REPERTORIO AMERICANO 307 Poemas de Jorge Carrera Andrade La vida perfecta Conejos hermano tímido, mi maestro y filósofo!
tu vida me ha enseñado la lección del silencio.
Como en la soledad hallas tu mina de oro no te importa la eterna marcha del universo.
Pequeño buscador de la sabiduría.
hojeas como un libro la col humilde y buena: y observas las maniobras que hacen las golondrinas como San Simeón, desde tu oscura cueva.
Pidele a tu buen Dios una huerta en el cielo, ma huerta con coles de cristal en la gloria.
un salto de agua dulce para tu hocico tierno y sobre tu cabeza un vuelo de palomas.
Tu vives en olor de santidad perfecta.
Te tocar el cordón del buen padre Francisco el dia de tu muerte. Con tus largas orejas jugaran en el cielo las almas de los ninos!
Tierras, bosques Los labradores con la cabeza desnuda veinn quemar el bosque.
Tapábanse los pechos las encinas virgenes.
Ardian de rodillas los robles apóstoles.
Matias dijo: Nos quitan nuestra tierra.
Pajaros carpinteros, vendrán los telegramas a fabricar sus nidos con briznas de letras.
Pisarán nuestro campo los postes sargentos!
No mis sor encinn, no más fray manzano.
El patojo Tomás, con su cesto de lunas.
hundió su puno cerrado en el ocaso.
Los labradores regresaron al pueblo pinchando con sus trillos la pechuga del cielo.
Corrieron las madres a encuadrarse en los quicios anudándose al cuello um pañuelo de angustia.
y se tumbó llameando el bosque paternal con un mugido de res moribunda.
Hasta después de muchos días los ojos colorados del incendio siguieron asomandose a los vidrios y ensangretando el pan en las casas del pueblo.
Vida del grillo Invalido desde siempre.
ambula por el campo con sus muletas verdes.
Desde las cinco el chorro de la estrella llena el pequeno cintaro del grillo Trabajador, con las antenas hace eada dia su pesca en los rios del aire.
Por la noche, misantropo, cuelga en stt casa de hierba la lucecita de su canto Hoja enrollada y viva, In musica del mundo conserva dentro eserita!
La extrema izquierda La compañera cigarra canta con una astilla en la garganta Conspira entre la verdura contra la humana dictadura.
Carrito dañado, tumbo a tumbo, la cigarra marcha sin rumbo.
Predica y anda Es Secretaria de Propaganda.
Publica en una hoja de col: La vida es dura y tuesta el sol.
Tienes razón, cigarra obrera, de minar el Estado con tu canto profundo.
Los dos formanos, compañera, la extrema izquierda de este mundo!
Microgramas Ostión de dos tapas: Tu cofre de calcio guarda el manuscrito de algún buque maxifraga Canuto vivo y rosado, escribe ceros de vidrio en la redoma el pescado Mandarina Mandarina, mandarina olimo htele tu camisa!
Primera noche de bodas: mandarina rubia y gorda.
Tu inocencia dura un dia, mas tu olor toda la vida!
Nueva oración por el ebanista Tú, que ibas con tu padre carpintero a la altura, Señor, a cortar abedules y hacias con tus ojos parpadear Jos mil ojos diminutos del bncha y con tus tiernas manos llorar a las cortezas, ten piedad por este hombre que hizo plana su vida como un mesa humilde de madera olorosa, No conoció del mundo más que su casa, pobre barco en tierra: y dió a su corazón la actitud de un silla en espera de todos los cansancios Guia, Señor, sus pies por los bosques del cielo y luxle encontrar sus muebles de madera más adictos que perros que no enseñan los dientes y olfatean los seres de la noche.
En tu celeste fabrica, dale para sus manos la garlopa del tiempo y virutas de nubes con aserrin de estrellas.
El desayuno del mundo Las Cuatro horas desnuditats parten en cuatro tajadas la mañana de sindia.
Un ojo azul se abru ca la altum, Aprenden los niños del mundo el Catecismo del azúcar.
Del teatro de terciopelo de la noche salen las ventanas con los ojos bañados en lagrimas.
Los relojes no cesan de cantar su canto de polillo en un huequito de la eternidad.
Van haciéndose agun en el cielo de sandia las estrellas azucaradas.
Toma el mundo recién lavado sus cuclaradas de luz con rebanadas de campo.
Jorge Carrera Andrade Paris, he Envio Gabriel Sileo Deewalitas harlen un de poemes del cunturin Jare role. Yo nos fins De Jane Carr Antradensersato Gurwada del silencio Quita, 19 de notre anterior También sabemos que putin lawrth hay nada. en la de la casa tim