Carmen LyraOmar Dengo

REPERTORIO AMERICANO 149 25 25 25 25 10 mano. Cre25 tarse más de aquellas piedras Una casa para la viuda e hijos suave, como un terciopelo: agudas, que parecían represenjamás habia sido ingrata; patar las púas con que el pais de Omar Dengo caba ciento por uno. Bien extranjero le había torturado.
lo sabía Antolin. Buen fruto Corrió mas atin, bajó como La Comisión encargada de recoger fondos en Heredia le habia dado cuando el se pudo la pendiente finally avisa que faltan unos 000 00 para completar la suma inclinaba sobre ella para cuiterminada esta, se detuvo andarla con cariño y constancia.
te la caseta del aduanero con que se ha comprado ya, una casa a la viuda e hijos de Omar Dengo.
El hombre sintió un desco mostró sus papeles, sacó las Ahora nos toca a los amigos del ilustre finado en vehemente de pasar la mano últimas monedas que le quedaban, y después de pagar su por encima de esa tierra que faltan. Se abre, pues, la suscrición y el Sr. Garcia Monge sedoso lomo, lo mismo que el San José, y otras ciudades, reunir los 000 00 que rida que parecia ofrecerle su billete de paso, entró en el queda encargado de recoger los fondos que lleguen.
puente. Pero aun no estaba buey familiar o el perro tiel.
alli su patria: tenía que lleRep. Am.
625 enternecidos por la vuelta del gar a la linea divisoria, fijaJosé Guerrero 25 amo. La visión de su yunta da en mitad de aquel puente Octavio Jiménez.
Alejandro Alvarado Quirós le cruzó el pensamiento con gigantesco que parecia pro25 Carmen Lyra la misma serena quietud con longarse hasta el infinito. Salas Pérez 25 que ella se envolvia cuando Las piernas de Antolin vaAngela de Guerra iba abriendo los surcos en su cilaban; el hombre estaba a Tomás Soley Güell.
punto de caer exinime: abriJorge Ortiz campo propio, mientras el la José Prada gó el temor de que llegado guinho apaciblemente, ya con Victor Cordero la voz, ya con la el momento, lo faltase la fuerJosé María Zeledón Brenes yo escuchar el gorjeo de las za fisica para dar el salto Carlos González Manuel Obando.
aves, aligerando la faena: que debía conducirle al final volvió a sentir los besos de del viaje, es decir, a la muerEduardo Carrillo la brisa, amorosos, secándote. Pero, apoyado en InvoRamon Zelaya.
luntad, volvió a encontrar su le con afán el sudor de la xx.
frente.
energia, y siguió arrastrandoRafael Eduarte Dr. Herdocia Los ojos de Antolin vieron se con ansia por el duro asFrancisco Montagne falto. Mientras lo hacía. sns de pronto un velo espeso que Leovigildo Arias miradas salvaron la linea diAlberto Moreno Cañas.
les tapaba cuanto tenían devisoria, y como golondrinas Didima Sánchez, lante: era el velo de las láA. Boza Cano 25 de vuelo presuroso, fueron a grimas. Se detuvo para darle Escuela Mercantil Manuel Aragón posarse en el grueso pretil, rienda suelta, y al inclinarse, Sr.
50 por entre cuyos balaustres.
Mario Fernández advirtió que sus pies estaban cuando Antolín era niño, miTomas Arias hijo ya sobre la linea divisoria.
raba con deleite correr las Oficina de Propaganda Catalana Sin saber lo que hacía, caAlberto Cortés espumosas aguas.
Julia de Somarribas yo de bruees en el suelo y El paisaje era hermosos nuRafael Meono así, de rodillas, pegado como bes de fuego surcaban el cieEmilio Artavla un molusco a In tierra patria, lo, como cabalgatas en viaje.
6557 besó las piedras, empapandoEl río de pintaba con ellas.
las con su llanto.
y el rutor de la corriente En ese instante la campaenvolvin todas las cosas pre Una emoción no sentido un verde vivo y delicioso que na parroquial sonó en el viensentes, restandoles fuerza, des jamás, debilitaba sus piernas, semejaba una promesa. Las to, como la voz del pastor tinéndolas, tragandolas. cual si intentara detenerle en alas de los pájaros que pasaentre los riscos a El hombre sintió de pron la marcha; pero así, arras ban, parecían llamarle. bajo, la oveja perdida.
to que todos sus recuerdos de trándose trabajosamente, si algunos barquichuelos que ga Pálido como un muerto. Aninfancia, cual bandada de pá guió adelante, con la angus naban la amnda orilla, fingiantolin se puso en pie, y ya jaros que asaltan una torre tiosa mirada fija en los cam invitarle a poner su planta sin volver el rostro hacia el para ab arse en ella cuando pos patrios, teñidos todos en en ella. Aquella tierra era pretil de cal y canto, avanzó el dia declina. cnian sobre el.
con nuevas fuerzas por el en busca de su corazón para Maria Enriqueta puente, bajo hacia el camino amadrigarse alli.
y se interno en la aldea.
听四四 5历四四四四5 四四四四四 55历5 为如5归52559 25 70 10 25 20 25 75 25 10 5 que llama Murid, Alegria del ar Alegria del mar! Alegria del mar. Alegria del mar!
Los vientos resalados danzan, corren, asaltan!
Los vientos anchos muerden las grandes aguas locas!
Ruedan ebrias las olas.
Blancas hileras de espuma senalan los peñascos negros bajo las olas verdes!
Alegria del mar! Alegria del mar! Alegria del mar!
Las bocinas del viento hinchen las caracoles de las islas duras con largos cantos ágiles!
Ah, el furor de la música. la salvaje potencia, los anhelantes gritos, los acordes crispados de Ins olas violentas de vientos y de sales!
la hora desenfrenada del Océano!
El negro pulmón sopla los huracanes de colores oscuros.
El sol abre en las nubes grandes puertas azules con sus manos de fuego.
El viento retuerce los mástiles y hace gritar Ins quillas y las proas con voces resinosas y calientes, Alegria del mar! Alegria del mar! Alegria del mar!
Entre todo el tumulto palpitante del agua, entre las olas ebrias, entre los vientos ásperos.
frente a las rocas agrias y las islas amargas, baila mi corazón sobre la nave, danza en la inmensa música con sus pasiones libres!
Alegria del mat! Alegria del mar! Alegria del mar!
La ola golpea contra el límite!
Alegria del mar! Alegria del mar! Alegria del mar!
Es esta In horn cósmica,