tRepertorio Americano SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XIX San José, Costa Rica 1929 Sábado de Noviembre Núm. 17 Año XI. No. 468 SUMARIO El nacionalismo de Rabindranath Tagore Mi señor el niño.
El Mensaje de México.
Baladas Bartolomé Soler y la tragedia española.
Revisión de Galdós.
Marti y La Edad de Oro Francisco Garcia Calderón Rabindranath Tagore Magda Portal Pallals German Arciniegas Salvador de Madariaga Ernesto Morales Los brazos en cruz de Alfonso Fabila Henry Ford Aniversario visto Vasconcelos visto por Hispanoamérica Estampas.
Testimonios Tablero.
Gustavo Ortiz Hernan Mario Sancho Carlos Deambrosis Martins Juan del Camino un pueblo se Nos sorprende que el El nacionalismo de Rabindranath Tagore rresto, acabaria la variedulce poeta Rabindad en el universo. Tadranath Tagore, para de De La Nación. Buenos Aires.
gore, austero moralista, finir su actitud de de predicador y de considera que Occidente, donde ende tales augur, emplee el término nacionalismétodos imperan, ha roto con los premo. Pero él nos aquieta pronto y nos ceptos de la ética. En vano buscamos explica que el acto del el nacionalismo asiático en su historia reciente impulsos prodifiere fundos. En la sobrehaz de países enpodemos, en verdad, emparejarlo con sencialmente del europeo. No tonados hallamos figurillas de un teael de Corradini en relación con Italia tro de titeres, soldados, politicos, bua fines del siglo xix o el de Treitsrócratas y fabricantes que avanzan y chke que endiosó a una injusta Aleretroceden movidos por hilos invimania. En Oriente, y sobre todo en sibles.
la India, el patriotismo en sus afirSuperficial, la cultura de las naciomaciones es conocimiento de sí, prunes occidentales es también unilateral.
dente defensa contra una politica inEn vez de favorecer el desarrollo de trusa y sincero deseo de vivir en todas las facultades del ciudadano, arpaz.
moniosamente coordinadas, sacrifica De tal manera desconfia de Europa formas más altas de existencia a preel magnifico poeta, que la idea de naocupaciones de orden inferior. Tagore ción, en el sentido occidental, le painsiste en enjuiciar a sociedades para rece estrecha y peligrosa. En efecto, las cuales riqueza es el único norte se organiza y ajusta fuerzas deseable. También ambién el millonario gana para un fin mecánico. La nación eudinero a costa de su alma y se emropea no se limita a conservar rvar los pobrece moralmente.
bienes adquiridos o heredados, sino sino que Los orientales consideran que el nadescubre y domina mercados, crea cionalismo de guisa occidental culminó sin cesar riquezas, aquista colonias, en la gran guerra, quinto acto en la asocia para la expansión necesaria la tragedia de la falsa apariencia. En guerra y la industria. Tagore compara tonces se desgarró el velo que velaba Estado moderno con una prensa realidades funestas, cada país contemhidraúlica impersonal eficaz en su pló su alma desnuda la miseria de acción. La fuerza que emplea y ensus creaciones predilectas. Cada cual, diosa es una simple abstracción, una para conquistar la tierra, habia olvidasuerte de producto científico destinado do las necesidades de su espiritu. En a enflaquecer de mil maneras la pervano se aturdian con palabras y promesonalidad del hombre o a destruirla.
sas. Dementados, en furiosa danza maSus críticas a la nación parecen cabra, combatieron hasta morir. Aprendirigidas al Estado, tal como es condieron al fin, pungidos por un supremo cebido en los continentes europeos y que eran hijos de Dios y habian americanos. Exagerando el alcance de olvidado su sus apreciaciones, el escritor hindú Esta cultura, que no satisface intcondena en las naciones cristianas lo mas aficiones del hombre y que proque denomina canibalismo, es decir, la duce catástrofes, debe fenecer. Tagore voracidad frente al extranjero, la trisel acabamiento de sociedades te necesidad de nutrirse con la sangre sin religión y sin grandeza. cadentque de los demás pueblos. Las naciones quæ nunc sunt in honore. Según él, se poderosas y beligerantes, por al da en el el mundo una inmanente y secrecimiento de otras vera ley moral a la cual deben somequilan gérmenes que podrían desarrollarse con libertad, limitan, estorban, Rabindranath Tagore terse individuos y pueblos. Si solo la obedecen los humillan. Si topan en otras regiones los primeros y las naciones urlan de ella con pertinaces cricon un nuevo impetu, con la afirmación de si mente intereses para poner en jaque a posi menes, al cabo el ciudadano sufre de la injustiy la exuberancia, pierden el sosiego. Ex bles rivales cia colectiva y se siente debilitado y vencido plotan debilidades, espian en la acción ajena Carece de idealismo y de nobleza este na Una cínica desconfianza para todo lo que es intercadencias. Como en un inmenso tablero cionalismo consumido por ambiciones de lucha sagrado y fundamental va extendiéndose, y de ajedrez, mueven piezas, manejan insidiosa y de expansión. Si dominara solo, sin contra sufren un ostracismo las almas libres.
dolor, su hogar celeste.
vaticina el temor de otras sociedades, ani