Violence

180 REPERTORIO AMERICANO dumbre de su sombra y el claror de su su curvatura soberbia. La montaña es el campo a embriagarse de frescor y puespíritu.
tabernáculo de nuestra afirmación en Dios. reza. Permanecía en la ciudad, porque Llegaba el optimismo. Miranda Ruano La oscura preferencia de los pueblos pri la vida exigiale darse a ella en las luerguíase cocfiado, reidor, fragante. mitivos para adorar sus dioses en las chas por el pan.
La montaña, en cambio, atesora una montañas, razonase en una sagrada intui Nuestro Salarrué se ha de encargar de máxima fuerza: la serenidad. Pulmón em ción. han sido el israelita Ebal, el yogi la publicación de Las voces del terrupinado al espacio, recibe primero la luz, del Thibet, el druida de la antigüedad, los ño, libro de este prosador fallecido el calor, el aire, y, en cierto modo, regula primeros poetas de las montañas.
tempranamente. Salarrue cumplirá con través de la tierra. En su ci el párrafo transcrito, además de un deber de fraternidad intelectual. No cen regirse las pulsaciones del la ar armonia fluente de la palabra, está pueden quedarse estos artículos dispersos.
Cosmos. Hay alli, como en el puño de Zeus, la emoción del artista al sentirse en las Juntos hacen una nota de belleza realgo asi como un haz de potencias. Po montañas, distanciado de las contamina gional. En la unidad encuéntrase el vitencia en el dominar de horizontes; po ciones y menesteres y ataduras de la brar de este espíritu que sólo fué cantencia en la vecindad a la nube, señora ciudad. Miranda Ruano siempre salió al ción, tormento, fervor.
del rayo; potencia en el concierto de todos sus rumores, en la fortaleza de su libre Salvador Cañas emanación, en la luminosidad que depura sus ondas a San Salvador El Salvador habitual que siente la mon por San Salvador. El Salvador El hombre que siente la montaña sangre será irregular; anómala la vibración de sus nervios: entorpecido andará Lafirmación de que feliz es la ciudad serenidad. la serenidad es constelación su organismo todo. Vagas serán las onen das de su mente y la mariposa interior dría sustituirse por una más exacta: feliz el girará delirante. Mas el oxígeno, el sol, Feliz el hombre que siente la montaña.
hombre que siente la montaña. Es decir Cuando el vaya a la ciudad en procura la vitalidad montanera le tornarán desel que sube la montaña, que comprende de señoria, subirá primero a la montaña. melodiosa su alma, la vida será para él tino. Agiles sus miembros, firme su mente, la montaña, que ama la montaña, Voces de armonía, rapsodias de palinun encanto nuevo y fecundo.
La ciudad es dama ponderada y neu genesia le poblarán como en una unción rasténica: su menester más es el propio contemplarse. Pagada de si de gracia. Suyos serán el variado pano apoyándose más en la tierra, sabe el hombre rama, la violencia de los vientos, la somisma, apenas si reparó alguna vez en montaña, empinándose al ledad creadora. suyos también el cielo tonifica su cuerpo y y agiganta su la montaña vecina. la montana se la vió un día con la veste rosada de la luntad, la posesión de sí mismo.
sortilegio visionario, el granito de la vo espíritu. al retornar a la multitud resplandecerá su frente como la de Moisés, cuando ese mismo hombre venga o enarbolará en su diestra la masa de crepúsculo; después, entre cendales dorade la ciudad, irá también a la montaña.
dos Zarathustra, o su gesto ha de ser el de el Sol. veces se le vió arre De seguro llegará dolido de cuerpo, an aquel sembrador del sermón de la monbujada en el humo de las rozas o en gustiado de alma. La oscilación de su tana.
vuelta en terciopelos de esmeralda. Mas la ciudad no ha gustado el móvil panoFrancisco Miranda Ruano rama, ni sabe el vaho saludable que llega desde alli, ni presiente la gran serenidad de la altura. Su vida es un continuo agitarse en la caparazón de todos los Bolivia la olvida da prejuicios. su justo simbolismo estaría en la serpiente que devora la De La Voz. Madrid misma cola suya.
os estudiantes de Lima han realizado La montaña, en cambio, atesora una cierto que entre su litoral propio y las manifestaciones de protesta contra sombrias altiplanicies que habita el aimáxima fuerza: la serenidad. Pulmón el acuerdo que pone fin al grave pro mará apenas había comunicaciones. El empinado al espacio, recibe primero la blema de Tacna y Arica. Me parece excorazón boliviano estaba en la Paz, en luz, el calor, el aire, y, en cierto modo, cesivo. Después de tantos años, Perú no Sucre, en Potosí, en Oruro, en Cocharegula sus ondas través de la tierra.
podia esperar solución más satisfactoria. bamba. Dos millones de criollos, de mesEn su cima parecen regirse las pulsacio Le devuelve Chile una de las provincias nes del Cosmos. Hay allí, como en el disputadas, le conce tizos y de indios vivian entre el Chaco le concede en la otra u y el desierto de Atacama, luchando con puño de Zeus, algo así como un haz de puesto y le paga una crecida suma. Es la puna, vueltos de espaldas a las posipotencias. Potencia en el dominar de un arreglo a la vez honroso y s? nos. Del lado del Chaco se abrían caubilidades que les brindaban los dos océahorizontes; potencia en la vecindad a la el ¿Que las dos provincias eran nube, señora del rayo; potencia en ¿Que en el Morro de Arica se derramo dalosos los ríos que van, desde el centro concierto de todos sus rumores, en la forsangre de héroes? Sí. Pero después de taleza de su libre emanación, en la luminosidad que depura su cul bernáculo ha creado en dicho lado de Antofagasta se extendía inmenso litoral intereses enormes. Cuando el Océano Pacífico.
berbia. La La montana tiempo, la injusticia sabe acomodarse a En el Chaco estaban Paraguay y Arde nuestra afirmación en Dios. La os las realidades nuevas. Es verdad que el gentina la provincia maritima de cura preferencia de los pueblos primitivos derecho puro no prescribe jamás. Pero Antofagasta ofrecía a los moradores de ese para adorar sus dioses en las montañas, la vida de relación impone a los pueblos, Tibet americano que es Bolivia la venrazónase en una sagrada intuición. como a los individuos, sacrificios crueles. taja trascendental de poder unirse ferrohan sido el israelita del Ebal, el yogi viariamente con la costa, sin sufrir medel Thibet, el druida de la antigüedad, diatizaciones chilenas o peruanas.
los primeros poetas de las montañas.
absurda, imbécil, El hombre que sube la montaña por Chile puede afirmar que se ha mos fratricida. Chile atacó a Bolivia, y los impulso admirativo, aspirando a enten trado generoso. Nadie lo desmentirá en peruanos salieron en defensa de la nader su poesía, siente ya el Perú. Mas ¿y en Bolivia?
ción hermana. Pero los célebres colorados choso él: dueño de la sensación de la Bolivia, antes de la famosa guerra de Bolivia sólo pelearon en una batalla.
cima, conoce una virtualidad ideal. Al del Pacífico, tenía una salida al mar. Barridos por la artillería y la fusileria sabor de la altura responde un llamado Era nación continental y marítima. Por chilenas, sucumbieron heroicamente. su secreto. La vibración, el espacio, el su provincia de Antofagasta se asomaba patria no pudo reemplazarlos. el Perú lor dominados educen la cifra sagrada: a los grandes caminos mundiales. Es se encontró solo frente a Chile.
pasa es el Surgió la guerra, la montaña. DiCO