REPERTORIO AMERICANO 265 AUNO recuerdos de Blasco Ibáñez en el primer aniversario de su muerte.
Impresiones en un aniversario muy lujoso, en la rue de Suresnes. Se hacía elegante. era oficial de la Legión de honor.
De La Voz Madrid Otra vez a la Argentina. el retorno defi Cuando lo conoci en 1901, era yo estunitivo, malogrados sus proyectos de colonidiante vivia entre Madrid y Valencia. Vazador. Pero con alguna plata. Porque en lencia: la Malvarrosa. Madrid: un hotelito.
1913 se instalaba en Passy, en in bello homy simple, en la calle de Salas, a quince tel. que decoro con bustos, estatuas y tapi veinte metros de la Castellana. Blasco ces. La antesala del paraiso de Mentou.
poseía una barba negra y lustross, un pelo ondulado y im armonium con que satisfacia su pasión por la música: Wagner y Bet Bethoven.
La guerra. Blasco, apurado, tuvo que des.
Su despacho era espacioso. En lo alto de hacerse de su hotel. Imposible regresar las paredes, unos grandes bocetos de Sola Argentina. Instalóse modestamente en un Tolla, al carbón. Aqui y alla retratos de piso del barrio de Ternes. Comenzó la llisZola, de Hugo de Wagner. Siempre Wagner toria de la Gran Guerra. Iba al frente, com Uno de sus hijos llamaba Sigfrido sultaba planos, recibia informes del Quai La mesa en que Blasco escribia era muy Orsai. Era comendador de la Legión de grande, sin adornos, con unos casilleros a Honor, y viajaba en el Metropolitano en a los lados. Una tarde vi sobre la mesa un segunda. Trabajaba doce, catorce horas bloque de cuartillas, de unos veinte centidiarias. Esta época de un Blasco casi pobre, metros de altura. Un manuscrito. No sé si de un Blasco luchando con los acreedores, el de la bodega o el de La horda. Recuercomo Balzac, constituye el término de nuestra amistad. Nos veiamos mucho en aquel do, si, que, señalando a la montañita de papel, el escritor me dijo: Paris bélico y doliente. Nos citamos con Esta es una larva de novela. Yo pongo encia para cenar en restaurantes itaen las cuartillas lo que se me ocurre conlianos, y a veces en un módico Duval. En forme sale, después, en las pruebas. trábamos en los cines. Pero, en de ver lugar en definitiva lo mejor es casi siempre lo las peliculas hablábamos de España y. de Gómez Carrillo. Mal. Es demasiado menmás espontáneo.
Un procedimiento y una opinión. Pero yo tirosol, me decía Blasco. Carrillo me no discutia con Blasco. Era demasiado joven decia de él: Es tan fantásticos. Se estorbaban el uno al otro. Los dos querían ser y estaba en discipulo.
Tenia en sus sus estantes los primeros libros la pluma española que triunfase en Paris de Baroja. no hablaba mal de Baroja.
La de Blasco por Los Cuatro finetes triun.
a no mucho de don Benito. Riva.
Se mofabafó en el mundo. cierta grande escritora le llamaba Dona Salammboy.
Blasco Ibanez Solismos coincidir en su despacho Pedro El éxito universal. Los miles de dólares.
González Blanco, Rafael Urbano, José FranPerdi de vista a Blasco. No fui nunca a el firmante. Nos daba libros a traduverlo a Menton. Me daba una impresión cir para su editorial de Valencia. Nos decia: en los alrededores de Antón Martin. El mis desagradable de parvenu. Preferia al Blasco Esa casa la fundamos Sampere y yo, cada mo revisaba las pruebas. La Novela Ilustada «casi pobre, balzaciano, con sus apuros uno con un billete de mil pesetas.
resultó, y, con su yerno, Fernando Llorca, económicos y sus doce, sus catorce horas Iba a retirarse de la politica activa. Más Blasco puso libreria y centro editorial en la de labor literaria. Yo no podia alternar con el concretamente del Parlamento. Deciame al calle de Mesonero Romanos, frente al antiguo Se había afeitado la barba. Un bigotito a lo hablar de sus luchas con Soriano y de sus Imparcial. Hizo empapelar una habitación de yanqui. Gran Cruz de la Legión de Honor.
duelos.
azul prusia, colgó los retratos de Zola, de Estoy cansado de tanta pequefiez. Lo de Tolstoi y de Wagner, y allí recibia y Automóviles. Pero ruptura no hubo. Quizá deba yo a Blasco el mejor consejo, el mas leal, Soriano me ha hecho sufrir. Pero yo sufro poco.
