292 REPERTORIO AMERICANO te. Volvia no cada será levantado y fresco. Sali, atravesando toda la ciudad. De cuando en cuando lloviznaba, y se oia tronar a lo lejos. Entre en una iglesia muy grande y quise imaginar a ella orando alli. Pero que extraño! así como la tarde antes me parecia haber de encontrarla, ahora la sentia tan ausenla fonda paseando como un viajero friamente curioso.
La comida fué tan triste como la cena ante.
rior; mis. Empezó a llover a fuertes chubascos intermitentes. Después de comer sali a sentarme bajo el toldo del café. El fondista hablaba lánguidamente con unos cuantos parroquianos, los únicos que habia. Un mozo jugaba con un perro adiestrândole en hacer cosas raras, inútiles.
La plaza estaba desierta. De cuando en cuando pasaba una persona con el paraguas abierto, goteando. Me entró una tristeza! Me sentia tan lejos de ella como cuando estaba en mi casa; tal vez más Acercábase la hora de mi marcha. Enganharon los caballos. Abatido entre en el carruaje, que echó a andar. Por la portezuela vi aún al mozo adiestrando al perro, y al fondista que abria el paraguas y, cachazudo, se iba con uno de los parroquianos.
Subi al tren. Estaba sólo en el vagón. Entre dos chubascos salió el sol, y al otro lado de la via vi brillar blanca, elegante, una bella quinta entre el húmedo verdor de un parque, Desde la ventanilla pregunté a un mozo que estaba sólo en aquel anden (que era el del ladesto a la población. Qué edificio es Es la nueva casa del señor caso el año pasado, a su vuelta de América.
Una oleada de sangre me subió al rostro.
Mis ojos se enturbiaron. Silbó la máquina y el tren arranco lentamente. Extendi los brazos hacia la casa que brillaba al sol entre el humedo verdor. Misericordial. en una galeria vi aparecer una figura vestida de blanco, pero una blancura deslumbrante, al sol. El tren en tró súbitamente en un desmonte, y yo cai sobre los cojines del vagón, soll sollozando como un mino. He aqui mi hazaña.
El arquitecto se alzó transfigurado, erguido la cara extrañamente sonrosada y sus ojos violáceos centelleaban. Parecia un joven de veinte años. salió aprisa del salón, como avergonzado. Pero los que le habían escuchado miraron un rato en silencio hacia la puterta, como si hubiera quedado alli un resplandor.
ya do opuesto a la que se ¿Buscar el olvido. Oh, no! no cegará la fuenDe la filosofia te de vida espiritual más clara y abundosa de Vicente Cochocho que ha brotado de la plenitud de su sér; ni tampoco perturbarà la paz de una pareja que. Por e haw guayabus rerilex tan feliz puede ser de otra manera. Ella es quawabas amarillas, Vicente, ah?
tan joven que olvidara facilmente, pero el no Por que las culebras mean, ah, olvidará, al contrario, avivará la llama, Vicente, las anguilas no?
para consumirse quizás en ella, pero echando. Por que los vallos saben pelear, luz. Hará de recuerdo el alma de toda su cente, uh no saben poner huevos conto obra, y una vez más el amor creara de uno Vas gallinas otro modo. Si el hubiese sido un pintor habria. Por que, Vicente Cochocho, topocho, rechocho, bigoticos de cucaracha, tu no pintado por siempre tras la imagen de ella de mil maneras distintas si fuese músico.
tienes tu casa de feja como los media el canto y la armonia brotarian variantes del weros, zah?
tema unico; si poeta, diria su amor en palaPara dar la razón de tanta cosa, bras inmortales. Es constructor, pues los edicente impregaba bus respuestas en la ficios serán los que hablen de ella, seran los Termora filosofia de la resignación. De templos, los jardines, los palacios.
Lanzará los los anguilas decia: arcos y las bóvedas con la cobijar Formue ellas son buenas se de la, y cada portal como si ella hubiera de em fiender resbalindose sin maltratar a na trar, y en ventana la verá asomada, die, por eso las buscan y se las comien.
quieta dentro de cada estancia, y dormida en las culebras le tienen rabia, pero in la más recóndita. El templo será yuno sale a buscarlas. De puro malas pensando en su oración de rodillas, y los jarque son las respetan.
dines planeados en la vagancia de sus pasos, Del gatto deci: la glorieta para dar paz deleitosa a su re Porque su sino es de peleón y no lo poso sus ensueños. asi habrá pronto gusta oficio que o seu mandar en jefe. toda una ciudad que vivirá sin saberlo bajo el No le ven el gobierno en la cresta hechizo de aquella mujer amada. los fieles.
y de si mesmo: postrados bajo las sagradas bóvedas, y los ti Porue naci para pobre. Quien ha cos en el goce de su lujo, y los pobres al ha visto peón neuro con casa de teja! abrigo de un techo humilde, vivirán en la gra cia de aquella mujer espiritualmente tan fecunda (Foto de la precioud wela de Teresa de la Parra: Llis memo por obra de un tal amor. ella, entretanto, rias ile Mama Blanen. Paris) wi memoria guardará quizás de aquel hombre que le hizo exclamar en pureza. iAy.
