Víctor Raúl Haya de la Torre

16 REPERTORIO AMERICANO. Durante todo el siglo die nos al cuadro para entender me han dado con su lección de paz, de hospitalidad, de gecinueve ha vivido el hombre el ritmo de esas lineas y de nerosa adhesión al peregrino solitario de todos los caminos buscando el naturalismo en el esos colores que no preten dificiles.
arte. Con una fórmula u otra, den representar nada.
Puntarenas me ha dado, pues, al salir otra impresión.
ha querido ver, en la pintura Me parece que el arte Por eso he sido dichoso de recibir de sus hijos el último por ejemplo, la reproducción atraviesa un mal periodo, una homenaje de simpatia y de aliento. El puerto me ha parede las cosas. Se miraba en época llena de peligros. Pero cido abierto a todos los náufragos del mar y a todos los tonces un cuadro para com no creo que los artistas pue perseguidos de la tierra. Me ha parecido que el mar sonreia probar la mayor o menor fi dan ser reprochados por lo plácido y que su vasta bahia era como una sintesis del es.
delidad de la copia de lo real. que hacen. Son fieles a su piritu de este pueblo que abriga a los amenazados por las ha sucedido que el arte ha tiempo, y esta fidelidad es un tormentas y tiene anchura, calma y belleza.
dado una vuelta en redondo. méritos, He vivido, pues, gratamente tres días en Puntarenas, quedro de un pintor mod Nos acercamos ahora al cuamado por su sol, envuelto por el hálito de su mar y rodeado He aqui la fotografia del de sus mejores espiritus. Eso no se olvida. Eso no lo puede la vieja manera de ver una ectoplasma. Retoques más o olvidar aquel que está siempre luchando en la eterna batalla reproducción naturalista de las menos la harán variar ligera por la libertad y por la justicia. Porque dias de paz, de calma cosas. como nos enc mente en trazos accesorios y de hospitalidad, son dias gratos a todo luchador.
mos con que eso no se da alli, Pero la cámara obscura no salimos a menudo proclaman puede hacer más para dar al Haya de la Torre do que no vale la ser espíritu, a la esencia pura, la visto. Si fuéramos sinceros corporeidad que tuvo en el Puntarenas, 12 de diciembre de 1908 deberiamos limpiar la retina instante privilegiado de la made todo lo anterior y acercar terialización.
El traje hace al caballero Raul Silva Castro y lo caracteriza (El Mercurio. Santiago de Chile. La Sastrería pena de Visión de Puntarenas La Colombiana De Puntarenas Ilustrada De Francisco Gómez le hace el vestido en pagos semanales, mensuales o al contado Hay un inmenso surtido de casimires ingleses. Operarios competentes para la confección de trajes.
Haga una visita y se convencerá Frente al Pasaje Jiménez contigo la Botica Oriental San José. Teléfono 1283 El paisaje se mira a través del corazón ha dicho un alto poeta. Es raro que estimemos la belleza de las cosas en sí misma. Generalmente las mira nuestra pasión. Que sea alta como la torre de un vigia que sabe mirar lejos, es única categoria que podemos exigir a la pasión que embellece o afea a las cosas. Esta afirmación se hace más lógica tratándose de visiones producidas bajo ciertos profundos estados de ánimo.
En mi vida, no podré olvidar fácilmente a Puntarenas.
La vi al llegar, como puerto de salvación y al salir, como albergue de gratas melancolias. Arrojado de otros países centroamericanos, impedido de arribar a Nicaragua por mandato del invasor, traía a Costa Rica y dolor recóndito: el de saber perdida la libertad en aquellos pueblos, desgarrada y sacrificada en aras del extranjerd voraz y corruptor. El bello saje de las costas de El Salvador, de Honduras y Nicaragua me pareció ensombrecido por la trágica realidad de su doloroso sometimiento. Crei que todo estaba perdido para mi alegria en Centro América. Puntarenas fue como mi última esperanza en este naufragio de optimismo. Por eso llegué aquí como al puerto que salva a aquél que trae rota la esperanza Entre mi emoción del arribo a la que domina mi conal partir, hay un vasto y bello paisaje moral de paz, de amor a la libertad, de devoción civica y de culto a las virtudes eminentes, que es Costa Rica.
Centro América me ha dado una alegria plena y una renovación de fe en esta tierra que dejo. Vine curioso y desa ella y llevo al salir una profunda exaltación de Creo que el pueblo costarricense es digere los demás de que aquí la tirania ya está vencida y lo que adora les queda por hacer es fortalecer y cumplir la obra condel gobierno, ayudando después a los pueblos hermanos del Istmo librarse del despotismo nacional y extranjero que les oprime.
ojos, pues, al mirar Puntarenes hoy, no son los que tres meses quizá empañó alguna lágrima colérica al descubrir la trágica crucifixión de la libertad en la tierra centroamericana. Llegué a Costa Rica en septiembre. Salgo ahora con las pupilas veladas quizá por otra emoción. Por la emoción optimista y fuerte de estar seguro de que un pueblo como éste tiene que ofrecer muchos ejemplos a América. Salgo feliz de saber que dejo aqui algo de mi mismo y que llevo mucho de la enseñanza que los costarricenses ciencia Los hombres de mejor gusto y más elevada cultura cuidan de su buena apariencia.
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Lado Oeste de Foto Hernández hace