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380 REPERTORIO AMERICANO modestia, de amo.
a pro.
las heroinas recuerdo de Virginia, la muerta adorada, y ante la estrella vespertina que se levantaba sobre su sepulcro, crea su poema Ulalume, y José Asunción Silva, sin esperanza ni alegría después de la muerte de su hermana Elvira, en medio de una Naturaleza en due lo, bajo la luz pálida de la luna llena, que proyectaba el misterio de una una sombra, oyendo los ladridos de de los perros y el chirrido de las ramas, escribe su Nocturno. Lo que me dice en su carta deljel7, que muchas veces he leído (escribe Isaacsar Silva el 21 de ene ro, 1891, días después de la muerte de El vira. produce en mi en mi ánimo indefinible im.
presión. Lo que en ella dice del dolor que le tortura, los recuerdos que evoca y acari.
cila como para matarse, su ternura para la muerta adorada y casi divina, me quebrantan el corazón (Fragmento de una carta inédita. Una profunda pasión fue siempre la can.
tera viva de donde los más inspirados ar.
tistas extrajeron con dolor sus obras radian.
tes de divina belleza.
Cuncuna poesias de Leyendo vino la guerra que cubren SOS. Qué grata noticia me da usted. Conque se vivida y escrita con lágrimas: Entonces yo casa? y con una preciosa niña que será una amaba, dice el poeta en otra carta Cuan.
rosa de Alejandría, una muchacha de esas do se estaba haciendo la primera edición de que sólo se dan en nuestra tierra. Le doy ese librito en Bogotá. 1867) me fué pelos parabienes a usted, y se los doy a ella, nosa la corrección de las pruebas en los úl aunque, por mal entendida se los timos capítulos. Si apurado por los impre guarde. Usted no ha oído hablar de amo.
sores me contraía en seguida y sólo res. No? Soy, cuando de eso se trata en saica y enojosa tarea, lágrimas importunas confianza, un mirlo en en una mañana azul me nublaban los ojos. semejanza de diciembre. Vaya! Yo era un niño cuan.
das oinas del amor: Beatriz, Laura.
do me enamoré. Mi novia era una muchachi La hija de Atenas, María tuvo existencia de catorce años, fresca como los claveles real. y en prueba, además de los documentos del Paraíso, y tímida como una recitados, ahí están las de Isaacs: Ten cién aprisionada. Yo era todo corazón y piedad de mí, Las flores de la hija de Ca.
así moriré) y ese corazón era todo, todo de ro, etc. y las páginas postreras de su vida.
ella. Aquella mujer tan pura amorosa ere a María y La luna en la velada, mi sueño de todas horas, mi sueño de los escritas en Ibagué en 1895, y que fueron 18 años, vivo, encarnado por un milagro. triste canto del cisne que va a morir: Un Después (1860. Los rayo de luna avanza temeroso en medio de desastres de intereses de mi familia, por la la oscuridad de mi estancia ¡Qué de ma muerte de mi padre, desastres que pude evi ternales besos e infantiles alegrías trae a mi tar si me hubieran ayudado mis hermanos, memoria! Recuerdos de un adiós y un últime dejaron sin camino y sin porvenir. Tomé la primera senda enmarañada que se premo beso, humedecido por el llanto de unos ojos que por mi sento. En 1864 dijeron en Bogotá que yo mi tánto han llorado, y que hablan a era poeta. Un año cruel pasé después en los a mi corazón de de una tumba solita desiertos del Dagua. Dos años ausente en ria y sin sombra, en medo de una llanura aromos y zarza seguida, de julio del 66 a junio del 68. No habiéndose publicado hasta hoy un hora hace quince meses estoy aquí US documento que pruebe lo contrario, no hay ted habrá dicho a su novia que yo lo quie. derecho para negar lo que el poeta consaro mucho, y por eso me estimará ella; así gró en su obra y afirmó muchas veces des tiene que suceder, y me lisonjeo por ello.
pués hasta el fin de su vida.
