Violence

40 REPERTORIO AMERICANO en aquel puente la pers Riera su protagonista. Para Para conseguir dicho vorágine el El poeta de la selva: constante palpitación de vida una zona desde Colombia un libro del cual que abarca desde el Cauca al Casiquiare tenis yo alguna vaga noticia por las José Eustasio Rivera desde el Atabapo al Marañón?
notas bibliográficas pellizcadas aquí y No son muchos los personajes de La Dada Nacion. Buenos dire alla sobre el tomo en cuestión. Acompacordgine. Pero es es tal el movimiento de haba a la novela pues de ello se trasu acción que en un instante dado de taba un carta muy cariñosa, que conla novela, en cualquier momento, mientesté en igual tono, dado el evidente tras tales personajes descienden al Cudesinterés, la lealtad y la recta estimarieuriari en jangadas. a quinientos ción que campeaban en aquella kilómetros de los primeros e intimaCambié con el autor algunas cart mente ligados a ellos por el mismo drama, más. La simpatía del escritor no alcanfuerzan a la sirga los raudales del Inizaba exclusivamente al colega distante.
rida, en tanto que más lejos otros perEn casa se recibieron folletos del Museo sonajes remontan en piragua las fuentes de Historia Natural de los Estados Unidel Vichada, y más alla aun otros cruzan dos Tel autor se hallaba entonces el desborde del Vaupés echados de pecho pais. subscripción por no sé cuántos años sobre un tronco que impulsan oon las magazines de viajes y aventuras y manos entre la espuma, a falta de remos.
Gltimamente una primicia literaria: El La pasión de los personajes, la de San Luis Rey, que constituia sión de la selva y de la acción misma la pa en esos nomentos un éxito de librería.
laten con tan cruda vida que no es El nombre de este escritor era tan indispensable haber apurado nunca el familiar en nuestra casa que vaho de la selva para sentirla remontar pectiva de conocerlo un dia. en un hasta las mismas narices. Se respira selva: siempre retardado viaje al trópico, fortal es el soplo épico de su evocador, y maba parte de nuestro sentimiento de tal la energia de su expresión.
familia.
Entre los caracteres delineados al buril Esto era ayer. Hoy, tras un brusco de La cordgine uno de telegrama de la prensa que anunciaba extraordinario relieve: el de Arturo Cova, su repentina enfermedad, un despacho Vichada. Isann. Vaupés. Inírida, Amade Nueva York nos informa de la muerte zonas, Guainía, y se tendrá el campo relieve su creador ha recurrido al mismo de José Eustasio Rivera, autor de La de acción de los caucheros, sólo para resorte con que animó la selva: la verdad Colombia sin trabas, la realidad aguda y punzante él se trataba, en efecto. No es comUn toque de rebato sobre aquellas hasta la alucinación a veces. Ni un solo preusio denuncias de lo que pasaba en el Putuvelo sobre creada por breves cartas, con tanta agua carácter de Guip sentimental, voluntarioso, retórico, y tierra de por medio, sin un lazo, sin mayo fué, sin duda, el objetivo que tuvo Rivera por delante al escribir su novela rado, borracho, generoso. Todos sus deun foco bastante cálido y poderoso para Se necesita para sentir esos horrores, fectos y virtudes se resumen en la priunirnos en un solo afecto a través de que ni rozaban siquiera su traje de hom mera frase del libro con que el protala tierra y el agua que nos separaban. bre de fortuna, uno de esos corazones gonista inicia el retrato: Este foco alimentabanlo: en él, una leal que se van haciendo raros en los hom. Antes que me hubiera apasionado estimación confirmada desde la primera bres de letras. necesitaba también, por por mujer alguna jugué mi corazón al linea de su carta inicial: su misma condición de hombre altamente una inicial: en mi, una azar y me lo ganó la violencia.
admiración sin limites el extraordi vinculado al mundo poeta de la corágine.
Violencia, en efecto: violencia en el y la politica, de singular para atacar corazón y en el carácter, en el ambiente, rofeso la expresión poeta, cauchera, que en desquite podía sofotratándose de un novelista, pues La voen la expresión, tal es el metal viril con el nenor esfuerzo.
que se ha forjado La vorágine, y que ragine es eso por encima de sus grandes Pero si el hombre de temple se de moldeó también sus flaqnezas de escritor.
calidades: un intenso poema épico, donde tuvo entre el Isana y el Guainía, junto Entre sus critices más de uno ha emila selva tropical, con su ambiente, sn al Guaracú, jugando su nombre y su tido la probabilidad de que la ficción elima, sus tinieblas, sus rios, sus indus vida a la redención de unos cuantos del protagonista no fuera tal ficción.
trias y sus miserias, vibra con un pulso miserables, su temple de artista abarco Desde que he leído su libro decia no el trópico entero. lanzar, por decirlo mi tura americana.
Por una rara virtud. no tan rara, si logro arrancarme a Arturo Cova de la asi, a los ojos mismos del lector el pamefitico norama inmenso, torrentoso cabeza. у bien se mira. tal vez no fué la evocano por razones de simpatia nefasto de la hoya amazónica.
al personaje, puede creerse, sino por la ción de la selva el punto de mira esencial del novelista al planear su libro. la selva no haya azuzado hasta el deNo hay pasión de sus personajes que tremenda cantidad de vida que supo infundirle su animador.
Si bien Rivern conocía tal ambiente por lirio como una vasta terciana. No hay Evocador de ambiente, creador de casus largas temporadas de vida en el en la novela agonia de mortal alguno racteres nada, siquiera la varonil monte, le era extraña la gran selva ecua que la selva no haya sufrido con dolor belleza faltó al gran escritor. Su aliento torial. Como miembro de la delegación de Colombia partida a delimitar las zonas dual desde que el hombre penetró en épico no lo poseyo novelista alguno en ella a desangrarla.
América. pasarán muchos años antes que desde los tiempos de la conquista disputaban Ecuador, Perú, Brasil, Vene¿Cómo logra el novelisia mantener en que nuestro continente de a luz un poeta de tal valer.
zuela y Colombia, el novelista conoció, En los instantes en que escribo estas de vida, que las miserias Horacio Quiroga lineas el correo trae a casa una nueva de sus personajes transparentan, lo que revista remitida desde Nueva York por es la selva al desnudo, viva y palpitante, Rivera. Triste cosa es esta póstuma y sin afeites retóricos Pero conoció también, en Repertorio Americano viviente ofrenda de amistad, cuando ya misma El Convivio comentamos su nombre como una gloria entrata tenebrosa, la explotación del La Edad de Oro del pasado.
cancho, no bastante execrada, a En su última carta Rivera me hablaparece en las denuncias que hace anos do completar tomos y colecciones, con leitor Mehno curso de conseguir nimeros tras ba de la probabilidad de hacer aqui uma se conocieron y se siguen conociendo edición de La cordgine. Según sus deseos.
todavia con el nombre de Los horrores yo debia prologar el libro. Ahora lo del Putumayo hago, grande y pobre amigo. Pero no Donde dice Putumayo léase también como tu lo esperabas.
nario carlo sin para yo a con una una dureza su lo que Garcia Mange, pro corriente MR. OLIVARES En la Imprenta Alsina