CommunismJosé Carlos MariáteguiMarxMarxism

REPERTORIO AMERICANO EDITOR GARCIA MONGE CORREOS: LETRA EN COSTA RICA Suserición Mensual: 00 EXTERIOR EL SEMESTRE: 53. 00 EL ANO: 00 Oro Am.
SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo es la única propiedad plena del hombre y tesoro común que a lodos igualo, por lo que para lo dicha de la persona y la calma público, no se ha de ceder, ni fior a otro, ni hipotecar jamás. José Martí.
GIRO BANCARIO SOBRE NUEVA YORK Meditación del impedido He de seguir imaginándome a Mariátegui en su coche de paralítico, aquella tribuna rodante que pudo ser la burla plástica de su vida, pero que fue el handicap de su espíritu a una materia demasiado castigada demasiado castigadora que iba anticipando, con avara celeridad, su desmoronamiento.
Por FRANCISCO ICH ASO De Sech. Santiago de Chile junio de 1937. En el 70 ansersario de la muerte de Mariátegui Mariátegui y su coche ese coche que remontó el Ande y viajó por todos los caminos de Amé rica, batiendo records de kilometraje y velocidad. Ese coche que dejó atrás el Rolls y el Puckard del gamonal y el tirano y ha de aparecerse todavía, entre las nieblas de la sierra, como el carro de un nuevo profeta que dirá a la América las verdades que cercenó su marcha su ¿Quién recogerá la herencia de este coche que aprendió a transi.
tar contra el tránsito, en sentido opuesto al que apunta el indice manchado del déspota. Habrá quién siga remontando los cursos of kiales de la política americana en el coche de Mariátegui?
José Carlos Mariátegui Invito a la meditación de Ma(Por Julia Codesido)
riátegui y su coche. Meditación tranquila, sin gratuíto desasosie Resolución heroica. por ello sin embargo, el panfleto ni la Entre una muchachada ansiosa, go. Meditación del impedido.
serena. Asistida de esa firmeza de proclama incendiaria. Su pasión pero desorientada, que se atropelos espíritus que saben su misión. a diferencia de la de Unamuno. llaba para no ir a parte alguna.
Sublimidad de esta limitación! así no fué Mariátegui ese a con quien tuvo su espíritu algu Mariátegui guió serenamente Mariátegui, inmóvil en su coche, mericano más de los gestos espo nos puntos de contacto, a cambio coche, uno de los pocos vehículos conoció, con lucidez dolorosa, el rádicos y los desahogos circuns de numerosas diferencias se tra del pensamiento político americaverdadero valor del movimiento. tanciales, del epifonema estéril y el dujo siempre en un celo fervien no que sabía a dónde ir y por dón.
Parejamente el drama de su pará afeminado lamento. Fue el hom te por sus ideas, en el arran de ir.
lisis le enseñó, con la dura lec bre de la organización mental, de que lirico ni en la confesión sención de la necesidad, lo inútil del las soluciones numéricas, de la es timental. Dejó su pensamiento Mariátegui, apresurándose lenademán y el aspaviento sin mo trategh revolucionaria. No llevó desnudo, como el maquinista que tamente en su coche de paralititivo. La vida no pudo brindarle a su obra el drama íntimo de su desarbola su motor para que pue. co. no es acaso el símbolo de una esa voluptuosidad primaria de vida. Sabía que el drama y más da apreciarse la solidez de la es nueva América que vencerá no desperezo y el cómodo cambiar en América casi siempre es tea tructura y la exactitud del meca por el impulso ciego ni el movide postura. El cuerpo le 35 la el caso peruanoel caso americatro y ruta de Narciso. Examinó nismo.
miento improvisado, sino por el el espíritu le hizo ver Mariátegui expuso sus ideas avance tenaz y progresivo, según transcendencia de un vivir que no no con pasión lúcida de médico, con ardor, pero fue el ardor lu el tempo y la norma marcados por es girar sobre sí mismo, ni simu no con pasión turbia de enfermo. minoso de los reflectores. mejor aquel hombre a quien le bastó la lar la marcha, sino moverse conque el ardor bumoso de las teas. mínima posibilidad móvil de dos vulsivamente en la intimidad del Por la misma ascesis de su vi En América se hacía. se sigue ruedas para escalar la última emiser, con toda la carga de la pasión da, no confluyó en esa literatura haciendo demasiado comunis nencia andina y plantar en ella la y el pensamiento y con esa otra del odio, grata al revolucionario. mi inconsulto; comunismo bandera de una nueva libertad?
carga más triste de una carne ma Entre las amenazas, las persecu que no pasó nunca por esa escuecerada y unos huesos canijos. ciones, los encarcelamientos y la de rigor y precisión, por esa aHagamos la meditación de Madestierros, dijo siempre Mariáte pretada organización revoluciona riátegui y su coche. Meditación Mas no pudo dejar de sentir su gui su palabra serena y sustancia ria que es la obra de Marx, Ma del impedido. Meditación del pacuerpo retrasado la espuela del an da, sin carga de rencor, lastrada riátegui, revolucionario genuino, ralítico. Paralítico? o paráclito sia. Cuántas veces se vería ase sólo con esa justicia que desprecia no podia seguir los mismos cami¿por qué no? Nunca la afinidad diado por el intimo deseo de la el grito, porque toda ella es un nos fáciles y truncos de una de fonética de dos palabras me ha lucha material, brazo con brazo! clamor vivo.
perecido tan intima, tan sustanmagogia parvular. Mariátegul 2Pero hizo fuete de su voluntad rribó al marxismo por los duros cial. Mariátegui: paralítico: parápara castigar las vehemencias inú Hombre apasionado. mis jui escarpes del análisis, la meditación clito. Paraclito espíritu con cuya tiles y resolvió por las vías de un cios se nutren de mis ideales, y el estudio. Sus ensayos bastan presencia y asistencia sigue conpensamiento fríode puro cale de mis sentimientos, de mis pa para que la literatura revoluciona tando América.
cido sus nobles rebeldías. siones. decía. no frecuenta. ria de América tenga bibliografía.
un Imprenta Borrasé Hnos. San José de Costa Rica