72 REPERTORIO AMERICANO un orisidh do palpicomo en es: es de Murió en Nueva York, el de diciembre de 1999 de iam primitivas los montes, insYA todos hemos dicho, con fraJosé Eustasio Rivera lanzado desde la oscuridad del ses que la sorpresa hizo tal bosque, hubiera paralizado su covez incorrectas y precipitadas. De Universidad. Bogota nuestro dolor por la prematura y súbita razón. El espectáculo maravilloso de las cataratas y la tragedia del hombre desaparición del arrebatado por del poeta.
atnigo y aún a merced de las fieras, la vida enla muerte cuando se distera de la América ponia como un púgil victorioso a gozar recondita, de la América virgen, deformada, todos los encantos de la vida.
cida, falsificada Cuántos en nuestra generación, que no cada por escritores de todos los géneros, se hal tienen ilusiones, que sólo arrastrados por los inexorables convencionalismos fingen poeta moderno, de sensibilidad exquisita, interesarse en la vana ellos tendrán que seguir viviendo, aunque les mente por los enignas y las inquietudes ahoguen, tras de la careta, las lágrimas.
recursos literarios para ensayar la dones y de los Rivera, en cambio, feliz, optimista, ingenuo, pletórico, dulcemente engañado questación verbal de ese mundo tante. En Tierra de la amable farsa y por los dorados por la La Vorágine, nada es de petificial, nada es mirajes, queda sobre la ruta como un débil, nada es insincero Lo no visto, lo despojo, vacío su fuerte cuerpo del no sentido, tiene todavia un valor más piritu armonioso.
adivinado. Rivera tuvo un conEmpieza a a ser la hora de apreciar con tacto espiritual con las emanaciones relativa serenidad la pérdida que nuesy del ambiente colombiano, y potra literatura ha sufrido, y para ello seía tal receptividad emotiva, tal virtud seria oportuno estudiar el significado de simpatia con la tierra, a la cual amala obra de Rivera, obra solitaria, única, ba con tan intensa devoción, que su caso José Eustasio Rivera que en el panorama un tanto desolado poético, al contrario de lo que muchos de las letras colombianas se destaca, creen, extrañados quizá de de la perfección esbelta y blanca, como bloque de mársus versos, linda con el concepto del mol. Al parecer, la poesia de Rivera vate, del vidente, o del brujo indígena.
tropical por sus temas, pero limpida, lozanía de las creaciones repentinas y No sabemos, y ojalá se lo callen los tersa y cristalina, libre de todo eternas. Son bronces impasibles. hierá eruditos lo sepan, a cual escuela y de todo recuerdes, deberia ser sin colorines ticos, imágenes gallardas y firmes, que poética perteneció Rivera. El con y sin no podrían ser de otro modo, que no ridad no lo supo tampoco. En cambio, la poesía más frecuentemente cultivada han de alterarse jamás. Como en la poesía quedan sobre la tierra centenares de pontáneamente del suelo, bebida en los semejanza exterior y de fondo tiene producción, si escasa, suficiente empero en.
para fundamentales clasificaciones, no pirada por el vuelo de las aves innu geniales que inmortalizaron una forma seria difícil encontrar maneras casi anmerables. Sin embargo, no sucede asi. pura, o certeros golpes de cincel, tengan tagónicas, aunque sutil e literario, aparte jeno a ligadas por una fija orientación artística.
adolecer de una sensiblería falsa y pe toda humana pasión. sólo una una cálida, aficionados, no con gajosa, de un infantilismo chocante, caintegral, es capaz nos atrae y nos domina la que triunfa rece de raíces Prorable supersofandas; es de una dede sugerir el verbo y la verbo y la musicalidad que en Tierra de prom que es, en rigor, y por la concepción trasladada a la prosa, idéntica a la usada eilante la lengua en que se Rivera encontraba es vacilante, anodina y vulgar con esos caracteres de clásica inmovili en La Vorágine. Nos seducen menos aldad. Unicamente la emoción restringida, épicos gunos cantos y ante el vocablo preciso, insussus ensayos dradominada por un gusto seguro y por una máticos. Como hace poco tuvimos ocasión tituible, que se elavaba en nuestra mente severa disciplina artística, logra encerrar de afirmar, Chocano, a quien seria necio dardo vibrante. lo eneontraba, en breves lineas intachables la materia postergar en nombre de la risible intoporque el concepto había tenido en el de un poema. Rivera fue soberano de la lerancia dadaista, y que ha sido un insuna claridad de revelación, una deslum sintesis y amo fastuoso del color. Estas pirado y apasionado cantor de América, no un dos cualidades bañaron su. ciertos versos de por nuestro la raza, sino que dominaba el instru yugadora, aun para quienes somos legos Hay saltos, hay hay mento lírico en toda su extensión con en achaques técnicos y la amamos inshorizontes, lejanías, arrullos, truenos y en los sonetos de apenas. Porque otro privi alopes ble Rivera, tricas, las dificultades prosódicas. no tu legio de Rivera fue ocultar sagazmente y conmueven la sensibilidad más ver aletargada, y provocan una alegría, una procedimiento.
mostró en polémicas que no se habrán con benedictino escrúpulo. gratitud, un goce, que jamás despertaria olvidado. Pero esa formidable informa dan la impresión de frescura y de es ni el más precioso dón material. Rivera ción, que acrecía diariamente con nuevos pontaneidad que hicieron populares. es un escultor prodigioso, un modelador estudios, no pudo secarlo, no pudo acarJosé Eustasio Rivera estuvo destinado omnipotente, que lo mismo se atreve a tánto y tanto poeta que por los dioses para ser el el poeta de Améimponernos con un desfile atormentado ha perdido calor, vuelo y naturalidad, rica. En él encontraron resonancia málbajo la de jaguares hambrientos, que a encande la erudición retórica tiple no sólo las ang temblores, tarnos con el frágil primor de un pájaro Poseía Rivera uno de los más pode las esperanzas y perplejidades de mosca. en ninguna parte hay un arte rosos temperamentos artísticos que ha raza, sino los inarticulados Turmullos dislocado, hiperbolico, ni afectadamente yamos conocido, temperamento que el de la selva y los silencios de la llanura y pueril. Es la misma idea de culto a la vulgo negaba la fatiga de los caminos y los vientos naturaleza, de religioso rendimiento ante de una vida que siempre silban en los desfiladeros. los milagros gigantescos o diminutos. Su fué de irreprochable decoro y de sana así como los insectos voluptuosos que victoria sonora y la denormalidad. Su capacidad, su vocación cantan en la siesta sus ardientes epita rrota del amaneramiento y del exotismo.
poética, eran tan amplias lamios. Toda el alma confusa, caótica, Las nuevas generaciones, que fingieaun las más pasajeras visiones se gragra lànguida, mistica y cruel de nuestra Amé ron ignorar a Rivera, porque no cambaban, depuraban y aquilataban en su rica, gemia y gritaba en el verso de este biaba de orientación poética con cada interior para resurgir en las estrofas im elegido que no alcanzó sino a enseñarnos correo de Europa, no vacilarán ahora pecables, definitivas, que todos admira el motivo inicial de su canto, antes de para reconocer la hermosa enseñanza de mos. Sus sonetos tienen el impetu y la que un sortilegio maligno que parece (Pana a la pagina 19)
nosotros, una intima lo mismo como un intuitivo. un iluminado. mom profeta dhe thotenso atractivo, de una fascinacion Scuba rugidos que de nuestra el desarreglo porque no se traducía en cortantes fulminante y hondas, que