176 REPERTORIO AMERICANO su todo, un fuego cualquedas en cocción No dejes de comi vapores de mi pobreza, iced profuso los cold vecho, pero las calzas son mias por aquel alojamiento hasta lo del faquin. Es que Dios no te ha aumentado?
y el humo es mío por estos mis lechones y pollos y ¿Cómo quieres que ese pago califique yo en mi juicio?
tripas que al fuego se asan. Insisto en mi demanda: FIGONERO. Según se hacen los pagos, civilmente, en que el bribón del faquin me pague mi humo; tiene dos la forma de trueque de objetos que se equivalen.
piezas de plata, que me pague con ellas; para que se FAQUÍN. Señor, no lo hagáis! Es una burla cruel!
vea si soy generoso, me contento con una; pero todo Señor Juan. Veamos. Con esta moneda ha de ser?
comercio es naturalmente reciproco.
FIGONERO. Os he dicho que me avengo a ello.
SEÑOR JUAN. Pero, escucha figonero, todo linaje de SEROR JUAN una moneda brillante ¿Te comercio es entre objetos que se equivalen en el valor erla brillar? Contempla brillo. Cuán y la utilidad puros reflece lanza esta moneda de plata. Acerquémosla al fuego, FIGONERO. Me diréis, señor, que no está mi humo el su pan ahumaba.
compuesto de los vapores sabrosos de mis comidas? Contemplas, figonero, con detenimiento la moneda ¿Por qué entonces ahumaba su pan el glotón del faquin? Figonero. La contemplo, si, señor, no se me alcanza, Señor Juan. Figonero ¿es que alguien te obliga a con qué queréis que la contemple tanto.
el buen calor del sol? es que la luz del dia pagar por SEÑOR JUAN. Ves con claridad, figonero, como los pagas? Pudiera acaso venderse lo que es de propiedad reflejos que lanza el labrado disco de plata, se doran de la naturaleza. No es de la naturaleza el fuego. junto al fuego y parece eso resplandor de oro, que no no es fuego el propio sol? si el fuego y el sol son de metal más bajo. Si que te agradaria que en vez de de identica indole, como la luz del sol y como su calor ser plata fuera oro como lo fingen estos reflejos! Deses el humo que el fuego produce, y no debe por tanto cansa, figonero, se han fatigado tus ojos.
este humo cobrarse, como no se cobra la luz ni se FIGONERO. No os comprendo, señor Juan: estáis miscobra el calor solar.
terioso hoy. Este juicio de la moneda os vuelve demaFIGONERO. Es que aso yo mis lechones al fuego siado oscuro.
del sol. Es que caliento mi figón con el calor de los SEÑOR JUAN. Es el juicio del humo, figonero. Sin astros? Mi leña me cuesta. Mi leña que da la llama embargo, hay claridad, hay fuego brillante cerca y echa que calienta este enta este figón. mi humo no es el humo de vivos reflejos este disco de plata. Tu codicia es mucha?
es humo, vive Dios; de mis comidas ¡vaya contemplarla, que a no ser asi no te prometo si me cuestant Denme de balde la leña y no me cobren que según cumple te cobres en esta pieza de los lechones, ni los pollos me vendan, sino me los replatexquim. Señor, estoy sobre ascuas.
galen; aún entonces yo es cobraré. Pues estas calzas SEÑOR JUAN. No es sobre ascuas, sino sobre humo ordinarias y estos zapatos ferrados no me los ofrecen donde te has colocado sin más puedo usarlos a trueque de varias piezas de CONSEJERO. Señor plata. aun regateando mucho nadie abarata su precio Señor Juan, me recordáis los oráculos que antiguamente hablaban con misteriosas palabras y por mi bonita cara. Que el faquin me pague mi humo!
