120 REPERTORIO AMERICANO de Deios.
cosas dichonegar nadie.
parar; eso no podrá de arte que se ner sus To que y al comparar.
usiones, fabrisado. El antiguo porvenir no dejará ya por tatua romano en este ICARE doméstica, que diferencia de tantísimo escritor Rodó y Zorrilla de San Martín vo, pero un episodio al fin. La belleza hispanoamericano que viene a clásica se integra con la fundación de Europa a pregonar su suficiencia, De La Prensa, Buenos Aires la caridad por Cristo. Pero ya el diayo he venido aqui a remediar la mia, y como le ocurre siempre a logo de Platón con los dioses estaba quien no busca la luz de la notoen su plenitud, y esto es lo que le riedad sino que se se complace en la atrae. Su pensamiento daba un salto misericordiosa penumbra del aprenlas proximidades del islote marmoreo trás del cristianismo y fondeaba en dizaje, le son reveladas que, si en veces las sabia de antiguo, nunca le está de más el Zorrilla no; ve en el cristianismo palparlas el fiel de la balanza humana, no un vivamente como le ocurrió al so apóstol Tomás. Viajar es comepisodio trascendental, sino el ferlo mento renovador del mundo agotado EI abandona su patria para por los sofistas en la belleza del heleque ens plantas en otras tierras do nismo, un elemento de el sol cae más o menos oblicuaintegra con la idea moral definitiva mente sobre los hombres que las del cristianismo, que viene a ser la clave del habitan, compara, y enigma explica el resume lo padeduce, hace sus conclusiones, ca una filosofía que tendrá, quizá, mismo es sintesis con la caliente improvisación de lo amuna originalidad inenarrable. El bulante, griego solamente griego, es una espero que no todo el resto de sus días se vincumuda en el alma: el lará indisolublemente a su experiencristianizado encierra las tres ideas radiales de la civilización occidencia personal y contribuirá al afinatal: el cristianismo de su fe, la idea miento de su espíritu hasta entonces de fuerza imbuído de lecturas, reflejo de reflejos.
o poderío político como elemento expansión o hundido bajo el ritmo monocorde de la voz de su país nat la herencia de todo lo y sto El pensamiento de Rodó. desde que yo empecé a viajar por esta España de mis nobles abuepuedo cristiano y aún católico haspermanece nebuloso. Rodó halos, me he dado cuenta de la auténtica ta ya entrada su juventud opulencia del subsuelo intelectual Renan le quitó la fed precoz.
que los que hoy la habitan pisan no estaba contra pesada por una ilusdesdeñosamente, mientras su brújula Rodo espiritual señala otras regiones en ideas de un Jesús sólo hombre le donde la miel extraida de viejas llegaron envueltas por la seducción colmenas no tiene el sabor deleitoso de los enares vernaculos. también, y una fecunda promesa de actividades cierra un extraordinario interés estético, del estilo serenísimo de Renan, discipulo de Le Hir desde esa fecha, he empezado yo a en intelectuales para el porvenir?
cribe sus primeros ensayos literarios en y de Strauss. Cuando Rodó esque mi patria uruguaya tiene al En el contemplativo temperamento de la Revista Nacional, de Montevideo, ya guna contribución que dar al acervo de Rodó, decir las cosas bien era una forno tenía de su fe católica sino un relas doctrinas filosóficas, no de esas de ma de practicar el bien, la caridad: no cuerdo amable. Porque Rodó jamás sintió illado y fichero de que empiezan a lo es menos para Zorrilla de San Martin, abusar ciertos eruditos catalogadores, más hacia la religión católica ningún género sólo que el predominio del factor moral que historiadores, la propia España.
No; refierome a conceptos de la vida con en el pensamiento de éste le hace decir que abandonó su piadosa tienda sin enque incluso el saber mismo puede ser, en ni conos acritudes. Era de una delicadeza instrumento de nuestro destino; que la ocasiones, fuente de acciones reprobables. y tolerancia prácticas, en materia de ideas, vida no es fin en sí misma, como enseña Son dos maneras de ver la vida, como fin que producía en su interlocutor la pripor los tablados españoles ese hábil ges como medio. Para Rodó, el decir las cosas mera y más justificada de las admiraciones ticulador calcado en una sombra de Sha bien ya era un principio de buena acción: Zorrilla es más desconfiado y no se sapersonales. La circunstancia de que su kespeare que se llama Jacinto Benavente, Zor madre era lica, asi como toda sino medio, conducto, viaducto de las tisface con las bellas palabras, sino que, su familia, le hacía estar en esa situación dad que pasan a través montañés muerto sin de cordialidad con estas ideas nuestro compuesto humano.
dar de espléndida floración lírica que y cuya sindéresis conocía acabadamente.
Sí, yo he aprendido que mientras José de él esperábamos, Ignacio Zaldívar, ha Esto ha sido dicho que no se se vaya Enrique Rodo predica el «decir las cosas inscripto en su estandarte esta sentencia a pretender que yo he querido contrapobien. Zorrilla de San Martin observa estética que es, también, una fórmula de ner, ideológicamente, el pensamiento reque hay que hacer las cosas bien. bien vivir: ligioso de Rodó al de Zorrilla de San no porque haya contraposición entre amMartin, Arriba buenos versos. y abajo buenas obras.
cuya cordialidad personal, entre bas recetas de arte y de belleza (para paréntesis, fué estrechándose cada dia Rodó el arte, la belleza Fácil es, por lo tanto deducir la posi hasta el fallecimiento del gran biógrafo sino porque, preponderantemente, en el ción de Rodó y de Zorrilla. Uno piensa en de Bolívar.
ensayista delicioso de sale el arte la gracia de Grecia, el otro en una Grecia He querido referirme solamente a la como normal vital en gracia. Pero, ces que se detendrán ahí posición intelectual de cada uno, girando, bare y La La epopeya de Artigas la la norma las disparidades del programa respectivo naturalmente, en sus respectivas esferas encierra. de conocimiento y criteriología, como no mosura.
Rodo y San podia menos de ser así. Por otra del arte; el otro escala la cumbre del Martin? No; van más allá. Rodó con arte por la senda de la verdad moral.
lite personal una intensa firmeza que su prosapia de de Rodó, su conducta Son dos formas de llegar a Roma, por raria le hacía remontarse más arriba de como persona privada y como ciudadano más que más recta haya sido la del se la afirmación cristiana; él decia, claramen político, por ejemplo, el mejor y más gundo, y más variada y pintoresca del te, venir de la concepción estética de los acertado de los respetos. Rodo cumplió primero. No son, en nuestra desértica helenos del siglo antes de nuestra era. siempre los deberes propios de su estado América, para las cosas del espíritu, por El cristianismo para Rodó, es un episo y condición, fué un hombre perfectamente ventura, estas dos normas, algo que en dio de la civilización, un episodio perfecti normal en sus relaciones públicas y fatrever aguas de eternidad como Doeta cuya lógica de para eza para Zorrilla. de Ariel y en el épico de Tael encreia tendrá