y só.
lido desenvolvimiento nacional, el gobierno. Colaboración. Costa Rica y abril de 1937 BALADA DEL CAMPO y baile en el fango, Tarde del amanecer, como castañuelas la ametralladora Bajo el cantar alegre de la esquila bien ceñida al brazo.
se tienden los rebaños apizados Mi abuela, que pueda vahosos a sudor, sobre la hierba usar crinolina de raso, jugosa y húmeda.
Los gritos guturales de los peones mi madre, les marcan el camino que rece el rosario, con su tiza escarlata en el silencio, pero quedan las huellas de los cascos y un olor a boñiga florecido.
que no se desmaye tocando en el piano, ESTACIONES sino de cansancio, curando las rojas heridas Se enrolló mi sombra de los milicianos como un pergamino viejo, que así le sirva el sol estaba en el centro del cielo.
el tener pequenas Se hizo mi sombra tan larga blancas las manos.
como la de un Quijote seco, Pero me da miedo, el sol estaba recostado qué cosa! a mis años, sobre los cerros.
tener, allá, un nieto, El calor rebotaba como una goma que me diga abuelo, huyendo de los pañuelos, vos bailaste tangos el frio agarraba las narices Le daria un cachete con pinzas de hielo.
o un helado. Primavera, Verano De todas maneras, Otoño e Invierno: lirismos. al diablo!
Cuentos de niños para viejos!
GACETILLA PERDERSE El viento se ahorcó de un árbol Qué bueno es perderse!
florido del boulevar, en las alamedas de la mañana, las brisas en torno lloran con los dedos locos de rumbos con tristísimo llorar, y los ojos de pájaros, baja la luna en la lluvia Reirse sin educación en la cara y lo ayuda a embalsamar de la Rosa de los Vientos y las hojas también lloran y hallarse con la cabeza sin saber con quien jugar.
sucia de miedos, El viento se ahorco de un árbol señalando direcciones, florido del boulevar!
fumando en un cómodo butacen!
QUE COSA!
NEGRO EN AMERICA Lirismo: Negro de pómulos al diablo!
como ciruelas amores, suspiros de labios blancos celajes y pájaros, y de cabellos como algas negras.
sólo son cadáveres Negro: hijo blanco nacido negro, como Heine o Bécquer, un torso negro me dice a gritos Campoamor o Byron.
que mi alma es negra, Sin que quepa duda porque los quiero los tiempos pasaron, cuando en la noche de las Antillas y ya no nos sirven los hacen bestias lo: viejos pingajos, los hijos negros nacidos blancos.
tenidos de un rojo que han hecho al trópico sangrar auroras.
de llantos.
Porque los quiero Mi abuelo que pueda cuando se tuercen y se dislocan bailar los minutos, en escenarios de gran ralea.
crin de los años.
fingiendo danzas mi padre, que son tragedias pero, vamos!
los senos de ella, los muslos de él, decir sonatinas como caoba sudando fuerza.
que si tengo un hijo Negros que ha siglos, me resulte bravo.
como hombres hombres que cante en voz ronca gastaban noches