Dígale mis cariñosas finezas en nombre mío: En las haciendas de los Isaacs, La Manue.
y cuando sean felices, acuérdense un instan.
lita, La Rita, de 1848 a 1855, año en que te de mí. La Felicidad acaba por amar a a el Paraíso les pertenecía aunque fuera por quellos a quienes aman los que son dichotres años para el amor un minuto basta)
viv o una muchachita que en 1855, cuando sin transcribir las cartas del poeta al Isaacs tenía 18 años, contaba 14. Con esa pintor Dorronsoro y las confesiones de dos realidad amorosa en el corazón, y en la menantiguos trabajadores en las haciendas de los te el recuerdo melan melancólico del Isaacs, sobrevivientes de aquella lejana épo Valle del del Cauca, entre las rocas dantescas ca, que en tiempos y lugares distintos, e in. del Dagua iluminadas por las tormentas del terrogados por petsonas honorables distin. Pacífico, la inteligencia genial de Jorge Isaacs tas, contestaron fieles y puntuales en el hecho. creó inconsciente y con dolor su obra in mortal. Así también Edgard Poe, paseándoyor veracidad a sus ingenuas y desinteresa se bajo los grandes árboles que aún se ven das reminiscencias. Menos fuerza, en el ale. hoy en Fordham. cerca de su cabaña, con gato del doctor Tascón, tiene la entrevista de un periodista de Guayaquil con la priora del convento de Machachí, hermana de Isaacs, porque desde los más AHORRAR pos, inclusive los evangélicos, los extraordinarios casi nunca fueron grandes es condición sine qua non de para sus conterráneos, ni para sus y el doctor Tascón tiene las pruebas recienuna vida disciplinada tes de esta rara debilidad de la naturaleza humana. Al único bugueño a quien causó disDISCIPLINA gusto. que hizo público ese día) el home es la más firme base del naje que rendimos en Buga Luciano Rive buen éxito ra Garrido el ocho de diciembre del año pa sado, fué a un pariente muy cercano del es LA SECCION DE AHORROS critor, y en las fiestas centenarias de Isaacs, que acaban de pasar. la sola voz discordante DEL que se oyó en el Valle fué la de un sobrino del poeta que le negó paternidad de su obra. es sabido, para citar casos nuestros que al llegar a Caracas, en Enero de 1825.
la noticia de la victoria de Ayacucho, los caraqueños y los cumanenses se santiguaban exclamando: Cómo serán esos españoles del Perú cuando Antoñito Sucre les gana bata(el más antiguo del país)
llas!
Los que piensan que María es una fic está a la orden para que Ud.
ción olvidan que si hay algo que no puede realice ese sano propósito: fingirse es el amor sincero, la pasión pura.
María es verdad, porque todo alli armoniza AHORRAR con la realidad, porque conmueve hasta las más hondas fibras del corazón, porque fue maravilloso EL NUDO DEL HAZ Cabe bien aqui para nuestras instituciones, la misma reflexión que para nuestras ideas, respecto de la Grecia originaria. Todas, hasta las del más avanzado socialismo, como la famosa ley neozelandesa de limitación de la fortuna privada, tuvieron origen alli. En Gre.
cia, la ley en cuestión era espartana, según Po.
libio. Aristoteles preconiza en su Politica la mediocridad de las fortunas como salvaguardia del Estado contra las tiranías, y mencio na el hecho de que en las antiguas leyes de mitaba la posesión de la tierra por los parti la mayor parte de las ciudades griegas, se li.
culares. Los atenienses, en el siglo v, tenían el juicio por jurados. La libertad de palabra era tal, que en su comedia Los Pájaros Aristófanes ridiculizaba a los dioses, con una verdadera anticipación de nuestro Orphée aux Enferes: así como Platón ponía en comedia opositora al caudillo prepotente del momento, Cleon, por medio de una pieza hoy perdida: el Cleophon.
El feminismo estaba a la orden del dia por aquel mismo tiempo, como lo prueban las sátiras también aristofánicas de las Tesmo forias y de La Asamblea de las mujeres, que por cierto parece un título de Moliere. Las especulaciones sociales llegaban hasta proponer la fundación experimentad de ciudades comunistas. El Estado ateniense socorria con dos óbolos diarios a los ciudadanos sin recursos: ley propuesta, sea dicho de paso, por Cleon. sistema socrático era un verdadero socialismo de Estado. No olvide que sos tengo la utilidad de los estudios de mitolo gía, porque las ideas y las instituciones grie.
gas en ella inspiradas, han determinado nues.
tra civilización. Repito que la intelectuali dad griega representa el nudo del haz cuya dis.
persión nos confunde al ser nosotros el extremo opuesto (De Lugones en su libro Prometeo. Un proscripto del Sol. Buenos Aires. 1910. tiemlos hombres parientes.
Banco Anglo Costarricense (1) No conocía este documento cuando en 1930. en mi ensayo sobre José Asunción Silva, publicado en Cromos, insinúe apenas algo acorde con lo que el mismo Silva confesaba a su amigo intimo Jorge Isaacs pocos días después de la muerte de Elvira. Sobra agregar que las más acres censuras llovieron entonces sobre el siero pre osado escritor. Nota de