49 REPERTORIO AMERICANO Aguilar se le corr por no asal que ondiera, de pracercaba con miste o un le decía apela columna, tales y oido delo por vez pitan muy señor perro pula belleza milagrosas, medicinal decent sa mambiér nosotras como aquel dia, urades.
mi vida entera, me Voz En el perdón de papá entraria un tercio de generosidad señor capitán, que de allá regresará sin duda a ocupar el y dos tercios, cuando menos, de espiritu práctico. Por más sillón presidencial de la República!
que Papá contara y recontara con sus dedos calamidades Ay, el horrible oprobio de aquellas palabras. Mi señor y muertes, Vicente le proporcionaba muchas más ventajas capitán Don Vicente Aguilar, mucho más duras, mucho más que inconvenientes. Enterado a cualquier hora de cualquier crueles que los más crueles insultos! Aguilar era lo peor movimiento revolucionario como nunca soñara estarlo de de todo en boca de Papá, espantoso, usdelante Si estallaba una revolucio haber asumido aún el impor crueles por exceso de tamaño. Nosotras pequent comprenpeligro, y era la salvaguardia viva de Piedra Azul. grandes, les es entrar en el mundo de los pequehallaba en la hacienda, por caso, y Vice!
nos ciegos ante lo muy menudo, son duros por ceguera y tante papel en la casa, preguntas respondiera, por se le Porn ulto, por no ser insulto, sino sencillo y verd circunstancias, le mo en voz baja: ante Vengo a advertirlo, Don Juan Manuel: mañana al me primera en nuestra vida, estuvimos a punto de romper a quel Aguilar aderezado de sonrisas de que. pasa la revolución por el cerro. Ya me dieron palabra llorar todas en coro. como el dia en que Mama que ver, la expresión del «ilustre cao por no, mejor será que señor mio! Anado por su propio apellido com a esconder el ganado.
Papá hacia esconder el ganado.
su amo, sin levantar la voz, levantó sus inadvertida Al siguiente dia, allá, en lontananza, como procesión de los desanos, aquellos ojos de hermosura de la montaña, bajo el magnifico sol meridiano, pasaba dude la fealdad de su cuerpo a la eza de su alma. Buscando simparante un rato la revolución tia, los ojos de perro dolorido, vinieron a apoyarse en los Un dia, por una de esas cosas incomprensibles o medio nuestros. Allí la encontraron: y como, y cuánta! Con la caPapá tuvo iba a alzarse. Era la noticias anticipadas de que Vicente beza baja, sin mirar hacia Papa ni contestar a su sarcasmo, víspera precisar del alzamiento. Lo mismo se despidió de él, diciendo: que en aquella otra tarde, la del célebre juicio por el fracaso Siempre a su ord su orden, Don Juan Manuel.
de lapa, asomado a su pretil, Papá nosotras nos miró largo, intensamente: co a Vicente.
am adiós, mis niñitas. Que Dios me las guarde, que la en racimo junto a una columna, fuimos testigos del acto, Repitiéndose la escena, en la ancha Virgensen en las conserves a todas, hasta másit serta explanada apareció se fué. Hasta más ver no se cumplió. Ya no volvisombrcho, todo fealdad, todo cortesia, cual, con su mos a verle más. Pero aquella última mirada buena de perro de cogollo, en la mano, se acercó y se detuvo bajo apaleado sin razón debia acompañarnos siempre. mi me el pretil. Pero Papá, en lugar de echar hacia atrás la cabeza través de ha seguido desbordando está aún arrogancia e irradiando majestad, no, al aquí, aún la majestad y nada aún me adoctrina, y me enseña.
e arrogancia: al contrario, con esa ¡Ah, lejano, tierna que usamos con las personas, cuando para ignorado Cochocho, piojo sublime, médico de los su bien queremos disuadirlas de algo que en realidad nos perjudica a nosotros Papá, de las aguas! Muchas miradas como aquella última tuya debió en voz muy tierna, comenzó a derrochar sobre Vicente una elocuencia bondadosa llena de presentir con sus ojos visionarios el Divino Maestro, la tarde seguido paternales y y suavisintos consejos. El discurso, que duró un discipulos subió a la falda de una allí, sentado sobre la hierba, les dictó su testabuen rato, terminaba en esta forma: tu vida, Vicente; arruinas tu salud para servir porque tú fuiste manso tú fuiste limpio de corazón, ta fuiste la ambición y los intereses de otros. que sacas tu. Qué misericordioso; tú padeciste persecuciones por la justicia.
mento. En el escribió tu nombre oscuro, Vicente Cochocho, provecho. Qué dinero Que porvenir: Ninguno! Heredero de la gloria, tá imperas hoy sobre las ocho BienVicente, con la cabeza el sombrero dando vueltas aventuranzas, tuyo y muy tuyo es todo el Reino de los y revueltas y más vueltas en la mano, no contestaba una silaba, pero su silencio equivalia a esto: Lo felicito por su TERESA DE LA PARRA elocuencia, mi señor patriarca, y le agradezco su interés, pero asi con su magnifica elocuencia y su gran interés a cues JOHN KEITH Co. Inc.
tas, me alzare de todos modos mañana en la madrugada, porque ya está resuelto.
SAN JOSÉ, COSTA RICA Como Papá comprendió muy bien el significado de tal Agentes y Representantes de Casas de primer orden silencio, cambio de táctica. Ofreció formalmente a Vicente que si renunciaba enseguida a toda idea de alzamiento, le el jornal, Cajas Registradoras National le mandaria hacer un rancho en lugar apropiado, en donde pudiera al mismo tiempo disfrutar de The National Cash Register Co.
un conuco.
La repuesta de Vicente, de haber sido más corta, hubieMáquinas de Contabilidad Burroughs ra sido digna de un espartano, digna de Guzmán el Bueno, Burroughs Adding Machine Co.
en fin, de figurar en la historia. Dijo. Yo le he dado mi palabra al General. aquí un nomMáquinas de Escribir Royal bre muy conocido que no recuerdo. Fue él quien desde hace muchos años me graduó de capitán. Nunca me he puesto Royal Typewriter Co. Inc.
un par de zapatos, pero desagradecido no soy, y a un pro Muebles de Acero y Equipo para Oficinas tector no le volteo la espalda ni que me regalara todo Piedra Azul, Don Juan Manuel. La palabra de Vicente Aguilar no Globe Wernicke Co.
es cuestión de ranchos ni de conucos, ésa, ini se compra, ni se vende!
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Bajo tan magnifica respuesta, Don Juan Manuel se quedó aplastado lo mismo que un insecto debajo de un peñón. DeMaquinaria en General rrotado, echó mano al recurso de los derrotados: el sarcasmo.
Aqui fué el echar la cabeza hacia atrás, y el exclamar a James Motley, New York grandes voces con una sonrisa forzada y fingida: JOHN KEITH RAMÓN RAMIREZ Anjajajaja. Pero si es verdad. Pero si no me acordaba. Si aqui estoy en presencia dels ilustre capitán Don Vicente Aguilar. Muy señor mío. Vayase, váyase a la guerra mi Imprenta, Alvina (Sauter Arius Co. San Jose, Costa Rica por sus mo que montaña baja y Cielos doblaria digna, Soclo Gerente Socio Gerente