Violence

340 REPERTORIO AMERICANO restaurant, Bueno chistes mi vive es hombre era yo era yo pag no podia entregarse confiadamente a mi amistad.
Quién eru yo Tanto podia ser un hombre de bien como un bandido, La seducción tiene caras tan plácidas y tan inocentes!
En fins el tiempo y el tren devoro con su maron constante los largos kilómetros, cercando las ciudades entre si. Yn oscurecia. En un momento de silencio, la joven consulto su veloj e hizo ti cesto de impaciencia. Dio mio! Fulta solamente media hora pitra llegar a Milán y todavia no se me ocurre que hacer.
Reaparecia la dificultad. Yo volvi a mirar por ventanilla y easi cogi una revista; pero pense que no era correcto, así como estaban las costs, distraerme leyendo, cuando un buen comprimero de viaje se encontraba en un atolladero. Pero que podin hacer yo? De repente me brots urin solución; pero una solución tan natural, tan clar que me puse a reír solo, goxoso. Qué lo pasa a usted, rie?
Rio porque se me hu ocurrido una solución para su problema Vamos a ver ¿Usted conoce el barrio o la calle donde esa familia amiga snya?
Sé la calle, lo que ignoro es el número Pues bien, oign usted Vamos a llegar Milan a las siete de la la noche, hora en que es peligroso one ima joven como usted se aven ture a buscar un número que no sabe, en una calle que no conoce sino de nombre. Qué hacer? mi me parece amay sencillo. Yo voy al Hotel Continental; alli me conocen, pues siempre alojo en el cuando vengo a Milan. Usted Se viene conmigo, duerme el Hotel y mamana en la maina va a buscar a esa familia. Qué le parece?
Me quedó mirando con fijeza y después sonrió con aire picaresco. Ir yo al Hotel Continental con usted? Oh. Por qué oh?
Vamos, no sea usted ingenuo. Si se figura que soy tonta. Pero por qué?
Volvió a mirarme fijamente, queriendo encontrar en mi rostro el oculto motivo que me movin a hacerle ese ofrecimiento. Qué uispecto y qne itopresión verin ella en mi Lo ignoro. Sin embargo, estoy seguro que mi cain expresaba a la la alegría del hombre que ha hallado un recurso para sacar a un amigo de un apuro y que se lo comunica alegremente diciendole Oye, untito, se me ocurre tal cosa.
Soporte su mirada sin pestañear, mirándola con franqueza. Esto la desconcerto un poco: Pero in duda persistió: gracins dijo Le agradezco su ofrecimiento. Tengo aún la esperanza de que me esperarán en este tren.
Bueno, como usted quiera. Yo la he ofrecido usted eso es con el buen deseo de ayudarla. Si, si, se lo No vale la pena Milán. Piteos de la máquina, gritos de los mozos por las ventanillas, ofertas de hoteles y pensiones. Me levanté, cogi mi maleta y tendiendo la mano a mi compañera de viaje le dijo: He tenido mucho gusto, señorita.
Igualmente. Addio.
Addio.
Baje. En el anden encontro il mozo del Continental, quien tomó mi maleta saludándome afectuosamente.
Esperaremos un momento, señor medijo Goiere, comeremos algo a la vuelta en cualquier voy a ver si hay mas pasajeros para el Hotel. Bueno, esperaremos Estuvo un momento pensando Prendi un cigarrillo y me distruje mirando Bien dijo después acepto. Dejeme que el ir y venir de la multitud que llenaba la me arreglo un poco y en seguida salimos.
estación. Pasó un momento, y de pronto, de Volvió luego, bajamos y salimos a la calle.
entre los grupos de viajeros, visurgir mi Nos iremos a pie. Esta cerca compañera de viaje.
Miraba hacia todas partes desorientada; la Nos fuimos charlando. Yo iba muy contento llame Me encanta pasear y conversar con una mujer Ah! es usted?
que no tenga relación sentimental alguna con¿No hu encontrado a sus amigos? migo. Va uno tranquilo, despreocupado, sin. No seguramente, nl no verme llegar en el tener la obligación de mantener una actitud rápido de Paris, han creido que ya no vendrin constante. Además, la convicción de estar rea y se han marchado. Dios mío! Qué voy a lizando una buena acción, distruyendo y acomhacer ahora?
pañando a aquella muchacha ensi perdida en Yo no contesté y mire hacia otro lado. Ella la ciudad, infundia en mi ánimo alegre continuo mirando a un lado y otro, levantan desenfado tornándome locauzy y risueño, cosa dose en la punta de los pies para ver por encimuy rara en mi. Decia cantaba trozos ma de la gente, buscando algún rostro amigo de canciones italianas en boga por esa époen, Daba golpecitos con los pies y zamarreaba ner caminaba a grandes pasos sobre la acera, ade viosamente su maleta. Vino el mozo del Hotel. lattudome ello, y volvia después atrás. Andiamo, signore.
haciendo gestos y riéndome. Concluímos por Me volvi hacia mi compañera de viaje y con reirnos a carcajadas. De repente la tome del tono tranquilo le dije: brazo. Me miro asombrada y casi con disgusto Me voy, señorita, pero perdone usted que Pero me importaban ya sus miradas.