madre, la hora que he pasado. vivirá tranquila y te hombre; de que su trabajo esta animado de sonriente, sin saber nada. la más sutil deun principio activo, de algo que palpita y quielicia de este hombre, mientras consume su vida res del amor, en un palabra; pero de un amor en la fiebre creadora que esa mujer le daba.
vivo también, es decir: concreto y personal será la conciencia de que ella para nada se aunque sublimado y transformándose en creaacuerda ya de él ni sufre ardor alguno del ción artistica. Oh, si, si, ahora lo veo: en la fuego que encendió y tanto devora. Oh, refiobra de este hombre circula la sangre, y este nado deleite eite de un tal martiriot Veisla ya la su poder: toda toda ella no es sino una imagen fuerza fuerza de este hombre en su obra. No comtan altamente amada; y si no ve prendeis también ahora la misteriosa atracción mos sus facciones mismas en cada muro, en de su persona misma. su sonrisa triste y alecada ventana, en cada cornisa, es solamente gre a un mismo tiempo. su mirada ardiente y porque nuestros ojos no ven aún las cosas más suave? su palabra conmovida y serena? El nos que hasta cierto punto. Pero ella está ahi, ella atrae ciertamente como un creador y como un está dentro de todas esas cosas, su presencia martir.
siente en ellas, puede decirse apara que este martirio exclamo indig.
mismo. Porque, el amor. qué es sino un afán nudo el musico. Para que este sacrificio. Por de creación Pues este hombre en la madurez que no ha de saberlo todo ella? Ella tiene dede una vida casta y y contemplativa es tocado Techo a saberlo; el tiene el deber de por el fuego de un amor, quizás el primero y saber. No es un dolor que esta mujer olvide ΕΙ primero y el último, el único en el paso de un tal amor, unico seguramente en un hombre como el. y además bien corres su vida. qué no sepa a que ha venido el sublipondido!
Si: porque ano la veis aquella criatume sacrificio y gran obra? En una ra fascinada por la mirada encendida y tal espíritu cómo resplandeceria la conciencia de ese niño de cabellos grises. que podia de un amor tal! cómo lo agradecería y como hacer el, sin embargo? No por cierto romper lo correspondería inflamando la inspiración del traidoramente la boda ya con otro concertada; artista con la virtud de su palabra ingenua!
ni para que, si una posesión espiritual le basEntonces la obra seria aún más grande, más Pero ¿cómo apagará esa sed? Ha de vi perfecta, mis serena. Porque el arte de ese vir lejos de la amada. Procurará una correshombre es atormentado ahora: mas la buena pondencia escrita a espaldas del futuro mari palabra de ella que corona de paz pondria en do? Eso seria echar una sombra sobre la se todos esos extraños edificios! Ah, no me venrenidad de su inocencia: ella ya no pareceria gáis a mi con teorias de renuncia y sacrificio, ella misma. Pondrá lealmente otro de meni con la eficacia del dolor! El dolor es eficaz dianero en la relación sublime? No hay marido, remedio y se tiene fuerza por alto que siente, cap capaz de tolerarlo. Se vencerlo; pero si todos pudie contentará con verla y hablarla alguna vez, vivir en beatitud, otras serian muestras en ocasión semejante a la que se le Coobras. Es necesario que esa mujer sepa lo que nocer? Esto para posesión espiritual, es poco; pasa. Quien sabe si ella se acuerdo también es demasiado ante la gente, tratándose de dos de su austero enamorado, y suspira por aquel criaturas incapaces de disimular la viveza de amor que adivino, y piensa que el es quien lo sus sentimientos. Qué habrá, pues, de hacer? ha olvidado; que el fué el ligero, el frivolo; el, es su que son ella de hacérselo el último.
y pura esa extraña taba. Ahora veo claro lo que no habria visto en la vida exclamó el joven ayudante del ausente, el discipulo predilecto y su cabeza pálida; coronada de rizos negros, surgió de pronto del oscuro rincón donde todo lo habia oido, de todos ignorado olvidado. ahora conozco de donde le viene a la obra de este hombre virtud que todos sienten en en ella y no se explican. Desde los más torpes, que ante esas construcciones fantásticas mueven la cabeza sin saber qué decir, hasta los detractores más ilustres que en la Facultad tiene, los cuales os explicarán el y el por qué no ha sido ni puede ser nunca llamada arquiesa colosal floración de piedra que vemos alzarse misteriosamente por maravillándola y transformandola росо todos, unos y otros, experimentan, ante eso mismo que no comprenden o critican, una sensación de ser dominados; sienten actuar sobre ellos una fuerza fecunda que les penetra y les remueve, no obstante la incomprensión y la censura. ahora lo veo, esto viene de que es una cosa viva la obra de es.
como tectura esa aquí o por alla cuando no hay o hay más ciudad, para resistirlo y semos