También por entonces había fundado, con el más generoso que me hayan dado en mi Me basta con acostarme en la playa de la Galdós y Morote, La Republica de las Letras. vida. fué en 1920, en aquella famosa Maisson Malvarrosa mirar al cielo, y se borra el No había dinero. No se pagaban los articulos. de la Presse, donde eran funcionarios Taloux, dolor.
La Republica la hacíamos entre Blasco, Gonza Grandoux, Breal, Paul Morand. Me encontre Gonzalez Blanco, Urbano y yo lo acompaña. lez Blanco y yo. No era un cenáculo, sino a Blasco, hecho un dandt, en la escalera. Me mos en sus correrias por los suburbios de una verdadera República. Alli se publicaron detuvo. me dijo: Madrid para documentarse. Iba a escribir los primeros versos de Unamuno. todos los. Que hace usted aqui? Ya está perdiendo La horda y La maja desnuda, sus novelas ma que mandaba Rubén Dario. La critica literaria tiempo. Vuelvase a España escribir nodrileñas, corrín a cargo de Andresito González Blanco, velas. Con la paz Francia ha vuelto a ser de Aquellas excursiones terminaban en una cer más abundante que Luis Morote.
los franceses.
vecería de la plaza de Santa Ana. Un bocadillo Le comprendi. Le obedeci. no me arrey un doble para cada uno. Blasco escogia aquel piento. En resumen: al evocar la figurn de Blasco Ibáñez se marchó a la Argentina, momento para hablarnos de sus amores. Blasco puede más en mi el cariño que la criVolvi a verlo en Paris, triunfador. Llegaba tica. Yo quise a aquel hombre. él me cocon qué naturalismo. como un Simbad el Marino con ricas pieles, rrespondid. Qué puede importar ahora mis Algo mais tarde fundo La Novela lustrada. con preciosas plumas. con sus planes de opiniones y distingos sobre su obra? En bloque origen de todas las publicaciones economicas Nueva Valencia. Alquiló un piso amueblado, es soberbia. resistirà al tiempo y a las lenque hoy pululan. Blasco monopolizó el despaguas de algunos de sus contemporáneos. Como cho de la gran imprenta de Ricardo Fe, sita Alberto Insů a la de Zola, la de Tolstoi, la de Galdós.
ANGELDE. 1928 lidades IAFYONIL ces y el firman escribia.
el el mal que temen y destruyen asi el bien presenta de que podrían gozar. Casanova La con nos socorre en las grantes des venturas, pero es impotente contra los pe: quellos disgustos que destruyen al menudeo nuestra felicidad y nuestra salud Tal es in flex del entendimiento humano que las buenas causas se ganan casi siempre con malas razones. Renan.
Como hay tantos entendimientos al revés, no conviene desperdiciar ninguna rasin; tal vex la peor convenza No hay error viejo, por lamentable que sea, que no estemos dispuestos a invocarlo como ranon nueva Macaulay.
No debemos hacer lo que quiere el enemigo, por la sola razón de que el lo deseaNapoleon Sólo puede dar la razón el que la tiene.
En consecuencia, sólo puede ser razonable el que de la razón: el que In pelee era el que quiere udquiririn; por ende hombre irrazonlile, o, digamos, hombre culunidad. es claro que cuando dos personas opuestas tienen razón a la vex, si ninguino la cede, es imposible que se entiendan.
Muy u meundo tener razón es tener una esperanza defraudad, unn nmbición contrarinda, un vicio obstruido, una herida en el orgallo o una ofensa en la vanidad, y como