REPERTORIO AMERICANO 133 Poesías de Juana de Ibarbourou La cisterna De la obra Las lenguas de diamante. Montevideo. 1927 Parece que mi vida presente fuera un pozo, y Véase la entrega anterior.
una angosta cisterna profunda y circular y que, desde su fondo, yo tiendo las dos manos Laceria Traigo las trenzas llenas de la fragante suplicantes y ávidas, al externo alentar, lluvia de las corolas. Cuando mi amante No codicies mi boca. Mi boca es de ceniza Inutil es que alargue hieráticos los brazos, pose en ellas los labios llevará en ellos y es un hueco sonido de campanas mi risa.
que en gritos y oraciones me fatigue la voz!
No me oprimas las manos. Son de polvo, mis el perfume a retama de mis cabellos, La sombra es tan ceñida, tan honda es la cisterna. manos, como un alma aromosa, radiante y loca, que en mi no ha de dar nunca la mirada de Dios.
y al estrecharlas tocas comida de gusanos.
que el sabor de la cita pondrá en tu boca.
No trences mis cabellos. Mis cabellos son tierra Tregua en el campo Retorno Roberto Brenes Mesén.
con la que han de nutrirse las plantas de la sierra.
Con la cántara llena de agua, No acaricies mis senos. Son de greda, los senos Mujer que te has venido con el alma estrujada y la boca de moras teñida, por la ácida y torva vida de la ciudad: que te empeñas en ver como lirios morenos. y crujiente de espinas la enagua, cúrate en el silencio, ama tu casa aislada. aún me quieres, amado. aún mi cuerpo y en el mono una rosa prendida, bendice este paréntesis, suave, de soledad. pretendes de la fuente retorno, abismada Torna a ser como antes dulce y despreocupada, y, largas de deseo, las manos a mi tiendes? en el dulce evocar de la cita.
olvida que conoces cansancio y saciedad. Aún codicias, amado, la carne mentirosa se hermana la tarde dorada ¡Que bajo tu corteza gris de civilizada, que es ceniza y se cubre de apariencias de rosa?
con la luz que en mis ojos palpita. surja la campesina que adurmió la ciudad!
Bien, tómame, joh laceria!
Una extraña fragancia me enerva, Con esta primavera tan cálida y soleada. Polvo que busca al polvo sin sentir su miseria! y en verdad yo no sé si es que sube mujer, que te avergüence tu taciturnidad!
del jugoso frescor de la hierba, Hiel o se eleva de mi alma a la nube.
El día Joaquin García Monge.
Mi tristeza es estéril como un arenal Y, despierta sonámbula, sigo Mi tristeza es hermana de todo pedregal.
balanceando mi cántara llena, Hombre de faz ceñuda que das al viento puro Amado: no pretendas de mí brotes ni flor.
entre el oro alocado del trigo tu frente en la que un surco dibujó la vigilia: Son salobres los jugos que me ha dado el dolor. y el temblor de los tallos de avena.
sonrie a la mañana que vuelca sobre el muro, el sol de Enero hecho mosquetas amarillas. terca, me empecino rehusando otro riego. terca, huyo de fuentes y a sus sales me entrego.
Fugitiva Sonrie al gozo vivo de la luz que se enciende ¡Oh voluptuosidad de mis jugos amargos en el cielo profundo como un cáliz de oro Glotona por las moras tempraneras, y mis raíces torvas cual cien puñales largos! es noche cuando torno a la alqueria, y centellea en el agua que corre entre los berros ¿Y pretendes el polen ácido de mis flores, cansada de ambular, durante el dia, bajo los grandes sauces finos y temblorosos.
tú, que a tu alcance tienes pomares promisores?
por la selva en procura de moreras.
Se fué la noche acre que te afiebró las sienes ¿Y codicias mi boca, agria como la sal, y puso en tus mejillas el color de la cera.
Radiante, satisfecha y despeinada, tú, que en los labios tienes escondido un panal?
Sacude la cabeza y da al viento del alba con un gajo de aromo en la cabeza, todo ese afán nocturno, agrio, que te atormenta!
Aunque de sed me muera rehusaré tu miel. parezco una morena satiresa Ahora que estoy hecha al sabor de la hiel por la senda de acacias extraviada.
Hazte nuevo ante el dia limpio de toda mancha, no quiero más dulzuras. No podría, después que surge de la noche como de un vientre impuro Mas me asalta el temor ardiente y vivo que el panal se secara, habituarme otra vez y es jovial, y se ciñe con el oro y el rosa, de que me sigue un fauno en la penumbra, los colores amados por los dioses jocundos.
a los riegos amargos. yo sé, jah. yo sé tan cerca que mi oido ya columbra Hazte nuevo ante el júbilo de la hora sin mácula que no hay panal ninguno que miel eterna dé. el eco de su paso fugitivo.
que baja temblorosa a la tierra grisácea, Salvaje huyo corriendo, palpitante y loca y trae para los hombres que han sufrido en la de miedo, pues tan próximo parece, Beb el agua limpia y clara del arroyo que mi gajo de aromos se estremece la fuerza con que puede revivir su esperanza.
y vago por los campos teniendo por apoyo rozado por las barbas de su boca. Selección de un gajo de algarrobo liso, fuerte y pulido, que en sus ramas sostuvo la dulzura de un nido.
Así paso los dias, morena y descuidada, sobre la suave alfombra de la grama aromada La ratificación de las deudas comiendo de la carne jugosa de las fresas de guerra por el parlamento de Francia o en busca de fragantes racimos de frambuesas.
De La Nación. Buenos Aires Mi cuerpo está impregnado del aroma ardoroso de los pastos maduros. Mi cabello sombroso parlamento francés acaba de dar cho yerran los que así discurren. Poinesparce, al destrenzarlo, olor a sol y a heno, al mundo una gran lección discu caré, con su habitual intuición política, a salvia, a yerbabuena y a flores de centeno. tiendo y aprobando en pocos días uno no ha querido la ratificación por decreto, Soy libre, sana, alegre, juvenil y morena de los más graves problemas de nuestro prefiriendo la sanción de las cámaras.
cual si fuera la diosa del trigo y de la avena! tiempo: las reparaciones y las deudas de El Parlamento no tuvo nunca un paladin ¡Soy casta como Diana guerra. Es posible que los numerosos más porfiado. No se servir mejor y huelo a hierba clara nacida en la mañana! enemigos que tiene el régimen parla a la causa de Francia que planteando mentario digan que tantos discursos, tan este debate histórico sobre el de Camino de la cita ta argumentación en contra y en pro y sus deudas. El tanto derroche de elocuencia para acabar, del jefe del Gobierno no se ha perdido, El esfuerzo físico y Es alegre el camino bajo las ramas flexibles y doradas de las retamas, al fin, aprobando el proyecto del Gobierno, pues gracias a su inteligente perseveresulta, a la de tal modo floridas que es el sendero, postre, una labor rancia la nación francesa acaba de dar Es posible para los verdes prados, un pebetero.
que digan que era inútil el un gran paso para salir del periodo cripatriótico esfuerzo de Poincaré y que tico de la liquidación de la guerra.
Las glotonas abejas viven de fiesta habría sido más rápido e El debate de la ratificación ha sido bajo la joya viva de la floresta.
eficaz que el jefe del Gobierno, erigido uno de los más amplios que registran los ¿Qué buen mago en el valle pulió el tesoro en dictador, hubiera aceptado por decreto anales parlamentari de la República.
de estas tan opulentas retamas de oro? los sacrificios impuestos a Francia. Mu Han intervenido en él todas las repre noche pago perdida bi igualmente