302 REPERTORIO AMERICANO Conrado Walter Massaguer ESCARBAD unos pocos centímetros el éxito, y encontraréis siempre el trabajo. Es uso en estos países de Europa, y muy acentuado en la América Latina, andar con el talento a manera de objeto de lujo, se le pasea por las calles, se le lleva al café, pero muy raro al trabajo; y de ahí resulta una pléyade de genios descontentos, que en verdad no ha hecho nada, absolutamente nada.
Massaguer es un trabajador, y por consecuencia natural ciñe hojas de laurel; algunos de sus compatriotas, los amigos del ocio, no se lo perdonan, pero el sigue su destino de triunfos, por el más acertado de los trabajos.
Massaguer, no comparte la idea de los modernos de que una silla pueda ser un armario, una mesa o una mujer; él cree que la caricatura del Rey de España debe parecerse a él y no al monarca de la Pe.
ninsula Itálica. Es decir: Massaguer va a un punto y llega por la linea recta, otros se quedan en los zig zags del camino. Queréis oir de su vida intima? Es casado, feliz con dos niños, pequeño de estatura, sobrado de carnes, la mirada desde luego penetrante, sin fisonomía de Autocaricatura director de diarios, buen corazón, buen camarada y además creo que Massaguer nunca cumplirá más Para Garcia Monge. Con mucho afecto. Massaguer.
de 30 años. Ha tenido éxito en su patria, en las Paris, 1929 Américas, fuertemente en la del Norte; le faltaba Paris y ha venido a colocarse la raya roja de la Legión legitimos, de los conquistados palmo a palmo; yo, Hay éxitos de éxitos, el de Massaguer es de los de Honor. Habita en las vecindades de la Estrella, asi tenía que ser, y allí en dos horas hace diez caapresto mi tributo.
Max. Jiménez ricaturas.
Paris. 1929.
el soplo del alma, la chispa de vitalidad que anima el barro: y luz aquel maravilloso lema de Beethoven: LA ALEGRÍA POR hay en ellos un desequilibrio entre la materia hermosa y el EL DOLOR. Ellos saben sin saberlo acaso que en este deespiritu rastrero. Hay en ellos una tendencia a la fealdad, sierto inmenso sólo puede apagar nuestra sed el agua clara que es más que la fealdad misma. Se cree adivinar en tales y dulce que va dejando, en el Alambique Interior, la salada hombres lo feos que serian, si, por una mera casualidad, por destilación de nuestras lágrimas. Ellos saben, en el fondo, la más triste y vulgar de las coincidencias, no hubiesen tro que sólo las punzantes abejas de la pena llegan a producir dadera belleza no es una belleza actual, una belleza palpable que está más allá del goce y más allá del sufrimiento. alegria en el presente: la hermosura real es aquella eso es su corazón como una lámpara, una roja y profunda que está en camino, es la belleza en marcha, la fealdad que e inextinguible lámpara, en la que la llama de la Alegria hay hombres superficialmente alegres, que son en el hay también máscaras de hombres buenos, colocadas clase pertenecen casi todos los cínicos, sobre hombres malos. conste que no quiero cometer aqui los vividores, los que predican el comamos y bebamos que la perogrullada de hablar de los Tartufos, de los que apa. vertirse para engañarse a si mismos, para ocultar a sus pro Me refiero a los que sinceramente se figuran ser buenos. sin objeto. Estos hombres aparentan una falsa alegría. aunla suprema desesperanza de sus vidas sólo porque no actúan como malos a aquellos que cumplen mismos quizá la crean verdadera porque tienen viles egolátricos que en el fondo les impulsan. De esta laya miedo de asomarse al sombrío pozo de su alma, donde quizá son casi todos los filántropos, los profesionales y los deencontrarian su su propia risa reflejada en rictus de dolor, el portistas de la bondad, que se dedican a portarse bien como hondo dolor subconciente de no haber tenido un ideal. Son hubieran podido dedicarse a la especulación bursátil o a los los castrados espirituales, los que iban a ser algo y no lo carrera. Estos seres son buenos como otros son fueron, y que por eso niegan ahora la existencia de aquel linfáticos o sanguíneos: la bondad es en ellos mero asunto claro Ideal que les hubiera hecho vivir.
de salud, cuestión de glóbulos rojos y de secreción hepática: así también hay hombres aparentemente dolorosos, no son buenos, sino que están buenos. Su bondad es espacial, hombres que padeciendo, como Job, todas las llagas y pena. no temporal. No la viven: la digieren. es que la aprovelidades de la carne y del espíritu, no abdican jamás ante el chan para los pequeños fines egoistas de su ver cúmulo de sus miserias, no permiten que los sufrimientos interior, de ese su minúsculo yo que se oye sonar, dentro exteriores lleguen a alterar nunca el armonioso equilibrio de de aquella gran bondad superficial, de aquella su cáscara de su interior serenidad. es que en su corazón, contra todas bondad, como suena, bajo la corteza, el aborto de una nuez las apariencias, mora la Alegria. Son seres básicamente ale huera. este aprovechamiento, esta digestion carnal de su gres, alegres vida, y no de circunstancias: alegres de carnal bondad, es la única recompen a que aspiran tales dolor, no de placer. Porque en ellos se hace carne y sangre hombres: su bondad no puede ir nunca más allá de ella que ellos