KEPERTORIO AMERICANO 317 de la cnal fué sacando con pausas astutas, articulos extraordinarios: el escarnbnjo magnifico, inmundo yesberos de mixto, esculpidos rosarios y redondo como el mundo.
y jabones de olor que imitaban frutas.
Había un costurero guarnecido de conchillas marions, que insinuaba derroches la avispa exaltaula que Incern de tesoro escondido el seno pálido de la pera.
de Las Mil una Noches. (Porque ya sabinmos algo de Alwino Yol grillo y de Simbad el Marino; con su sencillo aunque para nuestra fábula campesina, violin uno era el Niño Ladino de negrillo y el otro se llamaba Sinibaldo Medina. saltarin. aquel globo de cristal que encerraha un pueblito con su pinar, la mariposa sentimental sobre los cuales, si usted lo meneaba.
que de for en flor lleva su tarjeta postal se ponin a nevar? Y aquel lapicero sorprendente cuyo cabo ocultaba también el picarón Cupillo de las de mariposa una minúscula lente que exalta cartulinas con su aneurisma rosa con una vista de Jerusalén!
10 Entre los intervalos de una y otra tocata, In moson molesti In vitrinn seguia volcando en la vereda, que insisten In siesta al pregón de la cosa linda, barata, en la nariz funesta como los cofres mágicos, nácar, aroma y seda del pedante que contra mi buen humor protesta Pero, no bien el músico volvin a hacer su parte, tornabamos, sumisos, al dominio del arte.
11 tal era su hechizo in malva tranquila ante el deslumbramiento de In menada grey.
que en la laga vornz so piedad destila.
que uma chiquilina de don Andrés Carrizo, 12 Hentenció aleladn. Es el rey! la solitarin violeta he aquí que lo era, en efecto que busta para hacer un poeta.
El rey de la farándula, monarea indestronable, omnipotente y miserable, 13 bienhechor, atorrante y perfecto. la borla del njo silvestre que convida No llevaba consigo hasta ese turco a evocar en un soplo lo breve de la vida.
de las manos tatuadas con crecientes aules, 14 que desplegaba prodigiosos tules y tenia en las cejas un terrible surco el ochnyo de Inn.
de verdugo de sultan, que preferi a la fortuna como aquel que en la estampa que él mismo 15 con despiadada herejía Ivendin, le cortaba in cabeza a San Juan. el rayo de soleito polvoriento que entra al cerrado aposento, Así reinó una tarde con su murga y su lata, y en la pared visionaria y teran bajo el buen sol aldeano y el aplauso rural. dibuja transeuntes y árboles a la inversa en In pure total 16 de la glorin anónima y de la suerte ingrata. Porque luego supimos con certeza fatul, In muchacha fen que se llamaba Pascunl que no tiene quien In ven.
y era oriundo de in Basileata. 17 Tocó algún tiempo aún con buen resultado, Hasta que un dia dejó de lado la bonita boba que ofrece al indiscreto la insical maravilla, vate del barrio, su tema de mal soneto.
se queda de hortelano de la villa, 18 enso allá y tuvo un hijo que ahora es diputado. el charquito que forma la mula con su huelln, Los infimos y en que en el diamante perdido de ann estrella, 19 Canto In atarenda hormiga que se han con su miga, el jamelgo que resigna, mohino, se empeña con su brizna, su fealdad huenda de Santo bizantino, y de industrioso alquitran se tizna 20 o de ácido agresivo se avinngra en el ardor que a su labor consagra. el perro que privado de amo y querencia, prefiere el puntapie u la indiferencia. Y la consabida cigarra del apólogo, 21 que a pleno sol deflagra, el cordero que lacin el que lo deglella poniendo en su monologo inclinn su cabeza de doncella.
in mecha a la pólvora de oro del calor 22 y un enseabel al gato del amor. el minucioso ratón que en sus correrias sobresaltados el abejorro borrachón de miel, economia a pulgadas que tiene una amapola por tonel.
In sombra del rincón. 23 la sensible araña que junto al piano el chingolo de invierno que en el espinillo teje a ocho agujas su innduti liviano: canta la miseria como un lazarillo, 24 el niño que exagera con furtivo rubor sus muecas tras in puerta para darse valor.
25 el raido gringo murgutista con su testa frenética de artista 26 el poetastro infeliz cuyo estilo en insipido retrucano es tilo.
27 el boendo de pan que como sin amargura ni afin.
28 el trago de vino que me in fonde vigor, concordia y tino 29 la sed de agan que corre expedita y grata como una limpia moneda de plata 30 el grano de sal que es sabor, ingenio y franqueza cordial 31 la cucharada de cuajada trémula que ante el nicar y el opalo puede ritar con Lémala 32 la altima brasa que vela el honrado reposo de la casa 33 el cuxco de la viejn.
que lngaioso como un chiquillin, tiene una de oveja y se llama Jazmin.
34 el rustico baston, con algo de pariente, de gendarme y peón 35 las chozas rubias y morenas como las pastoras de las coplas amenns 36 el pobre diablo que echa al hombro desparejo su retazo de sol como un saco viejo.
37 in sombra de la tapera caediza que se quedó con el gato y la cenian.
38 el nido abandonado que tiene algo de pecuerdo olvidado 39 la hojn seer tan enllun y buena, que embellece la dicha y la pena.
40 el minuto de buena o mala suerte, que como un cobre de pobre va cayendo en la alcancia de la muerte.
41 el sendero serrato que por entre las pitus, como un niño callado ya juntando piecritius 42 la viruta erespa como un rubio borrego, fragancia del trabajo y alegria del fuego 43 In asidua costura que fomenta la tisis y la virtud obena