Democracy

282 REPERTORIO AMERICANO y es todo Una desde Cuando desde mi asiento oi al docto astrónomo que disertaba con mucho Mirad, de un lado el mar de occidente, del otro lado aplauso en la cátedra, el mar de oriente, se retiran y avanzan Qué pronto me senti inexplicablemente aturdido y hastiado, en mis poemas como sobre las costas.
Hasta que escurriéndome afuera me alejé solo.
Mirad en mis poemas los pastales y selvas, En el húmedo mistico aire de la noche, y de tiempo en tiempo, mirad los animales salvajes y domésticos. los rebaños Miré en silencio perfecto las estreilas.
de búfalos que pastan en los pastos rizados.
Asi Walt Whitman. No sé si estará demás indicar yo Mirad en mis poemas las ciudades sólidas, vastas, recién me fijo que la dinamica de esas tres confesiones es las ciudades del centro con calles bien pavimentadas, una revaloración poética de la pobreza, un sentido elogioso con grandes edificios hechos de hierro y piedra.
de la arbitrariedad y la privación. Simplificación final del reMirad tanto vehiculo, la inquietud del comercio.
cuerdo, inconocibilidad y pudor de nuestro vivir, negación de Mirad los infinitos cilindros de las prensas: los esquemas intelectuales y aprecio de las inmediatas notimirad los telégrafos eléctricos cias de los que se van alargando son las respectivas moralidades de esos por todo el continente.
como si dijera Whitman: Inesperado Mirad el poemas. Es como si elusivo el latido de América, alcanzando hasta Europa el mundo, pero su misma contigencia es una riqueza, ya que a través de los mares. Mirad como vibrante, ni siquiera podemos determinar lo pobre que somos, ya que anuncia su partida la gran locomotora.
Mirad los aradores que cultivan sus campos; lección de la mística de la parquedad, contemplad los mineros que ahondan en las minas; es regalo y esa de Norte América?
Whitman. hombre humanisimo, simplificado por la ajena visugestión última. Estoy pensando que el destino de mirad las infinitas factorias; la labor del mecánico desde su humilde banco.
sión en mero gigante es un abreviado símbolo de su patria. Mirad, de entre estos en trajes de trabajo La historia mágica de los árboles que tapan el bosque puede han de salir los jueces hombres filósofos.
servir, invertida mágicamente, para declarar mi intención.
Miradme mi, vagando por ciudades y campos Porque una vez hubo una selva tan infinita que nadie recordó de estos Estados, bien querido vagando noche y dia.
que era de árboles: porque entre dos mares hay una nación Escuchad los potentes acordes de mis cantos. Leed.
de hombres tan fuerte que nadie suele recordar que es de que más tarde estos mismos poemas que yo forjo hombres. De hombres de humana condición y de criollos.
os han de sugerir tantas cosas extrañas.
Jorge Luis Borges Yo escucho el canto de la América (La Vida Literaria. Buenos Aires)
Yo escucho el canto de la América, yo oigo sus múltiples canciones, esas de los mecánicos que son alegres y potentes, Poemas de Walt Whitman el carpintero canta al medir sus tablones y sus vigas, el albañil al partir trabajo y al dejar el trabajo.
De la obrita Poetas Norteamericanos. Walt Whitman.
desde sus botes los barqueros, los marineros en cubierta, Garcin Monge, editor. San José de Costa Rica. 1922.
banco el zapatero; cantan de pie los sombrereros, El hombre imperturbable y la canción del lenador, del arador en su faena, el canto dulce de la madre y el de la esposa en sus labores.
Yo soy imperturbable; Canta la niña cuando lava, canta la niña cuando cose, vivo en quietud en la naturaleza: cada uno canta lo suyo propio y nada más: dueño de todo, erguido en medio el día canta a la luz del dia. Por la noche, de cosas que no piensan, absorto como ellas.
en grupos, los jóvenes, robustos, fraternales pasivo, receptivo, silencioso como ellas: cantan a boca plena sus canciones vigorosas y fuertes.
encontrando mi ocupación, mi pobreza, mi notoriedad, mis debilidades y mis crímenes los países extranjeros menos importantes de lo lo que antes pensaba Yo, hacia el mar mexicano, o en Mannahatta o Tennesee, Comprendi que pedíais una prueba o lejos hacia el Norte o en las tierras del Centro: viviendo por los ríos, por haciendas y bosques, que os explicara el Nuevo Mundo: que os definiera América, su democracia atlética, en Canadá bordeando sus costas y sus lagos.
como respuesta os mando aquí mis cantos Viviendo vida propia, sereno en las incertidumbres.
para que en ellos halléis lo que pedíais.
Cara a cara a la noche, a la tormenta y a las hambres, Traducción de Arturo Torres Rioseco afrontando el ridiculo, los accidentes, los fracasos, como los animales y los árboles.
Tomad mis hojas Mensaje Tomad mis hojas, América. Tomadlas, Sur, y tomadlas, Norte!
de la Sociedad Eugenio María de Hostos Cantadles bien venidas en todas partes, porque ellas son vuestra de la Universidad de Puerto Rico a la juventud de propia descendencia, Recibidlas, Oriente y Occidente! porque en ellas América Latina por Intermedio de Magda Portal estáis vosotros contenidos. vosotros, precedentes! conectaos amorosamente con eilas, Embajadora del arte y de las nuevas reivindicaciones proletarias, brava Magda Portal, te saludamos. La esencia porque ellas se enlazan amorosamente con vosotros.
cordial de nuestros afectos fraternales caiga sobre tu corazón Yo canto las épocas pasadas: yo me siento a meditar a los pies de los grandes maestros: en un beso de auroras, en una comunión intima con la fraahora, si mis cantos atraen, oh, que los grandes maestros gancia de tu alma. Te saludamos para ser amigos y admivolvieran a estudiar mis canciones!
rarte en el empeño que pones por la exaltación de nuestra ¿En el nombre de estos Estados, despreciaré lo antiguo? América y por la cristiana belleza de tu arte proletario, uniPara justificarlo, estos mismos Estados son hijos de lo antiguo.
versal y humano, de hoy y de mañana, por el sentimiento Ha ¡Mirad!
tiempo que ansiamos un intercambio conceptual con los pueblos hermanos: una correspondencia fraternal y frueMirad a los steamers en mis poemas!
tifera que encienda en todos la emoción que nos haga soliMirad en mis poemas las grandes olas de inmigrantes; darios en la consecución de una superior finalidad como raza.
mirad a retaguardia la casucha del indio, los caminos El ambiente de indiferentismo en que estamos calcados y del monte, la cabaña del cazador, los botes, el maiz, este espíritu indolente y perezoso que heredamos de nuestra Ja heredad pobre, la cerca ruda y la aldea perdida, vieja raza melancólica, nos ha sumido en una despreocupaу la verdad.