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REPERTORIO AMERICANO 317 rosada pedagogia que Gladkov no se ha proletario cerea Zola inprevalece. La conven Blanc Lue Brum, poetisa uruguaya He escuchado reite Preludio del elogio de El Cemento yanqui ha llevado a radamente a mi su más extrema y poalrededor la opinión y del realismo proletario derosa industrializade que la lectura de ción esta El Cemento de Fedor Blanca Luz Brum y optimista de Gladkov no es edificante ni alenpequeños burgueses. Pero la conceptadora para los que, fuera todavia ción materialista de la historia tede los rangos revolucionarios, busnia que causar en la literatura el quen en esa novela una imagen de abandono y el repudio de tan misela revolución proletaria. Las perirables recetas. La literatura proletapecias espirituales, los conflictos ria tiende naturalmente al realismo, morales que la novela de Gladkov como la política, la historiografia describe, según esta opinión, no y la filosofía socialistas serian aptas para alimentar las iluEl Cemento pertenece a esta nuesiones de las almas hesitantes y va literatura, que en Rusia tiene mirificas que sueñan con una revoprecursores desde Tolstoy y Gorki.
lución de agua de rosas. Los resiGladkov no se habría emancipado duos de una educación eclesiástica del más mesocrático gusto de foу familiar, basada en los beatísimos si al trazar este robusto cuae inefables mitos del reino de los dro de la revolución. se hubiera cielos y de la tierra prometida, se preocupado de suavizar sus colores agitan, mucho más de lo que estos y sus líneas por razones de propacriticos pueden imaginarse, en la ganda e idealización. La verdad y sub conciencia de su juicio.
la fuerza de su novela verdad y En primer lugar, hay que adverfuerza artísticas, estéticas y humatir que El Cemento no es una obra nas residen, precisamente, en su de propaganda. Es una potente nosevero esfuerzo por crear una exvela realista, en la presión del heroísmo revolucionapropuesto absolutamente rio. de lo que Sorel llamaría «lo la seducción de los que esperan, sublime sin omitir lejos de Rusia, que la revan ninguno de los fracasos, de las dec.
volución muestre su faz más risueDevescovi silusicnes, de los desgarramientos na, para decidirse a seguirla. ΕΙ 1927 espirituales sobre los que ese heseudo realismo burgués.
roismo La revolución no cluido. habia habituado a sus leces uua idílica apoteosis de ángeles tores a cierta idealización con yer del Renacimiento, sino la tremencional de los personajes represenda y y dolorosa batalla de una clase tativos del bien y la virtud. En el fondo por crear un orden nuevo. Ninguel realismo burgués, en la Vista por Devóscovi na ni la del Cristianisliteratura, no había renunciado ai mo, ni la de la Reforma, ni la de espíritu del romanticismo cato al la burguesía, se se ha cumplido sin cual parecía reaccionar irreconci tragedia. La revolución liable y antagónico. Su innovación Entró el cielo por la ventana que mueve a los hombres a com el com era una innovación de procedimienbate sin promesas ultraterrenas, que to, de decorado, de indumentaria.
La burguesía, que en la historia, Nosotros mirábamos todas las puertas, los huecos de solicita de ellos una extrema e inlas maderas estaban taponeados por mis ojos pesados de condicional entrega, no puede ser en la filosofia, en la política, se lágrimas, y por sus ojos de el, que antes estaban débiles una excepción de esta inexorable había negado a ser realista, afey ley de la historia. No se ha invenrrada a su costumbre y a su prinentornados, y ahora se abrian ansiosos y fijos en las puercipio de idealizar o disfrazar sus tas. veces se encontraban nuestras miradas angustiadas tado aún la revolución anestésica, y los ojos temiendo hablarse retrocedian y se daban de esparadisiaca, y es indispensable afirmóviles, no podia ser realista en la mar que no será jamás posible, paldas contra el alma. Una vez yo me hubiera arrojado con verdadero realismo los llega con la revolución proletaria, brazos abiertos sobre porque el hombre no alcanzará nunél, le hubiera cubierto con mi pecuando en el lenguaje de la crítica llegar para quién temiamos con tanto terror. el mismo me ca la cima de su nueva creación, cho y con mi cara más de que lo libraba. quién iba a sino a través de un esfuerzo penoliteraria el término realismo y la lo hubiera preguntado, y yo me hubiera roto llorando y huso, en el que el dolor y la alegría categoria artística que designa, es biera dicho: nadie. seguimos deshaciéndonos la angusse igualarán en intensidad. Glieb, tán tan desacreditados, que se siente el obrero de tia contra las paredes y el misterio.
El Cemento no perentoria necesidad de oponerle Esa noche solo entró el cielo por la ventana, y cien ruiel héroe los términos de que es, si su destino le «suprarrealismo. infrarrealismo, etc. El rechazo dos distintos y vagos parecian nacer de la tierra, a veces ahorrase algún sacrificio. El héroe llega siempre ensangrentado y desdel marxismo, parecido en su ori como si descolgaran cosas en la habitación. veces como si temblaran todos los niños del mundo.
garrado a su meta: sólo a este pregen y proceso, al rechazo del freucio alcanza la plenitud de su hedismo, como lo observa Max EatsTal vez era Otoño en cielo y caían las hojas doloro roísmo. La revolución tenía que man en su libro La Ciencia de la sas de las estrellas sobre la tierra, sobre la mano de los Revolución, tan equivocado a otros niños, sobre la frente de los viejos, sobre los ojos de los alma, ponerenti extrema prueba el respetos, es en la burguesía una amantes. Otoño en el cielo, triste cosecha para la tierra. Glieb. No podía guardarle, en un actitud lógica, e instintiva que Asi llegó la mañana madura y tierna como una fruta; remanso dulce, asegurada contra tono consiente a la literatura bur colgada de la ventana yo la veia balancearse como una ni da tempestad, su mujer, su guesa librarse de su tendencia a na feliz. Entonces yo creo que Dios mismo vino a poner su hija, su su lecho, su ropa limpia.
la idealización farisea de los per nos dulces las mejillas. habia tal paz. El campo esta Dacha, para ser la Dacha que sonajes, los conflictos y los desenba lleno de ruedas y de pájaros, cantaba la vida. Nuestro en El Cemento conocemos, debía a laces. El folletín, en la literatura y hijo tenia tres dias. Yo tenía mis pechos crecientes. Cantaba su vez vencer las más terribles en el cinema, obedece a esta ten la vida.
pruebas. La revolución al apodedencia que pugna por mantener en ¿Y cómo pudieron pesar tanto sus párpados? Yo le vi rarse de ella total e implacablela pequeña burguesía y el proleta de pronto con sus manos rigidas apretando las últimas mente, no podia hacer de Dacha riado la esperanza en una dicha azucenas de esa primavera de Noviembre.
sino una dura y fuerte militante.
final, ganada en la resignación más este proceso tenía que subien que en la lucha: El cinema Blanca Luz Brum cumbir la esposa, la madre, el ama socialista seria