Omar DengoViolence

166 REPERTORIO AMERICANO La muerte de un maestro Omar Dengo. quién lo cuidará?
11 y alegre Excribo articulos, tomoure en oposiciones no medallas. Рекоkw, wice, pose wat tamanio de la cabeza; Pody ha hecho foto con te fande. En e Kochely estarien y llena de gloria Pero yo prenos para que wirue todo esto Ferdad es que el jardines herhosiimo, moddo. No jardin var una institucion regular ile grus importancia publicat porque sebulo, por decirlo wsi, wat eu enten la agricultura y la imaxtrio Pero para que creir fodo esto?
u objeto tiene El hecho hobila porolo contexto Korri. No es lo que quiero decir lo que yo preprosto que va ser del cuando yo me mer. En los condiciones en que ahora esto no seguir www merchando yo pulte. El verladtero secreto del rito enld nl en que Moton grande en el mero de trabajadores que empleen, se mi aficion eata clase de ribajo. Entier Amo al jardin al que a mi mismo, Fami: todo lo malo vo. Trabajo desde por la maana hasta por la woche wiembro, injerto, planta, podle to arboles. Cuando me ayuda alguien mengo de mul amor y hati med envidi. Todo el secreto esta en eso, te qera duda en la afición, es decir en el ojo virperto del amo, en wus manos, er mu trabajo, en la preocupacid constants que hace que en uno a cualquier visita wote wa pendo que ela haberle weedino algo al jardin.
Pero cuando yo mm. din locuidardy Jardinero, trabajadores New wodi Noto wul peor enemigo deer wow Tos insectos Wie wil damino, sino cualquier otro hoy.
Fragmento del canto El monje negro, de ANTON CHENOY.
dejado de mi cuerpo Ha muerto en Costa Rica u hombre que encaruó en grado excelso las más altas cualidades del maestro. Su vida fué toda un inacabable entusiasmo: llena de idealidad, limpin de escorins, intendentro de cada hora y fecunda hasta el último momento. Fue una luz que se consumio demasindo pronto porque estuvo ilnminando en enda instante con toda intensidad.
Qué ibamos pensar nosotros no hace aún dos años, cuando estrechabamos la mano fuerte y cordial de Omar Dengo, que en tan breve tiempo, habrin de apagarse esa gran llama de juventud y le ensueño. Mas med parécenos lógico que así habria nmados de los dioses, que aquello ser no que los jóvenes sean los no tiene sentido, sino que el coinzón estalla y los nervios se rompen cuando un ideal los trabaja con demasin. Este fue el caso de Omar Dengo: tenia el cerebro unas cuantas bellas y nobilísimas ideas. y su corazón fue en todo momento el motor poderoso que las puso en marcha. La hora del descanso voluntario no podín llegar para quien sentia que la vida, aun siendo muy Inrga, seria demasido corta para realizar cumplidamente su programa, y la muerte compasiva pidió para el trabajador sin reposo el reposo definitivo.
Habin nacido Omar Dengo en San José de Costa Rica el año de ss. Acababa, pues, apenas nas de cumplir los 10 años. Era una una de esas bellas figuras uras de avanz avanzada republien hermana In inspiración de fuertes espiritus como el de Brenes el de Joaquín Garcia Mongo, y antes de que estos maestros se tornaran viejos, el pulo se había convertido el compañero de tarens, en el realitador de los sueños comunes.
Desde 1915 regentaba la Escuela Normal de Heredin Alli fué un renovador constante y no dejó de ser un solo momento ei amigo de sus discípulos. Comprendió educar era ante todo acercar una nima a otra alma que el amor es In fuerza creadorn de la y que la violencia sólo engenden el odio. y fiel a la inteligencia de este generoso dogma, hizo de su esenela su segundo hogar y el segundo hogar de todos los que Wii leguron. Una sola interrupción tuvo este fervoroso laborar en la gran Normal de Heredia. qué significativo resulta ese unico paréntesis. Fue en 1917, cuando el destino trajo para Costa Rica dins aciagos. Unos hombres ignorantes y despóticos se habian adueñado violentamente del gobierno de la nación. Omar Dengo sintió al punto que no portiu seguir regentando en tales condicio1) Carrolmost deild 1919.
