Cortesismo

REPERTORIO AMERICANO 335 Poemas del hombre que hubiera sido mío Por NINFA SANTOS Envio de la autora. México, 11 novbre, de 1937 Hombre que hubiera amado y que tal vez me hubiera amado, contéstame. Por qué no tomaste mi vida aquella noche?
Se te ofrecia trémula. Se acurrucó en tus manos y las dejuste abiertas. Palmas suaves y recias donde pudieron esconderse mis sueños, florecer mis deseos y acunarse mis penas.
Hombre de hilitos blancos en las sienes, vo hubiera sido una buena compañera en tu vida. veces ruidosamente alegre y a veces, también, un poco triste.
Muchacha de trabajo y de combate por la más alta idea inuestra idea. contigo hubiera ido a la muerte o al triunfo.
Hombre que hubieras sido mío, contéstame. Por qué no tomaste mi vida aquella noche?
él y yo?
Pregunto a la ventana donde se asomo. qué miramos esa noche él y yo?
Pregunto a los libros que hojeó: qué leímos esa noche él y yo?
Pregunto a mi frente que beso. qué sentimos esa noche él y yo? la silla pequeña en que se sento, y la alta tentana donde se asomo, los libros amados que hojeó.
y la frente angustiada que beso me responder a un tiempo: el Amor II IV Hombre del sueño mío encontrado una noche de verano y perdido otra noche de ese mismo verano.
Ojos del hombre de mi sueño, claros.
Ternura ensueño, luna. Hambre de un corazón donde esconder el fardo de los dolores viejos, los guardados temores, los anhelos extraños, fuiste tú el más ardiente momento de mi vida, quizá el definitivo, que sólo una vez pasa.
Era el momento nuestro el nuestro. y lo perdimos.
Era nuestro momento y apretamos las manos.
Era el instante único el deseo vencimos, y cerramos los ojos y escondimos los labios. ahora nada, nada, óyelo bien, ya nada: ya nunca, argustia mia, nada podrá juntarnos.
u Hombre del seño mío, has partido muy lejos, acaso a la muerte.
Por la ventana abierta que dejaste en mi vida, sueño y sigo tu ruta, viajero amado. En qué puerto te encuentras, bajo qué cielo, corriendo qué peligros, callando qué palabras?
Sé que te has ido para siempre, que no volverás nunca, y sin embargo, por las tardes, miro el cielo y te espero. veces me acuerdo de la pipa que dejaste perdida aquella noche y quisiera buscarla. Veo la sillita baja.
Miro las copas altas donde bebimos juntos manzanilla.
La botella vacía, en la que he escrito, separadas por un guión, dos fe chas.
Aquel libro de versos que leímos. debido a mi ignorancia geográfica, tomo un mapc y te sigo, calculando distancias.
III Pregunto a la silla pequeña en que se sento. qué conversamos esa noche SE TRATA DE FRAY SERVANDO TERESA DE MIER inspira.
Suma del poder púA Burdeos llegó el pobre teólogo a pie, en compañía de unos zapateros españoles, desertores de los ejércitos. Allí se hizo amigo de Simón Rodriguez, el maestro de uno de los hombres universales que han naci do en América, el maestro de Simón Bolívar. Mis zapateros comenzaron inmediatamente a trabajar dice Mier y ganaban dinero como tierra, mientras que yo, lleno de Teologia, moria de hambre y envidia. aquí esta reflexión en que se nota el regusto de Rousseau. Entonces conoci cetán bien hicieran los padres en dar a sus hijos, aunque fuesen nobilísimos, algún oficio en su niñez, especialmente uno tan fácil y tan necesario en todo el mundo. Esto seria proveerlos de pan en todos los accidentes de la vida. De Alfonso Reyes, en Los vísperas de España. Edicns. Sur. Buenos Aires, 1937. Cid llorase con físico y copioso llanto al a los gobernantes en los casos en que los ro alejarse, para siempre, de su casería natal. manos creaban un dictador temporal. En InLas lágrimas las han desacreditado el his glaterra llamábase suspensión del habeas corterismo y la astucia de las mujeres, pero éstas pus, por alusión al acta acordada a los comuque tan fuertemientre de los sos oios brotaban, nes. Apellidanla voto de confianza en España, constituyen fisiologia de varon que no debe por la conciencia que el gobierno tiene de la ocultarlas, ni avergonzarse por ellas, porque desconfianza que la pudorosa hombria reside en el desprecio de blico, llamóla el sagacísimo Rosas, por no ser afeminados gestos o declamatorios melindres, gente muy ducha en sumar su gobernados, que y no en lacrimal continencia.
han dejado incluir en las partidas cedidas, el Lloró en efecto el Cid, y es bueno que se derecho de no quitarle jamás la suma misma.
sepa, pues un hombre para que adquiera ple En Francia, Chile y otros países llámasele estanitud de alma, es necesario que llore alguna do de sitio, para significar con la palabra misma, vez. No de otro modo se explica que Jesús llorase en el Huerto de los olivos. Sin ese que la ciudad, departamento, o nación, serán en llanto no se habría humanizado del todo el un momento dado, regidos por las leyes ordidivino Maestro. qué coincidencia tan honnarias con que son regidas las plazas sitiadas.
rosa pare la Madre Patria: haber llorado su En Montevideo, no satisfechos con ninguna héroe, como Cristo, por la misma causa de de aquellas clasificaciones de la cosa mala destierro!
que todos apetecen, dejóse a un lado el declarar el pueblo en asamblea, y se la llamó suspensión (De Leónidas Vidal Peña, en Medita de las garantías.
ciones del Cid, Buenos Aires, 1937. Palabras de Sarmiento en enero de 1846.
NOMBRES DISTINTOS PARA EL MISDe Viajes, tomo de sus Obras. Santiago MO COLLAR de Chile, 1886)
La lengua castellana es muy púdica, y no acierta a nom las cosas feas sino con petifrasis o alusiones, y creo que esto explica Con don Vicente Alemán, en Tela diversidad de nombres que se da en todas gucigalpa, consigue la suscrición a la constituciones a la arbitriedad acordada este semanario.
QUE LLORE ALGUNA VEZ Parecerá extraño que el primer verso sobreviviente del poema certifique, en forma pleonástica, que un héroe tan másculo como el