REPERTORIO AMERICANO 157 y nunca me esconde los cheques tu mano.
Inseguro, lento mide el aposento mi paso tenaz: en la sombra quieta, busco la silueta que no veré más.
Tengo muchos trajes, costosos encajes, mantón de Manila; en mi cabellera la triplice hilera de perlas rutila.
Pobre Colombina rosada y divina!
Su mano gentil queria anillo y su piececillo la media sutil.
Pero. ay. qué me importa la joya que absorta mité en mi deseo? Mejor era verla soñando en tenerla después de un paseo!
Frente a las vidrieras, las sedas ligeras le hacían soñar.
Sin aquel moderno sombrero de invierno no podia estar!
Tu amor y tu oro dan sólo tesoro de gasas, de pieles.
y estoy loca, loca por aquella boca que me sabe a mieles! Adiós, millonario!
Sa ciudad Aunque yo la amaba, mi amor sólo daba besos y canción El beso era bueno, el canto en su seno ponia emoción.
Ten tu solitario guardate tu oro.
Mi merino ajusta muy bien, y le gusta al hombre que adoro.
Las Cuatro Canciones Por DMITRI IVANOVITCH Envio del mator, Nova York, julio de 1937 PROLOGO Del Muter esperanza Dos figurillas ingenuamente sen figurillas te hablen de boca a oitimentales, algo despreocupadas, un do les vas infundiendo, mientras tantico absurdas, y que bien poque las escuchas. algo de ti misdrán a trechos parecerte ridiculas. ma: si les prestas un poco de las Frases vagas, aladas. suspensivas: circunstancias, y a Colombina le en las cuales promete la ilusión. das un sentido Alma: y amaga la realidad: y queda por Pierrot le das otro sentido: el Cofin vencedor el sentimiento que sa razón: y al millonario innúmeros be burlarse del mundo entero. sentidos, todos cuantos converjan hasta cuando para sonreir, haya a expresar esa cobardía complacida que hacerlo por entre las propias que, al sujetarnos lo conocida lágrimas. Allā arriba: la luna. La mente seguro, nos impide marchar luna poética, la luna clara, que. hacia el horizonte desde donde esaunque es luz en los cielos y res tá llamando la tierra prometedora plandor en el alma de los so e ignota: si esto haces, Esperanza ñadores, no alcanza a ser ni tan verás como Las Cuatro Canciones siquiera advertida en la monstruo se van convirtiendo para ti en un nocturna donde los a poema cuyo escenario es tu vida nuncios eléctricos suplantaron a misma: y los personajes: tu alma las estrellas. Valdria todo esto que se hastía de la trivialidad: tu la rima y el ritmo de Las Cuatro alma sin ensueño, que ha vuelto Canciones?
ensoñar ahora, que se ha ido en ¡Ah. Esperanza! Tú, la de los busca de tu corazón, quien (como ojos azules que evocan el mar y mi Pierrot cuando recibe a Colomque invitan al viaje: la de la voz bina con los brazos abiertos. la que, como la penumbra de las co acoge enternecido y camina con sas, se apodera de las palabras, y ella bajo la claridad de los cielos las envuelve y las acaricia y las los trémulos de luz: y camina con atenúa y les da un sentido distan ella. Esperanza, hacia la aventura nuevo: tu, tú, Es maravillosa. anhelada, increible. eperanza. Si dejando que mis dos viterna. del valse que aun flota.
PIERROT COLOMBINA cada leve nota EN BROADWAY nos llama, nos besa.
La luna en los cielos sus candidos velos Tengo sed de irme desata: contigo a reunirme en los altos muros, con el torbellino son como conjuros a la madrugada los velos de plata mirarte embriagada de amor y de vino. Oh lenta delicia! en la calle oscura Es una caricia con la anteventura la noche: gozarnos felices en su tibia calma.
de la tibia alcoba va abriéndose el alma que a Rembrandt le roba lo mismo que un broche.
sus aureos matices.
Sabre las aceras desfilan ligeras Mas, aunque tu dueño las gentes: soy, mi dulce sueño no es mío.
hay un embeleso de luna, de beso Ty voy a tu lado en todas las mentes.
con mi resignado bolsillo Nacio!
Pero, aquel galante rubi titilante lanzaba una luz!
Tera tan airosa aquella costosa pluma de avestruz. Ah! son sus cabellos sedosos y bellos, y huelen a trigo. aunque he sido ingrata, el. si no me mata, volverá conmigo te. amoroso, Que hoy, mientras despierta la alcoba desierta, al rayo lunar las sendas de olvido de un sueño perdido me pongo a cruzar, enfrente del lecho que aun guarda, deshecho, su forma, su olor: llamándola a ella, siento que en su huella contesta su amor.
VIVA NUESTRA MADRE LA LUNA. Ah mi Colombina!
Cuando te ilumina la luna, no hay como tu amada carita cansada ninguna!
COLOMBINA QUIERE AHORA AMOR Bajo los destellos tiemblan tus cabellos que adoro, y en ellos parece que aun el sol pusiese su oro Oye, millonario.
vuelvo a mi salario de ocho por semana.
Tu risa fatiga, el seno me hostiga barba entrecana. Tu boquita roja la risa deshoja rendida. Oh boca bermeja donde es una abeja mi vida!
Rien los violines alla en los jardines galantes. Ete valse ahora parece que implora fus brazos amantes! PIERROT SE QUEDO SIN COLOMBINA Hasta mi ventana llega la lejana claridad lunar; esa luz del cielo: Iqué ansia da de vuelo!
iqué anhelo de amar!
En tanto que leve desciende la nieve del cielo sombrio entre tus lujosas paredes tediosas, me muero de frio.
Pero. oyes? El viento remeda lamento lejano. Qué racha cortante! llevas sin guante la mano.
10h, cuán bueno fuera seguir la quimera dorada de su ritmo, y luego buscar el sosiego de alguna morada!
Cuando los jardines Cruso en los cojines de tu auto ligero.
mi ensueño se queja si ve una pareja seguir un sendero. Lo es, dulce loca?
Mis Dernos, mi bocu, mi ensueño no dan ni un abrigo.
En la alcoba incierta, la luna despierta no sé qué dolor.
Sabía su frente ser tan inocente bajo este fulgor. Pero estoy contigo, mi dueño!
Pero, Tues? La luna sonrie cual una promesa: Tú eres generoso: a mi más costoso capricho galano tu rita responde Mira como en cada