Estabu nlegre por mí mismo, y si ellu sehantes de retirarme le repita el ofrecimiento biera marchado repentinamente yo no lo habría que le hice en tren: venga usted conmigo al Hotel, duerma usted allí y mañana buscalamentado sino por el hecho de no tener ya re sus amigos. Yo no me marcharia tran con quien conversar y a quien decir bromas, quilo si ¿Qué figura haria yo nutella Qué clase de si usted quedara aqui abandonada.
Esta vex no me miró fijamente. Inclinó la ella? No lo sé.
cabeza, confusa y como avergonzada, no sé si Llegamos al teatro. La Dase representaba por necesidad en que se veia de aceptur lo Magda, de Suderinann. Durante la función se que yo le proponiu o porque reconocin en ese apaciguo mucho mi alegrin, sobrecogiéndome momento haberme juzgado mal. Después le el espiritu la impresión sombria de aquella vantó la cabeza, me miró y una graciosa sontragedir. Cuando termino salimos y tomamos risa abrio y estiró sus labios.
camino de vuelta. sin hablar, impresionados aún Caminamos si varias cuadras Bueno, me voy con usted dijo.
no habiamos comido y Subimos a un omnibus que el Hotel Conticomo nos encontrábamos en el centro no fue nental tiene para el servicio de sus pasajeros, encontrar un restaurant. Entramos en Iban dentro varias personas. Ibumes callados el Olimpia, un poco restaurant y un poco café pero de pronto ella se inclino hacin mi y poniendoine um mano sobre el hombro dijo, en galante y ocupamos un reservado. Qué va asted a servirse?
voz baja y marcando bien las palabras. Supongo que usted pedirá dos piezas en el. Muy poca cosa. Algo le caldo y carne fria.
Café. Nada mis Hotel: una para usted y otra para mí. Yo también No tengo gran apetito. Seguramente, señorita; una para usted y No vaya usted a pedir vino me dijo brusotra para mi.
camente.
No dijo nada más durante el trayecto. LleNo, señorita; yo no bebo.
gamos al Hotel, entré en la Administración y Comimos, riéndonos del mozo que tosia y pedi dos piezas. Casualmente habín dos, en el golpeaba la puerta cada vez que necesitaba ensegundo piso, una junto a la otra, con comu trar. Terminamos y satimos. La noche era may nicación. Así se lo dije a ella. Pregunto: hermost, tibia: Llegamos al Hotel, subimos. Tendrá llave la puerta de comunicación?
y antes de entrar a caerto, con gran extra Sí, tiene pieza de mi parte, oi que me decía: Entonces, bueno No tengo mucho sueño. Si quiere usted, Me irritó esa extremad prudencia y la dije yo me acostaré y después vendrá usted a char bruscamente: lar un rato. Pero se irá cuando yo se lo diga.
Si quiero, pediré para usted una pieza que Bueno. Pero yo voy a ir en pijama le dije, esté bastante separada de la mia.
riéndome.
Me miro sorprendida, extrañada y comodo Me miró, y en su mirada habia ahora un lida por esa repentina violencia poco de ternura, de afecto, de gratitud, no se No, no; así está bien murmuro.
que habia; pero lo cierto es que yo senti que Sabimos. Nos indicaron nuestras respectivas algo cambiaba en ella, que su durexa para habitaciones. Entré en la mia y procedia conmigo desaparecin y que yo entraba un poco hacerme una ligern limpieza. Cuando estuve sin listo sali al pasillo y fui a golpear a su puerta proponérmelo, en su corazón y en su con fianku Usted es un hombre de bien me dijo, Sur. Yo, señorita; su compañero de viaje. vemente. després agregó sonridndo. Un momento; ya voy. Vengu en pijama, con tal que esté limpio.
Abrió.
Quince minutos después, en pijama y zapa. Qué desen usted?
tillas, saboreando un cigarrillo, llamen la. Voy a hacerle una invitación. La convido puerta de comunicación. Ustedes han viajado ver trabajar a In Duse. Como la función algunu vez, con un amigo, una amiga, un empieza muy temprano y ya son las ocho, no hermano, el padre, todo un din a través de tendriamos tiempo para comer Pero, si usted on región extranjera. Durante el viaje se corde de pronto que no No, muchas Agradezco. Quién es