REPERTORIO AMERICANO 15 ra yo un soldado suizo mercenario. Pero soy un hombre de letras y necesito de tranquilidad para mi trabajo.
Elemento en el cual confiar en este hombre, en el cual tan poco podia confiarse, no había más que uno: el cerebro, infatigable y siempre trabajando con toda regularidad, como si formara un cuerpo especial, más allá de su débil organismo. Este no conocia ninguna hostilidad. ninguna fatiga, ninguna vacilación, ninguna incertidumbre: desde sus años más tempranos hasta la hora de su muerte, actuó con idéntica fuerza, clara y luminosa. Siendo, por su carne y su sangre, um débil hipocondriaco, era Erasmo un gigante en el trabajo. Apenas necesitaba más que tres o cuatro horas de sueño para su cuerpecillo iay, lo gastaba tan poco! en las restante veinte horas, estaba en incesante actividad, escribiendo, leyendo, discutiendo, comparando textos, corrigiendo. Escribe en sus viajes, en el traqueteante carruaje; en toda posada la mesa se convierte al instante en pupitre de trabajo. Estar en vigilia significa para el lo mismo que estar entregado a su actividad de escritor, y el estilógrafo es hasta cierto punto como un sexto dedo de su mano. Atrincherado tras sus libros y papeles, observa con celosa curiosidad, como por una cámara obscura, todos los acontecimientos: ningún progreso de las ciencias, ninguna invención, ningún libelo, ningún suceso político, escápase a su mirada acechadora; sabe todo lo que ocurre en la redondez del mundo por medio de sus libros y epistolas. El que esta transmisión se efectuara casi exclusivamente por medio de la palabra manuscrita e impresa, y el que en Erasmo el cambio de substancia con la realidad se verificara solamente por via cerebral, ha acarreado, ciertamente, rasgos de academieismo, cierta abstracta frialdad, a las obras de Erasmo; lo mismo que su cuerpo, también a la mayor parte de sus escritos les falta pleno jugo y sensualidad.
Sólo con los ojos del cerebro, no con todos sus órganos, vivos y absorbentes, a podérase del mundo este ser humano, pero esta su curiosidad, su afán de saber, abarca todas las esferas. Movible como un reflector, derrama su luz sobre todos los problemas de la vida y los ilumina con una penetración constante y despiadada; es un aparato de pensar totalmente moderno, de una precisión insuperable y magnifica amplitud y alcance. Apenas algún campo de la actividad de su tiempo quedóse sin iluminar por él; en todo el territorio del pensamiento es un precur.
sor e iniciador de posteriores y más amplios trabajos, este espiritu estimulante, inquieto, vagabundo, y que, sin embargo, siempre apunta claramente hacia el blanco.
Pues Erasmo poseía un instinto de zahori totalmente mágico: en todo lugar por donde sus contemporáneos pasaban sin sospecha, presentia el filón de oro o plata de un problema que habia que explorar. Lo advierte, lo olfatea, es el primero que se refiere a él, pero, con esta alegria de descubridor, queda en general agotado su interés impaciente, continúa su vagabundaje, y la auténtica extracción del tesoro, las molestias del excavar, cribar, explotar y aprovechar se las deja a sus sucesores.
Aquí están sus fronteras: Erasmo (o por mejor decir, su magnifica vista cerebral) no hace más que ilum los problemas, no los soluciona: su mundo es lo dilatado, no lo profundo.
Por ello, todo juicio sobre esta figura, notablemente moderna y al mismo tiempo extratemporal, será injusto, en cuanto sólo se tome como medida su obra y no también sus efectos. Pues Erasmo era un alma con muchas zonas superpuestas, un conglomerado de las más diversas aptitudes, una suma, pero no una unidad. Audaz y acobardado, avanzando con fuerza no obstante indeciso en el último golpe, luchador en su espiritu y amante de la paz con su corazón, soberbio como literato y profundamente humilde como hombre, escéptico e idealista, enlaza en si, en una mezcla poco uniforme, todos los opuestos elementos. Erudito de una laboriosidad de abeja y teólogo de un libre espiritu, severo critico de su tiempo y suave pedagogo, poeta algo seco y brillante autor de cartas, satirico feroz y delicado apóstol de toda la humanidad. todo esto encuentra, al mismo tiempo, espacio en este dilatado espiritu, sin combatirse ni aplastarze, pues el talento de sus talentos, el reunir lo contradictorio, resolver las oposiciones, no só lo encontró aplicación en su vida exterior sino también dentro de su propia piel. Mas de tal pluralidad no puede naturalmente resultar ningún efecto unitario, y lo que llamamos la substancia del erasmismo, las ideas erásmicas, sólo con sus sucesores, gracias a una forma de expresión más concentrada, llegaron a efectos de penetración que con Erasmo mismo no habían alcanzado.
La Reforma alemana y el Siglo de las luces, la libre investigación de la Biblia, y, por otra parte, las sátiras de un Rabelais o un Swift, las ideas europeas y el moderno humanismo. todo esto son pensamientos nacidos de su pensamiento, pero no de su propia acción: en todas partes, dió el primer empuje, en todas partes puso en circulación los problemas, pero en todas partes los movimientos fueron más allá de lo que él mismo había ido.
Raramente los caracteres comprensivos son también los que ejecutan, porque la amplitud de visión paraliza la fuerza de ataque: Pocas veces. como dice Lutero. empréndese una buena obra por sabiduria y previsión, todo tiene que proceder del desconocimiento. Erasmo era la luz de su siglo, otros eran su fuerza: el alumbraba el camino, otros sabian marchar por él, mientras él mismo permanecía en la sombra, como siempre ocurre con la fuente de la luz. Pero el que señala la via hacia lo nuevo no es menos digno de veneración que el que por primera vez la recorre; también los que actúan en lo invisible realizan su hazaña.
In angello cum libello kempis. En un rinconcito, con un librito, un buen cigarro y una copa de De los cinco libros de versos has.
ta ahora impresos de nuestro BRENES MESEN, se han entresacado los 76 poemas que componen el libro: En busca del Grial. Edición de Madrid, 1935.
Agoladas las ediciones costarricenses de los versos de Brenes Mesén, esta es la ocasión de obtener un fomo de sus mejores poemas.
Precio del lomo empastado: 50.
Entiendase con el administrador del Repertorio Americano, en San José de Costa Rica ANIS IMPERIAL SUAVE. DELICIOSO SIN IGUAL.
FABRICA NACIONAL DE LICORES SAN JOSE, COSTA RICA