REPERTORIO AMERICANO 89 nombre de Genaro Estrada debe figurar en la lista de La obra de Genaro Estrada noce a fondo la Ciudad de México y se deleita en evocarla en los literatos mexicanos que comienza suaves crepúsculos, tiernos de con Manuel Gutiérrez Nájera y claveles y de campanas melantermina con Castro Leal y Jaicólicas.
me Torres Bodet. Sin embargo, Pero Galin nos trae otra vez a cansa de la propia virtud de a la memoria el estilo de Azorin: su personalidad, que no se estilo amable, cortado, fragmenpresta a entusiasmos pueriles ni tario, de frecuentes repeticiones a audaces clarinadas sensacionafraseológicas. Es una especie de les, su nombre, como el de Gonnovela breve, de sencillísima trazález Martínez, se ha mantenido ma. Pero Galin, anticuario y en un silencio noble. la inchacharero, personaje colonial versa de la gran mayoría de para quien la vida siglo veinte escritores americanos, se inicia no existe, se enamora de Lota, su obra con su hoy famosa anmujer modernísima, con mucho tologia Poetas Nuevos de Mécico, de flapper y algo de heroína en que nos presenta en forma cinematográfica. Galin, cuya vida admirable la producción lírica de se ha reducido a correr tras de su patria. Después de cinco años antiguallas chucherías por los de silencio, aparece su libro de bazares y tiendas de antigüedafantasias mexicanas Visionario des de la ciudad de México, se de la Nueva España; cuatro años transforma a tal punto que en después su Bibliografia de Amado pocos días puede manejar maNervo: un año más tarde su nogistralmente un automóvil. Desvela Pero Galin y por último en pués del casamiento, Galiny los días que corren su libro de Lota hacen un viaje por el supoemas Crucero.
roeste de los Estados Unidos y Poetas Nuecos de México es la se detienen algún tiempo en Los primera antologia americana digAngeles. En contacto con la cina de tal nombre. Hasta entonces vilización nueva y debido en estábamos acostumbrados a los parte al espíritu de su mujer, indigestos paruasos con que peGalin, ya en México, compra una riódicamente nos regalaba la casa hacienda y se dedica a las laboMaucci, de Barcelona, parnasos res campestres: esto es lo que en los cuales, en arbitraria comllama el autor la Aurora. Como pañía, figuraban poetas excelense ve, la intriga no es digna de tes al lado de detestables rimauna novela. Estrada se aprovecha dores. Conocedor profundo de la de este asunto para hacer un literatura francesa. Estrada repoco de literatura colonial. He produce exactamente en su obra aquí como sitúa a Galín en la el plan de Ad. Van Bever y Paul Genaro Estrada época colonial: Léautaud en su libro Poétes «Vistiose fuera de la moda, Arturo Torres Rioseco, chileno, profesor de español en los Aujourd hui Se limita así a lo Estados Unidos, que lo fue en nuestra Escuela de Verano en 1999, con corbata de damasco, con zapuramente contemporáneo (desde nos demuestra su afecto interesándose, desde entonces desde patos de badana, y con chalecos Justo Sierra hasta Jesús Villaldonde se encuentra, por la literatura mericana. Ha escrito en la de pana; sustituyó el cronómetro Revista de Estudios Hispánicos, tomo II. wimero de enero pando. y nos da sobre los poetas, marzo de 1929, un estudio que se titula La Obra de Genaro Estrada por el reloj de llave y se preninteresantes notas biográficas, cri Hace en el cumplidos elogios de la obra inicial de este erudito dió a la corbata una miniatura ticas y bibliográficas. Después mexicano, la antologia de Poetas Nuevos de México. Porrúa, 1976, de azulejo de Puebla; usaba anque, semejante en método a la francesa de Van Berer Léautaud.
de la publicación de Poetas Nueha servido a su ves de modelo, asegura Torres Rioseco, a la chi tiparras con grueso marco de vos de México otros escritores lena de Donoso y a la cubana de Lizaso Fernandez de Castro. carey y tenaza de plata para los Resea en mexicanos han preparado diverNueva España, la Biblio cigarrillos, tomaba rapé en caja grafia de Amado Nervo, obertura de las que la han seguido, el sas antologias, pero ninguna ha Pero Galinalmente, los versos que encierra el elegante colude madera y escribía con pluma llegado a superar a la de Estrada, men de Crucero. Escapa a la noticia o al comentario de Torres de ave.
aunque varias siguen el mismo Rioseco parte de la obra de Estrada que reside en estudios tales, y compilaciones, como las Ordenanzas de Gremios de la Nueva Espíritu observador y detallisplan. Es de notar que hasta en España y la iniciación de las series de monografias históricas ta, Estrada nos da exactas desotros países de América el libro que forman el Archivo Diplomatico Jericano.
cripciones de los bazares mexide Estrada ha tenido admiradoSalvador Novo canos, con sus cadenas de oro.
res que no han olvidado su plan (En Revista de Revistas. México, relojes, pendientes de esmeraldas, al preparar antologias de sus alfileres de perla, prendedores de propios poetas. En efecto, si nos filigrana, calabacillas, relojitos de fijamos en las recopilaciones publicadas sente. El nombre de unos cuantos cua esmalte, salseras de plata, bargueños, sofás ultimamente por Armando Donoso en dros bastará para darnos una idea de chinos, abanicos de hueso y cuanto Dios Chile, Julio Noé en Argentina y Lizaso los temas en cuestión: La ciudad colo crió. Nos habla luego del Volador, paen Cuba, veremos que todos usan méto nial, El oidor. El corsario, El biombo, raíso de los colonialistas mexicanos: dos semejantes al del crítico mexicano. Nocturno de San Jerónimo, El altar chu En aquel sitio es donde, aseguran Visionario de la Nueva España es un rrigueresco, La nao, El espadero, La gaceta, los cronistas. los coronistas estuvo el pequeño libro de poemas en prosa, fan El paje, El barbero, etc. El estilo del volador, volatín de los aztecas primititasaas poéticas, que diría su autor. En libro es un tanto azorinesco, en tono vos y cuyo terreno Hernán Cortés legara él se evoca la vida colonial y se esta menor y creemos que el ideal del poeta a la ciudad de México, para que sólo blecen finas relaciones con la vida pre sería «escribir una novela sobre el breve tenga uso de mercado hasta la consutema de una miniatura del siglo XVII mación de los siglos. El Volador mexidel pañuelo de encajes de una virreina cano. como el Rastro de Madrid, es el México, 1916, Ediciones Porria México, 1921. Ediciones Mexico Moderno El autor, espíritu inquieto que hoy se muestrario del vejestorio y de la curio Mexico, 1923, Editorial Cultura México, 1925 mete por los laberintos de unas rancias sidad, mezcla de Foire aux Puces y de México, 1828, Editorial Cultura Acaba de aparecer la Antologia de la poesia meri teologias y mañana se pasa horas ente Curio Store. En las barracas del Volador, cana moderna, editada por Jorge Cuesta, México, 1998 ras en la contemplación de una plaza como en una variante del Arca de Noé, en la cual notamos con dolor la ausencia de Gutiérrez cubierta por la patina de los siglos, co se amontonan todas las especies del hierro Nájera,