368 REPERTORIO AMERICANO empleo tenia.
por los se tración y sugestión, valiéndose de las provincias conquis poseer fuerza suficiente contra su vecino, otro cacique aun tadas para impresionar a las que pretendian resistirse a no sometido al imperio. Éste acostumbraba hacer incursiosu dominio. en el reinado de Cápac Yupanqui no nes, de las que volvia a su lugar victorioso y cargado de hubo rebelión, como en el de otros incas.
botin.
Innumerables son los hechos que denuncian la serenidad de su juicio, logrado junto a los amautas y hara. Yupanqui. Siempre las hace en tus tierras? lo interrogo Capac vecs del Cuzco imperial. No, señor. veces invade mis tierras y a veces la de otros caciques vecinos.
La intemperancia Está avizor aconsejole el Inca y cuando el invada Capac Yupanqui, estando en guerra, cuidaba de que otras provincias, tú hazlo en la de él. Todo enemigo, por sus soldados fuesen temperantes. La intemperancia es como más fuerte que sea, tiene un momento de debilidad. Es preun lento morir, dice un antiguo quipu. en los descansos, la guanaya: ciso descubrirselo y aprovecharlo. Te narraré la historia de un haravec de los que siempre lo acompañaban en sus guerras o en sus frecuentes visitas por el imperio, narraba este apólogo: Lamentábase una infeliz guanaya. Ah, no ser como el cúntur, no ser como el cúntur!
Vagando por la tierra, en forma de uturunco, Zupay ¿qué le ocurre que asi se queja. Por qué quisiera ser Que le ocurre? preguntole un enorme y viejo ococo se clavó una espina en una pata. Cuando toma una forma como el cúntur?
de animal, Zupay pierde sus poderes y asi, sentiase dolorido y aullaba. En estas condiciones lo encontró un viejo, sacer Para devorar a la catari como lo hace el cúntur dote en una tribu, porque esto ocurrió mucho antes que a. respondió la guanaya infeliz Para llevármela por los aires.
esas regiones llegaran los guerreros del Inca. Este viejo alto, como lo hace el cúntur; y allá, bien alto, donde todos poseía el secreto de curar: conocia el don de las hierbas y puedan ver el castigo de la ladrona, devorarmela!
el podiu de hombres sobrios en los que su ciencia poco ¿Qué le ha hecho la catari?
una tribu. Me ha comido un nidal de doce huevos!
el viejo encontrábase así olvidado, casi des denado Desgracia es. comentó el enorme y viejo ococo.
suyos. Mediante sus conocimientos, sacó la de Yo no me animo a atacarla prosiguió la guayana espirerdadera Pigura casi humana, con patas, cola y cuernos La partia a picotazos!
del uturuncu. Éste, entonces, adquiriendo infeliz, por causa del veneno. Ah, si no tuviera veneno!
de bestia, le dijo: Soy Zupay todopoderoso, pideme lo que quieras. eso la aflige. No! Ya vera usted, guanaya, como El viejo le impuso de su misera condición en la tribu, la vamos a pillar sin veneno a la ladrona. Acuéstese alli, y por causa de que sus conocimientos no se necesitaban. espere. La catari tiene una costumbre peligrosa para ella: vehemente y terrible, propusole: Nunca se baña con veneno. Cuando entra al agua, deja su Quieres que mande una peste y los mate a todos? bolsa de veneno entre los pastos, oculta. Es entonces cuanTengo poder para hacerlo!
do el cúntur aprovecha para llevarsela arriba y devorarla. No respondió el viejo. Yo sólo ambiciono que Esperemos.
necesiten de mi ciencia. Quiero vengarme de ellos humi Mucho tiempo esperaron. Por fin apareció la catari y llándolos, nada más. Hazios intemperantes.
entró en el agua.
hacer presa en Zupay y las enfermedades comenzaron a Lo hizo asi. Ahora! ordenó el ococo y, saltando hacia el sitio hombres, antes fuertes.
donde la vibora entrara al agua, buscó la bolsita blanca del El viejo adquirió preponderancia sobre ellos que ahora veneno.
solicitaban sus hierbas y sangrias. Tanta preponderancia, que el mismo cacique le rindió homenaje. Todos vivian como. Aqui está. Tome, corra, llévesela lejos, y vuelva!
muriendo, y el anciano poseía el secreto de prolongar sus. La guanaya cogióla y corrió con ella.
miserables existencias de intemperantes, presas bajo las Cuando volvía, la otra, acabando de bañarse, salia del garras del dolor. El poder de éste, se hallaba en sus vicios, agua.
no en él.
La guanaya y el ococo. ocultos, aguardaron aún.
La justicia La catari, inquieta, buscaba su bolsa del veneno. No hallándola, comenzó golpearse contra el suelo, desesperada.
Se golpeó hasta matarse. Porque la catari prefiere morir En una de sus primeras conquistas por el Sur, Capac Yupanqui sometió a la región llamada Murumuru, y siguió antes que vivir sin el veneno que la hace peligrosa y temida. Un hombre puede vivir del recuerdo de su poderío. La adelante. Mas algunos de los hombres de Murumuru, una vez alejado el Inca, se insurreccionaron contra el curaca que catari, en su maldad, es más orgullosa que el hombre.
éste les habia impuesto. Capac Yupanqui tuvo que volver. No ve, guanaya? comentó el ococo enorme y viejo, pero al aproximarse él con su poderoso ejército, los triunfalmente, regocijado por el éxito de su experienciarebeldes se sometieron sin combatir. Era preciso castigar a ¿No ve cómo hasta los seres venenosos pagan sus maldaahora con los que habían permanecido des? Todo está en hallarlos en su momento de debilidad, es fieles. Cómo distinguir a unos de otros? Hubo un general decir, cuando no tienen veneno. Pero ese momento de debidel Inca que le aconsejó castigar a todos; de tal manera, los lidad, en el enemigo más poderoso que nosotros, hay que saber culpables no quedarian impunes. Mala justicia es la que me propones respondió Cá. La guanaya, a picotazos, partia el cadáver de la odiada pac Yupanqui Prefiero que los culpables queden impunes ladrona de sus huevos. en vez de escuchar las palabras y no que los inocentes sufran por un delito que no comedel ococo, más útiles para ella que su venganza póstuma.
tieron Pero los animales que vuelan son frágiles de memoria, liviaja perdonó a todos.
nos de entendimiento. La experiencia es pesada, vive en tierra, no en los aires. La experiencia es el patrimonio de La guanaya (1)
los animales que no poseen plumaje vistoso ni alas enganadoras.
Un cacique adicto, de los muchos que iban a pedir Ernesto Morales ayuda y consejo a Capac Yupanqui, lamentábase de no atrás esperarlo. La anuyn, ave del tamaño de una gallina comin. Son acuaticas, por eso ponen sus huevos entre los les junto la orilla Cóndor. Sapo Genero de vibora muy venenosa.
Imprenta, Alsina (Sauter Arius Co. San Jose, Costa Rica