Violence

REPERTORIO AMERICANO 143 ¡Oh, nero y tan zonzo para decia; como palmo y fatigado que todos se habían marchado, volvía a entrar en la chacra, no podían detener en su camino, ni mis fuerzas, ni mi estraya derribando la tranca, ya colándose entre los hilos del tegia. ni mis cóleras!
alambrado. Ah! Yo inventaba contra el enemigo armas de guerra lo que me ha hecho sufrir la tal bestia! Mi padre, complicadas, feroces, dignas de los pueblos más salvajes de que no podia mantener a los peones ocupados en apalear al la tierra, armas abolidas por el derecho de gentes y que miserable, solia encargarme muy serio: hubieran rechazado los antropófagos más bárbaros.
Mira, hijito: me voy, pero en cuanto tú veas que el Pero todo era inútil. Aquellas lanzas, aquellas boleadoras, buey bayo se quiere entrar en la quinta, hazlo correr por aquellas hondas mortíferas, todo se estrellaba, todo resultaba los perros. Yo tenia un perro blanco, un perro de Terranova inútil para detener a aquella montaña overa cuya manseque se llamaba Carhué, y que era tan grande como un terno servia Los perros de Terranova: serán todo lo útiles que tú quieras, checer. sacandolo a chirlos. y mi padre diciéndome en son para maldita la cosa. Oh! lo mismo, siempre la amarga derrota, los peones. allá, al anopara buscar viajeros perdidos en la nieve, pero lo que es de burla: para correr bueyes mañeros resultan un fracaso. Bueno, Vaya, amigo, que había sido zonzo.
fiabe wecha: honrado por la importante misión que me conmi padre, yo me ponía en acecho bajo los grandes árboles ¿Qué te parece?
del patio.
atio Carhue se situaba allí a mi lado, con una lengua El otro gruñó un jhum! ambiguo, y el joven, tras un de a breve compás de silencio, prosiguió con un dejo de tristeza de antemano.
El buey bayo repechaba lentamente la loma que había en su voz varonil: al fondo del potrero y paso a paso aso veníase acercando, inexo. Bueno; ya mozo, ya desilusionado, escéptico, con el corable y fatal como la muerte. Ah. La bestia maldecida!
razón enfermo de amarguras y harto de ver miserias, he vuelto veces se detenía un momento para escuchar. sin duda.
a encontrar la bestia aquella encarnada en el espíritu de nuaba la marcha interrumpida cada vez más resuelto, cada para ver si había moros en la costa, pero muy luego conti ciertos hombres. El hombre buey, amigo mío, es un hombre objetode la vez más atrevido. Llegaba a la tranquera y con sus cuernos de presa, no con la audaz arrogancia de un padrillo encelado, enormes levantaba los palos. Carhué, gritaba yo entonces no con la saña del toro. Marcha como un buey, marcha frenético. Chúmale, Carhuél y llenos los bolsillos de cascotes como aquel buey inservible y mañero de mi cuento, que iba me lanzaba contra la bestia con denuedo: paso a paso hacia los zapallos que ansiaba, dejando tiras de. Fuera, buey. Ladrón. Sin vergüenza!
cuero en los alambres de púa y soportando con estoicismo Pero él, despre de volver la cabeza mansamente para asombroso las más tremendas palizas.
ver, sin duda, quienes eran sus atacantes, acababa de derribar ¡Ah, hermano! Yo lucharia contra todas las fieras de la los palos y sin llevarnos el apunte. tomaba a través de la tierra; pero con él, jamás. El hombre buey me anonada, me huerta y pisando las plantas, el camino de sus lugares pre aplasta! Oigo sus pasos lentos, pesados, resonar en mi cerebro y veo su grupa enorme, su grupa prosbocidea oscilando en. Fuera, buey. gritaba yo hasta enronquecer, y le arro la marcha. Va a los zapallos y llegará si no se muere.
jaba cascotes, mientras el haragán del perro creyendo cum. Lo que es yo, no lo atajo!
plida su misión, con dos ladridos innocuos, se sentaba a Calló el joven y hubo un largo compás de silencio.
contemplar la lucha desde lejos, o bien para entregarse a una Después, dijo el otro con sonrisa forzada: toilette tan importuna como intima. Sos un rico tipo. Qué macana. Oh, cómo caia el sol a plomo sobre mi cabeza y cómo volvieron a quedar en silencio.
la sangre martillaba mis arterias, mientras corría tropezando entre los surcos en pos de aquella bestia infernal, a la cual Benito Lynch dilectos.
