Omar Dengo

47 REPERTORIO AMERICANO LA EDAD DE ORO y temor. Para ello eran menester dos circunstancias, eso si: primero, que estallara una revolución; segundo, que un Lecturas complementarias general revolucionario solicitara sus servicios. Si Vicente mandaba a contestar laconicamente: Estoy a la orden, ya para muchachos podían prepararse Papá y el Gobierno; el uno, a tener un teSuplemento al Repertorio Americano rrible disgusto; el otro, a recibir sinsabores y derrotas sin cuento.
Al segundo dia de haber enviado su respuesta: Estoy a la orden, con gran indignación de Papá, a quien el caso Vicente Cochocho tomaba siempre desprevenido, Vicente habia desaparecido De Las Memorias de Mama Blanca, Paris, 1929 misteriosamente y junto con él ocho, diez o quince peones, Vecinse las entregas y del Tomo en curso.
según las circunstancias. estas bajas ocasionadas por su Las bondades y favores de Vicente Cochocho, como toda das por su vocación médica. Como en su indignación las vocación militar, Papá sumaba con los dedos las ocasionacosa que se da espontánea y abundante, como las frutas dos manos no le dieran a basto, cortaba la enumeración y silvestres, como los dorados mangos en el mes de agosto, resumia la hecatombe: no tenian valor ninguno en Piedra Azul. Su abnegación despertaba con frecuencia el mal humor, y sus mayores bene fiebre amarilla juntos! Es una verdadera peste, es un azote. Es peor, mucho peor que el tifus, la disenteria, y la ficios se recibian al al igual de esas cosas que siendo útiles es la langosta! no volverá nunca a ponerme los pies!
son importunas, como se reciben, digamos, los aguaceros poco llegaban la noticias y comentarios: bienhechores y molestos. Allá, en el pico tal, o en el desfiladero cual. y que está Existia en Piedra Azul una ley impuesta por la costumbre, ley discreta, digna de la sabiduria severa de un Licur las fuerzas del Gobierno. no les deja pasar ni una mosca.
Vicente, emboscado como un mismo león: jacabando con go. Cuando un peón o cualquiera de sus allegados moria no Según parece, sobre estos particulares de estrategia Vihabia ni que preguntarlo. Papá hacía todos los gastos relacente Cochocho era sencillamente genial. Recibidas las ortivos al entierro salvo uno, el del ataud, del cual espontá denes del general o a quien servia, Vicente reunia neamente se encargaba Vicente. Quiero decir con esto que veinte, treinta, o cuarenta hombres, los que fuese menester, los dos médicos afrontaban, cada uno a su modo, el gasto se ponia a la cabeza de todos: iya caminar se ha dicho! Si que ocasionara la muerte de sus enfermos. Al tener noticias como a Napoleon y a Bolívar, la estatura no le ayudaba en de una defunción, Vicente, madrugando si era menester, se iba a la casa, o por mejor decir, al rancho mortuorio, da condiciones le daban tamaño!
tales casos, tampoco a él le hacía falta tal ayuda. Otras ba el pésame en términos muy corteses como de costumbre, Al frente de su tropa, con su plan ya trazado, allá iba para terminar diciendo: Vicente, orientándose por entre cerros, llanos y bosques en por la curna, urna, ya lo saben, no se angustien, yo se linea recta, con la seguridad admirable de las palomas menla traigo la nochecita.
sajeras. De pronto ante un panorama determinado se detenia, estudiaba Aquel dia renunciaba a todo jornal. Comenzaba por pasar la mañana entera de arriba a abajo, en las pulperias, en con la vista el océano de montes y colinas, extenlas casas de los medianeros y en los ranchos de los peodia su brazo corto, trémulo de genio, señalaba con el dedo un punto fijo, y decia: no tendrian unas tablas o unos cajoncitos viejos que le renes preguntando en todas partes que si por casualidad Allá es la cosa!
se iba a emboscar con sus treinta hombres, y jay!
galaran. En honor de la verdad, dada tales circunstancias, todos lo recibían con buenos modos; todos derrochaban ge tagemas, embestidas sin cuento llovian inespera las y fatales del que pasara con intenciones guerreras. Sorpresas, estranerosidad. eso de las doce, recogido el material, se instalaba en un rincón del trapiche con un serrucho, un martillo, y más numerosos que fueran.
sobre los enemigos, por mejor disciplinados, mejor armados, unos clavos y, pin pun, pin pun, añadiendo por aqui, enca Terminada la revolución, cubierto de laureles con sus jando por aila, claveteaba con ardor. Bajo el ardor un treinta hombres ilesos, Vicente bajaba de su olimpo y regreataúd, aunque informe, iba nado el trabajo relativo al intero y creciendo. Termi saba a Piedra Azul.
se iba a la casa, pre Papá se hacia el desentendido.
guntaba por Mama con el encogimiento natural de todo Al siguiente dia ya estaba otra vez con el barro hasta la roel que pide algo, luego de ipsst. escupir por el colmillo en señal de homenaje, también decia: Que «si por casualidad, hierbando las lajas en cuchillas, con el mismo cuchillo de siempre.
dilla limpiando la acequia grande, o en el patio de la casa desno tendria Misia Carmen María unos trapitos negros que ya no le sirvieran. La casualidad no dejaba nunca de tener lugar. Armado así, con los trapitos negros se volvia a su Una casa para la viuda e hijos rincón del trapiche, los cortaba con inteligencia y con economia, los untaba con engrudo y los iba colocando habilide Omar Dengo doso hasta el gran cajón remendado, de tablas viejas, rotulado La Comisión encargada de recoger fondos en Heredia aqui y La Guay. según los cortes y los añadidos, quedaba con avisa que faltan unos 000 00 para completar la suma con que se ha comprado ya, una casa a la viuda e hijos vertido en un ataúd negro lleno de depresiones y de jorode Omar Dengo.
bas conmovedoras, es cierto, pero de un conjunto tan lúguAhora nos toca a los amigos del ilustre finado en Nunca se olvidaba de pegar sobre la tapa dos tiras blancas San José, y otras ciudades, reunir los 63. 000 00 que que formaran cruz. Rematada asi su obra, a altas horas de faltan. Se abre, pues, la suscrición y el Sr. Garcia Monge la noche se la cargaba al hombro y anda que andarás cerro queda encargado de recoger los fondos que lleguen.
arriba llegaba al rancho mortuorio, se detenia en la puerta y: Vienen 1062. 60 Alabado sea Dios. Alabado sea Dios. anunciaba su Maestros de Santa Cruz (Guanacaste)
10. 00 presencia a grito herido. 1072. 60 De adentro le contestaban, naturalmente, que qué gritos eran esos: que si no sabía demasiado que habia un difunto Santa Cruz, 11 de Julio de 1929.
Estimado don Joaquin: en la sala; que a los difuntos se les debia más respeto; que Van hoy diez colones en giro postal, como contribución para la tuviera tino al colocar la urna; que no la fuera a poner en casa de dona Maria Teresa de Dengo. Ese dinero fue donado por el medio, sino en un rincón donde no estorbara el paso; y algunas maestras en la forma que sigue: que puesto que allí estaba, que se sentara y que se tomara Clorinda de Morales 2. 00 su pocillo de café y hasta, si queria, un vaso de aguar Belarmina Acuña diente, Hechas estas observaciones seguían hablando desa Ernestina Acuña foradomente.
Maria Luisa de Noguera Total 10. 00. Cochocho el de Piedra Azul, jasombrense ustedes. era Sin más saluda a usted atentamente, nombre que se pronunciaba en muchas partes con respeto Maria de Noguera que el 00 50 50