REPERTORIO AMERICANO 59 Como des civilizaciones del cuerpo, lo reemplaza con una abundan Francisco, mirando estas viejas caras se entienden muchas cia de hermosura desinteresada. Mis bien dicho, interesanti cosas cuando se pasa de los rasgos firmes de los gobernadores sima, dado que la hermosura es algo de lo que más interesa que mandaba España en los buenos siglos, a los rasgos a al espiritu.
menudo insolentes, pero siempre débiles, de los gobernadores Los indios de Nuevo México usan automóvil Ford y pa santannistas de nuestra mala época mexicana recen adiestrados en el oficio de la propia exhibición. Sólo por eso conservan las plumas: pero sus artes, la cerámica, podrían borrar la huella mexicana, los mismos trabajos de Hay en Nuevo México pueblos: Socorro, Santa Fé que no los tejidos de lana, los motivos de la decoración, todo se mira orfebreria y plateria y los como un decaimiento y empobrecimiento de la riqueza artissarapes son hechos, no como se supone por indios, sino por mexicanos que tomaron su oficio tica de México: una especie de disminuida Horación provin de la antigua Nueva Espain; sin embargo, estos hombres ciana. Autóctonos no son ni los espejos de los comanches, porque aun el arte de los espejos lo trajeron los españoles y que conservan el idioma espanol, suelen no sentirse mexicnlo que se halla de indigena descubre también seguras pronos hay también aquí en esta hermosa tierra muchos anglosajones que quisieran vestirse de indios y volver a la vida cedencias de lo azteca, de lo maya atm. Un imperio tan primitiva a la cual revierten necesariamente ciertas regiones.
grande como los Estados Unidos no podia prescindir de te que se pierde en estos sitios el sentido de particulaner arte indigena, asi se explica el esfuerzo de los nortea ridad para dejarle a la vida sólo su profunda emoción de mericanos empeñados en ver por aqui inspiración autóctona. humanidad.
La verdad es que en estas zonas de la tierra muere toda cultura El Rio Bravo no ha sido creador de culturas: ha sido su huella se borraría tal vez más pronto que la huella che siempre Rio limite. esta zona es de indiferencia por los rokee o la española. En estos sitios no enraiza el hombre, destinos tangibles. Por aquí llega la resaca de las civilizaaqui solo perdura la fiesta del sol encima de la perennidad ciones. Entró muy profunda la resaca indigena del Sur se de las arenas y las montañas.
impuso después avasalladora la resaca española; llega ahora En el Antiguo Palacio de los Gobernadores. modesto cael ruido de lo panqui. Parece que ninguna arraiga: nadie se serón de un solo piso que ocupa todo un lado de la antigua empeña en dejar huellas seculares. Se construye con polvo amasado en plaza se conservan los retratos de los gobernadores: también en agua, como si sólo imperuse el Dios de los Vienel retrato de Villagrá: el primer poeta de Nuevo México tos, que se manifiesta en los vistosos remolinos del desierto.
dicen los rubros, que cantó las hazañas de la conquista esY ni siquiera el viento se apresura en estas tierras, donpañola en estas regiones. La lista de los gobernadores mexi de la montaña desmadeja, disipa al huracán. Las montañas canos todavin no termina, puesto que todavía viven hombres ya no quieren vida. Quizás anhelan curarse la herida del rio de raza pura mexicana que han ejercido el poder local bajo y entonces si ellas se curan nosotros tendremos que invenla soberania yanqui: pero observando yo los retratos de esta tarnos una estructura menos deleznable que el polvo.
humilde galeria politica: rostros insignificantes, si se exceptúa el retrato de Anza, que desde aqui se fué a fundar San José Vasconcelos a las clas puerta como ERAN dos hermanos. Cuando Juan iba Una noche de lluvia trechaba entre sus brazos hasta no sena la escuela, Huireneya era mi petirse la nariz Hijitico, quien te hizo? Carlos Montenegro queño, se quedaba en casa jugando con Lamiéndole el pechito lo ahogaba en su sus casitas de barro. Cuando ya tuvo te, mientras la mamá daba vueltas por dolor Me quieres hijitico. Mamá no seis anos, Juan tenia ocho y ya no los muros de la huerta, con su cara tiene la culpa no harás más. Mira. soqueria ir a la escuela. Los profesores arregada de mujer sufrida, y al no po mos muy pobres!