Está con nosotros, en estos dias, Bartolomé Soler, el novelista español de Marcos Villari.
Nos honra hoy con un articulo. Prosa encendida la suya. Le tendemos las manos, agradecidos, y amigos.
fuerte impresión que me produjo la lectura de su largo y modular trabajo, como que yo lo glosaba, leyendo, acápite tras acúpite; pero, como siempre, no hay tiempo para las cosas queridas y fundamentales. Será más tarde; me daré este gusto del palaleo en público de ideas. Está muy bien que aparezca un bulto blanco entre las masas coloracias y negras que nos tapan el pobre horizonte y que nos revientan los ojos en Américn.
Sabe usted cómo le quiere, le admira y le sigue su vieja amiga, Gabriela Mistral. Patria. San Salvador. Direción temporal: Villa Saint Louis, Bedarrides. Vaucluse Francia que fuera Ta blero 1929 tra América y a disipar las nubes caliginosas que enturbian su horizonte.
Maestra y Amiga, que su voluntad se cumpla; que su palabra se haga carne; que su sueño se vuelva flor y espiga!
Fundaremos el Partido Vitalista. Masferrer Gabriela Mistral y el Vitalismo Vaucluse, 11 de julio de 1929.
Señor don Alberto Masferrer, San Salvador Distinguido compañero y amigo: Hace mucho tiempo que deseo escribirle, primero por un asunto general y luego por uno particular, y esta vida dispersa no me ha dejado darme este regalo.
Queria decirle que me llenó de complacencia su tra leído en el en el Repertorio sobre MiNIMUN VITAL. La doctrina es sabia y limpia de violencia; sn exposición es elevada y clara; el partido que de allí salga tendría un carácter moral, extraño a casi todos los partidos que infectan nuestra pobre América. Advirtiéndole que he evitado toda mi vida sumarme a partidos, le digo que si usted organiza una colectividad en torno de esa doctrina, puedo anotarme como adherente, y activa, si usted lo necesita.
Mucho debería y querría decirle sobre la El Partido Vitalista. Gabriela Mistral acaba de pronunciar la palabra que nosotros vacilábamos en decir: El Partido Vitalista.
Esa palabra se agitaba en nuestro corazón y hacia temblar nuestros labios; pero le conteníamos el vuelo, temerosos de que la incomprensión ambiente achacara a móviles mezquinos el intento de soltarle las alas.
Tanto nos entristecen y descorazonan la malicia, la ignorancia la pereza que nos rodean, que ya nos resignabamos en cualquiera parte, menos aqui, donde se enunciara la palabra realizadora: LA DE ENCARNAR EN INSTITUCIONES COSTUMBRES, EL CONTENIDO VIRTUAL DE LA DOCTRINA.
El Partido Vitalista! Son los labios aus1 teros, el cerebro radioso y el corazón sin más cula de de Gabriela Mistral, quienes han dicho y consagrado esa palabra. Es de las entrañas de su vida, toda ella consagrada a la justicia a la verdad, de donde ha surgido la afirmación de que esta doctrina es doctrina de concordia, de salud, de reparación y ficación. es ella quien dice, que la doctrina necesita cristalizarse y organizarse en una vasta asociación que se llamará El Partido Vitalista, el cual vendrá a desinfectar nuesQUE HA trabajo de importación El libro barato La Cámara de Representantes aprobó ya en segundo debate una ley que modifica el arancel de aduanas y uno de cuyos articulos viene a eximir a los libros en rústica de todo derecho de Estimamos como un gran acierto legislativo la aprobación de esa medida, que tiene un alcance más largo del que puede concederle el grueso público. El libro barato es el vehículo más seguro y más utilizable para la cultura general de un país. es casi una perogrullada afirmar que la mayor parte de nuestros conflictos internos se agravan y agigantan merced al desconocimiento en que vive el promedio de la población de los problemas que con sus más apremiantes intereses se rozan. Al de puri