356 REPERTORIO AMERICANO Esta tierra morena, con temblor de doncella.
me ha contado sus ansias de que venga Mireya aromando la senda con su planta lilial; si el cañón agorero ha turbado su idilio.
esta tierra morena hará leve el exilio con sus flores y palmas y su sol tropical!
La costurerita de la calle real Es en el pueblo la más bonita: como um trasplanto de la ciudad, tiene modales de señorita que ha frecuentado la sociedad.
Cuántos quisieran esa boquita cuando la inunda la hilaridad!
Cuantos besaran su manecita como a una Hermana de Caridad!
Cose que cose tras la ventana, es una rosa que una mañana se fué a hurtadillas de su rosal.
porque cansada de ver las flores, quiso hacer gala de sus primores siendo el adorno de un ventanal!
ella, que antaño fuera como Caperucita, parece un joyl salido del seno de un convento Apliós, mi viejecita! Te marchas de mañana sin preocuparte como lo hicieras de chiquilla.
de verte en los espejos de la dulee fontana: ya no es tu cuerpo el ágil de aquella picarilla que en la Semana Santa fué de Samaritana!
Adiós, mi viejecita, que goces en la villa. Campesina Madre. yo no quiero volver a la aldea.
Viera, madre, todo lo que estoy sufriendo: hay alli un muchacho que tiene la idea de decirme cosas que yo no le entiendo.
Es inaguantable oir de su boca esa retahila de majaderias.
de palabras raras con que me provoca, con que me saluda toditos los días.
Madre, cuando paso cerca de su lado en las manitas que la brisa orea, viera cuántas cosas me dice el malvado.
Madre, yo no quiero volver a la aldea!
Hoy por la mañana cuando regresaba con el rebocito que compré en la villa.
después de un saludo, como acostumbraba, madre, me dió un beso sobre esta mejilla.
Me entristece, madre, y me atenacea.
asi como a veces me llena de pena, pensar que si acaso yo vuelvo a la aldea, puede que se manche mi alma de azucena.
Para la villa va tranquilamente la dulce viejecita de la enagua raida, del andar torpe y lento.
con la cara cubierta por el ala del pita.
como la Beriluna fantástica de un cuento.
Yo temo que esta pobre que tose y que se agita y qne es tan débil. pueda ser víctima del viento: el contar de por En el atardecer de mañana este Estampas desgano vuelven la espalda para cargar barco que los concheros llenan de raciel racimo que pesa y los encorva!¡Con qué mos de banano, zarpari rumbo a Avonpesadumbre caminan a descargarlo! Paremouth. Todo el cargamento es fruta a cen los enterradores de sus propios cadamedio sazonar, delgada, para que la larga travesía por el mar no la precipite a una horas de esta aniquilaute monotona. de madurez perjudicial. Oimos el seguro amanecerán y no será sino hasta una voz que repite sin sin cesar: One.
One. two.
el medio dia de mañana cuando oigan sonar three. four. five. six. seven. eight.
el silbato del capataz negro y feroz ordenine. ten. Es la misma voz que desde nándoles el paro. Es barco de vonmouth y recibirá noventa mil racimos pasados, a la máquina sobre cuyas lonas nndulane uno a uno por las ropas raidas y manchates van los concheros dejando los raci das de estos concheros tristes y sumisos.
mos de banano para que sean precipitados a la bodega glacial del barco. Cuántas ¡Barco de Avonmouth! De allá partió horas hemos pasado observando la la agitatambién otro barco a cuyo bordo venía un ción de que llena al muelle la carga de grande hombre de Inglaterra. Nuestra casi los mismos hombres de admiración el mar y los barcos nos entonces los los que ahora hacen de concheros.
trajo en un medio dia lluvioso al mismosiAh! falta uno que es muy importante tio en donde ahora reflexionamos acerca de para nosotros. Es el el muchacho pelirrojo los concheros y de la carga de este otro que pasaba los días y las noches de carga barco del barco estibando los raEl ambiente es propicio a la cimos que la máquina ener En el pat evocación. Poco a poco fue el barco acergrande de aquel tonel. vivió años y con el compartimos algunas horas. Aprenvolcadas por las hélices gemelas.
Rependimos a estibar racimos de banano y saDr. Ramyanc Donati tinamente cayó el De proa cos de café. Fuimos amigos. Qué se hizo?
el chicote que da la primera atadura conque una tos de que fila de concheros sigue revestida de la tra el muelle. Suenan silbatos desde el padecia a consecuencia de las salidas de misma mansedumbre. En la misma actitud puente del barco, se suceden nuevas amala bodega, lo fue acabando. Un dia sacó de hombres de carga, ponen la espalda o rras y pronto el un permiso y marchó a su pueblo en donde concha contra la puerta del carro abier gando su panza blanca contra las defensas murió tuberculoso. Pero lo cierto es que ta de par en par, reciben el racimo de del muelle. Lo comunican con tierra por nueve o diez manos medio de la escalera suspedida y los pasacarga de barcos. Hay ahora la misma ae paso lento a depositarlo sobre las lonas jeros hallan puente sobre el cual cruzar.
tividad de siempre.
Entran por el ¡Los pasajeros de hasta muy cerca del barco, los trenes re hacia las bodegas del barco. Tal es el abu Nos ha infundido siempre un gran intepletos de racimos verdes y lustrosos. El rrimiento y la tristeza de sus rostros, querés esa humanidad que ambula. Cuando silbato del capataz de las cuadrillas de parecen, sino Cristos con la cruz a cuestas, pudimos agregarnos a la comitiva oficial concheros suena agudo y repetido. La si enterradores de apestados. Con qué visitadora, nos deleitamos viendo de ceren las vonmouth na ha de zarpar rumbo a mañana dejaba Frio el ancla.
lanzan Alguien nos infor informa se ve restreel muelle un barco que fondea!