eran siempre los verdugos de la niñez. der entrar por la puerta que estaba Esa tarde cantaban los zorzales en Cuando uno dejaba de asistir claatrancada, llenó sus ojos de lágrimas: los guindos por las montañas habian ses, con qué maestria le rajaban la pal tiritaba el frio en sus labios al sentir nubes espesas. Juan se llevó ma de las manos Huire a palmetazos. El ridicucada vez más el llanto de su hijo. Gri neya a los le platicó como un lo de pararlo en medio del patio todo taba y se maldecia por haberlo delatado, hombre grande, le dijo muchas cosas una mañana, mientras los demás niños dándose de tumbos en las paredes agrie tristes que Haireneya lloro. Cuando recorrian y gritaban jugando al tren, le tadas. Cuando salió no llevaba zapatos gresaron a la población no tuvieron vadejó negro sedimento de odio.
y mama se arrojó sobre su hijo besán lor de entrar a la casa, de lejos divisuren Juan tenia terror a la escuela, el mis dole la cara amoratada de látigos; al al hermano parado en la mo terror macabro que tenia al herma levantarle la camisita ensangretada ella un condenado y se fueron a la plaza a no mayor que hacia de papá en la ca rompió en un llanto inacabable, lo es sentarse sobre un povo: alli les alcanzó sa. La figura alargada del hermano como la noche, negra y silenciosa. las poun fantasma siempre delante de el. Cuancas horas en el cielo se apaguron las do Hureneya ihti la escuela, Juan Una nación que se sienta vira necesita del estrellas y cayó una lluvia fuerte, tan aprendió a robarle la mama monedas en prestito. Ella es un proceso de achiudad vital fuerte que el viento gritaba en los tey sus alhajitas que vendia por nada en beneficioso a la postre, con tal que los elemen chos, hasta hacerlos dos puntos inmóvilas tiendas con el valor compraba Yox We los deudas se subordinen al desarrollo les. Los rayos y los truenos chicoteaban servas y se iba por del wenio nacional. Una nación que en su afán la cara, ni una alma cruzaba la plaza llevándose amigos harapientos: alli vipor nivelarse con otras que llevan una vida y corria el agua como un rio. Ellos en vian su vida, se reian y gritaban tira más prospera, se somete servilmente al molde el poyo. acurrucados, mirando fijamente dos sobre las lomas erizadas. El sol es que estas le suministran, descuidando la po noche adentro. Huireneya so le acercatan bueno que los acompañaba siempre sesión activa de sus tradiciones, se condena ba cada vez más, su corazón reventaba hasta la casa. Cuando Huireneya queria a si wisma, una mediocridad sin esperanza en el silencio. Cuando cruzó un rayo avisar que Juan no iba a la escuela, le Para ligar a ser potencia grande y fecunda, luminoso, Juan sintió la mirada penellevaba un dulcesito en el bolsillo y el wa nación ha de empezar por ser fiel al ini trante y fija de Haireneya. La noche cais se callaba perativo de su instinto, aqui es oportuno a pedazos sobre los postes inmóviles Un dia mamá avisó al hermano ma recordar que en el español, tenemos un pueblo que se encendiaban con los rayos. La yor que se perdian sus alhajas. Esa ma de fuste sumamente tenaz independiente, lluvia y el viento aullaban en la inhana, aturdida de remordimiento ence abrumado, mas no destruido, por el desgobier mensa soledad, a veces mis triste que rróse en su cuarto. Al día siguiente no en que la vivido durante varios siglos, la misma vida, muy de madrugada, cuando todavia los por el debilitamiento de las aptitudes de poliCuando Huiremeya dejó caer la cabepájaros no cantaban. atravesó el corre tiea autónoma que antavio poseyera. húmeda sobre las rodillas de Juan.
dor la figura alargada del papa y Havelock Ellis éste le beso varias veces en la boca husin decirle nada se llevó a Juan a la meante, tapándole la cara con su suihuerta. El niño lloraba desesperadamento de dril. El frío era cada vez más CON dulces.
los cerros Eluto de van