nes una escueln oficial. Se retiro jada para hacer en una bellisima entonces al campo, y fue por aquel oración el férvido elogio del ciutiempo, amargo para la patria, dadano que did su vida a la patria, maestro rural en la humilde es no en una trinchera de combatiencuelita de una haciendi, tes, es cierto, pero sí en una de Costa Rica entern se hindado esas escuelns que enaltecen el preplenn cuenta de In pérdida que ha sente y forjan el porvenir de un hecho, y el gobierno de Innnción pueblo. es ese ministro quien ha sido este instante, como en dice, no las palabras protocolarins tantos otros, el interpréte fiel del de un funcionario sino las que sentimiento nacional. El presiden brotan del corazón se hacen va te de la República, acompañado cilantes en los labios. Pero cómo de su gabinete, se traslada a la no hemos de llorar, exclama, si a la ciudad de Heredia para pre nunca hubo padre que dejase más sidir el cortejo fúnebre, y es el huérfanos, ni muerte vi que arranpropio ministro de educación quien case más lágrimas! agrega: desde el atrio de la iglesia parro Yo vilos templos repletos de niquial se dirige a la multitud a nas arrodilladas, con los ojos enuna multitnd silenciosa y acongo tristecidos, con Ins manos juntas pidiendo a Dios por In salud de este maestro La muerte de Omar Dengo ha sido serena y armoniosa como fue su vida. Su gran placer de todos los dias había sido conversar. Era un conversador maravilloso. Sabin interesar siempre cuando hablaba.
Ere profundo en sus reflexiones y era ligero e ingenioso la vez. Las invisibles alas de su espiritu revoloteaban sin cesar por sobre el auditorio que le escuchaba, man teniendo alerta la atención de to dos los oyentes. En la última hora de su vida quiere conversar también. Llama a los suyos, a su esposa, a sus chiquillos les dice con gran serenidad las más dulces palabras de de aliento. Hace venir luego a sus compañeros de labores, les recomienda su escuela con tal naturalidad, que más parece que el maestro sólo pensnra en despedirse para un para un corto viaje.
Viene en seguida un grupo de discipulos: Sed fuertes, les dice: cuidad de vuestro cuerpo, yo me he Comprende que la sola preocupación del espíritu leva prematuramente a tumba. Pero no quiere pronunciar palabras escalofriantes. La sola idea de que su desaparición va a traer luto le intranquiliza: Que desde mañana haya nlegria en la escuela, dice, y agrega en el tono familiar en que habla siempre: Si tienen preparado su paseo al puerto, higaulo. El krbol de la Navidad, no dejen de hacerlo también. ahora, jóvenes, concluye, a vivir eso es importante.
Hay un momento de esa varonil agonin en que el maestro patrece dialogar consigo mismo: No he tenido rencor para nadie, dice como haciendo el balance de su conciencin. Entra monseñor Benavides. Monseñor, confórteme con los santos oleos, le pide. Perdoneme. No me confieso porque no sé qué puede decir. Trkigame el Cristo. al ver la imagen dulce y dolorosa, prorrumpet Oh Cristo, tú que iluminaste mundo, iluminn mi pensamiento para entrar en la eternidad Siente que la agonía llega, y el psicólogo, el hombre de estudio que hay en él, habla. Observen el proceso, dice. Es Es interesante.
Observenlo. Yo lo estoy analizando. Mi cuerpo toma ahora todas las formas que yo quiero darle.
Lo veo como una sombra chinesca. Es divertido. Ahora lo veo de una manera que no se puede explicar por la geometria de la tierra, lo veo en el plano inclinado y en el plano recto al mismo tiempo.
No siento mi cuerpo ya. Pero por que están todos en silencio?
No hay alguna notioin de importancin que pueda llevar alla maann? Tal vez me lo creerán al otro lado. La gracin sutil del conferenciante lo ha acompañado la en que habían recibido Nesen el discia vida JOHN KEITH Co. Inc.
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