REPERTORIO AMERICANO 233 Vicente y Ombrivo En su primera plana del número del doLos cuentos de Victor Catalá mia borrosa o incompleta en su primer esmingo, con un fervor del cual algo bozo. El toque de ensayo ha de ser toque ajeno a los intereses materiales se des De La Voz Madrid definitivo, y tras la fachada de limitada suborda, El Sol anuncia la publicación en perficie, sólo contadísimo número es capaz sus columnas de narraciones breves de de ordenar, con el pretexto de una anécla gran cientista Catalina Albert, cuyo dota, la cosmologia que todo gran artista seudónimo Victor Catalá, célebre en las revela en sus obras. Sumando las más valetras ilustres de Cataluña, empieza a terias literaturas, el nombre de los cuentistas ner fuera de los especialistas valor de de excepción se cuenta con los números cifra óptima. Con este anuncio el gran digitos, y para contar el de los novelistas periódico liberal reivindica para si el conha de pasarse a las decenas. Entre esos cepto de que ya el diario no puede ser elegidos está, sin duda, Catalina Albert.
mero repertorio de noticias o comentarios, sino libro desplegado, espejo del mundo, Claro es que asi como las facilidades editoriales han desacreditado a las novey restituye además al al cuento, tomado por las, las exigencias de las revistas y los diatantos como género fácil y propicio para rios tienden a desacreditar el cuento. Mas las malas prisas, el rango superior que en el género narrativo le corresponde.
este descrédito no atañe a las verdaderas Con Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Alas novelas ni a los cuentos verdaderos, sino Blasco Ibáñez entronca la nota la balumba de engendros que abusivade El Sol a la autora de Drames rurals, toman sus apariencias. La brevedad, Cayres vius, La mare Balena y que debiera infundir escrúpulos medrosos, les. Del naturalismo tiene Catalina Albert y que de seguro los infunde a la inteligenla justeza de elementos externos, la fidecia, se convierte en engañoso imán de la lidad al natural de comprobaciones inmeestupidez osada. De aqui que tanto falso diatas; pero lo que singulariza su arte es cuento se publique a diario. El Sol va la dimensión profunda, la ternura, la via reparar con los de Victor Català bración amorosa que, sin adjetivaciones algunos de esos delitos de lesa literatura.
excesivas, sin retórica visible, infunde a Felicitémonos.
sus paisajes y a sus figuras. Por esa emoAun cuando la nota de El Sol carezca ción de piedad y por la sobriedad a un de intención critica y se refiera exclusivamaternal y y viril de sus de sus relatos admente a las letras peninsulares, creemos quiere su ruralismo categoria universalisoportuno ensancharla para que no que ta. Sea cual sea la extensión, las cualiEmilio den en injusta sombra tres cuentistas amedades son idénticas. lo mismo en sus Terren ricanos tan grandes como los tres a quiecuentos más cortos, como Pelife, que en nes se vincula en ella el nombre de Catalina los de de desenvolvimiento menos Victor Catalá Albert, Javier de Viana y Horacio Quiroga. Novelita que en su inolvidable novela uruguayos, y Ventura Garcia Calderón, Solitut, el poder de implantar las figuras peruano, han escrito cuentos admirables.
con trazos firmes, de iniciar y y desarrollar la talidad que la novela más extensa. Algunos de en la riqueza proindivisa del idioma su lointriga, de espiritualizar la la atmósfera y Poe, de Maupassant, de Victor Catalá ejem calismo no es de tal naturaleza que los exclulacionar alma y carne con piedras, con árboles, plarizan este aserto. El cuentista ha de tener ya del fondo común de la literatura hispánica, para con rios, con rocas y con objetos, penetra al dotes que el novelista no necesita tan quinta bien de ésta. Este leve reparo no empaña el acierlector, dándole en seguida la conciencia de que esenciadas. Todo en el cuento es vital, y donde to; y de no tratarse del periódico que con sentido se halla ante uno de los grandes escritores de el interés se extravie por un pormenor excesivo más generoso y comprensivo y eficaz trata los todos los tiempos.