Faquin. Egregios señores, haceos con gestos enigmáticos. Vos, por lo regular tan claro, tan sobrio y tan bondadoso, os mostráis ahora oscuro, dición. Es mucha no Dodgo de mi conpintarla; me en las advertencias y cruel en las dilaciones.
palabras que repitan colores sombrios de mi vida. Adivinadla vosotros. Que yo, mejor me entiendo SEÑOR JUAN. iQuién te mandó, faquin, arriesgar tus en cargar las maletas que no en discurrir, así sea de piezas de plata por los vapores del humo. Ciega condición humana. Torpeza de faquines, provecho de figomi mismo. No puedo pagarle a este figonero. Ni he neros! Veamos, figonero, pon ahora el oido atento: lanzo querido afrentarle. En cuanto a vosotros, no he pensado al aire y al duro suelo cae; dla has oido en ofenderos, bajo juramento lo digo. Tengo dos piezas Es de buen sonido, sin duda. Volvamos a lande plata, es la verdad; un generoso caballero me las zarla al aire y que otra vez caiga por el duro suelo, y dió por mi trabajo que ciertamente valia menos. Pero suene: dla has oído sonar. Qué me dices a ello? Es era un caballero, era lo que sois vosotros, mis gentiles de buen sonido, sin duda. Certificas, figonero, que es señores; no era figonero.
la pieza de buen sonido cuando choca en el duro suelo?
FIGONERO. Pagame faquin o te las habrás con mis FIGONERO. Sí, señor, certifico, pero no alcanzo a criados!
comprender.
FAQUIN. Hacéos cargo señores!
SEÑOR luan. Has oido con claridad el sonido de la FICONERO. Haceos cargo, pero sed justos. Pido lo moneda?
que es mio o no? si es mio constituye mi propiedad.
FIGoNeRo. Lo he oido, si señor.
y en siendo mi propiedad la justicia me ampara si yo de SEÑOR. Bueno, obrare con largueza: la oirás sonar ello nuevamente. Vaya la buena moneda lanzada por el aire, y pues eamos, faquin, no te desesperes, trae Sido, caiga en el duro suelo y suene: dla has oido sonar? La acá una pieza de plata.
justicia está cumplida. Te has cobrado, figonero. No se FAQUIN. Señor, considerad mi pobreza! Os burláis han de hacer los pagos civilmente en forma que se de mi, señor. No lo hagáis, sed generoso. Por qué equivalgan los objetos en el valor y en la utilidad? El guiñais el ojo a esos otros señores. Os conjuráis todos pago está hecho: has visto brillar la moneda, y la has para infligirme padecimiento! No creéis lo que oido sonar, era bueno su sonido y su brillo era mejor, os he dicho. Prestáis más crédito al figonero. Misero que hasta de oro parecia. No se equivalen acaso ese de mi. Claro está, qué crédito habria de merecer quien sonido y ese brillo gozados por ti largamente, con el ni el humo puede humo que el faqnin a tu comida ha robado? Digo que Consejero. Faquin no te desmandes en tu estulto el juicio es cierto, y al señor pido confirmación lenguaje. Ni repares en los guiños que el Señor Juan nos hace. Advierte que es de nosotros el más sabio y SEROR JUAN. Retirate, figonero. tú, faquin. ten aquí ecuanime: él te hará justicia. Te ordeno que le entregues tu moneda de plata: harto has penado, misera criatura; una pieza de plata SEÑOR JUAN. Trae acá la pieza de plata. Cómo se que con liviano ánimo preensombrece tu cara, paupérrimo faquin! No te da figo tendemos gozar, corren serio peligro las sólidas piezas nero, compasión verle sufrir? Estas dos monedas de de plata que con pesado trabajo hemos juntado en los plata son toda su riqueza. Tenle piedad, figonero.
años. Las tales piezas de plata no son siempre piezas FIGONERO. Pague el faquin mi humo!
de plata, a veces son harto más, más que oro y que SEÑOR JUAN. Con esta pieza de plata?
diamantes, y suele ser el humo por el que vanos nos FIGONERO. Con esa pieza de plata!
perdemos aún más vano y vil que este humo del figonero.
SEÑOR JUAN. Cómo se ilumina satisfecho tu semblante. Es que tan poco has añascado que codicias (De la obra La Verdadera Historia JULIO FINGERIT Imprenta Alsina (Sauter, Arias Co. San Jose, Costa Rica Sonar?
ahora pagar!
consejero menudo por vano humo delle se debe aprender que a del Gato cort Botas Buenos Aires