Se ha dicho muchas veces que el cuento se o por una insuficiencia, alli está la herida de problemas de América, contribuyendo con la diftaviene mejor que ninguna otra forma narrativa que ha de morir. En pocas líneas ha de presen sión de su conocimiento a la causa real del hispaa la vida presurosa de hoy. Obras cíclicas, cual tar el lugar, los rasgos materiales y anímicos noamericanismo, quedaria en el tintero. No quede el Juan Cristóbal, de Roland, o la de Proust, de los personajes, los antecedentes de la acción. en él el ruego de que la traducción de los cuentos pugnan con esta atención atomizada, producto En el cuento no se puede, como en la novela, de Victor Catalá sea encomendada a escritor de un dinamismo febril, relampagueante en exicomplementar con toques espaciados la fisono digno de tal obra, y menos aún la ansiedad con gencias y en tentaciones. Por otra parte, el que los amantes de las buenas letras aguardamos cuento puede dar al lector la impresión de toA. Hernández Catá ese regalo.
tiempo menos precipitado de reV con placer en El Sol el anuncio de que iba a publicar cuentos de Victor Català. Estoy seguro de que los lectores de más paladar literario se preguntarán como la literatura de Victor Català no es más conocida cuando vayan leyendo los cuentos de la insigne novelista catalana. No ignoran los lectores que Victor Catalá es el seudónimo de una escritora: doña Catalina Albert y Paradis.
Algo de Victor Catalá se ha traducido al castellano. El catedrático de Literatura del Instituto de Barcelona, Francisco Javier Garriga, hizo una traducción de Solitud, la novela extensa de Catalina Albert. En la Colección Universal de Calpe hay un tomito que ofrece una selección de los Dramas rurales. tomados del libro de este titulo (Drames rurals) y de una colección semejante: Ombrivoles. En esta versión, de Rafael Marquina, están bien elegidos los cuentos. Son breves lienzos novelescos, de un intenso realismo, de una penetrante fuer estas gentes mediterráneas se hubieran estableza patética y de una bella sobriedad artistica cido por el trato histórico corrientes o cambios que pueden codearse con las mejores obras del de sensibilidad género.
De los escritores españoles o castellanos moUna asociación fácil hace pensar en Gracia dernos (me refiero a la lengua, al instrumento Deledda, laureada recientemente con el premio filológico. Victor Catalá, recuerda más que Nobel, cuando leemos a Victor Catalá: las dos a otro alguno a Blasco Ibáñez, al Blasco de mujeres, las dos cultivadoras de la nota regioLa barraca, Flor de Mayo, Cañas y barro y de nal y la nota rural, y hasta aproximadas por los cuentos valencianos. Los cuentos o novelicierta analogia de costumbres y de psicologia tas de Victor Català pues el cuento moderno suele ser un rasguño novelesco que no se disentre el campesino sardo y el payés de montaña catalana. Pero creo que por el dramatingue de las obras extensas más que en el destismo de los asuntos y la manera de verlos, por arrollo están a la altura de las producciones el nervio del estilo y la segura pincelada, de los mejores cuentistas europeos.
caso más parestenco Victor Catalá con algunos autores sicilianos como Verga y con el mi parecer, el que la fama de Victor Camismo Pirandello, en su aspecto de autor de talá no tenga el extenso radio que corresponnovelas cortas, eclipsado por el ruido de la fa deria a una personalidad literaria tan relevante ma teatral, pero el más sólido de su persona puede explicarse por distintas causas, unas prolidad literaria. Entre la literatura catalana y la pias de evolución la literatura catalana, italiana hay visibles analogias, como si entre otras del apartamiento entre las literaturas petiene. Adquiéralo, lector. Cuesta 75