154 REPERTORIO AMERICANO esta enemigo de acabaria armadas.
a ver al santo del dialecto y a recibirle en la Provenza malecón, fuente o plaza y a quien todos rodeaban de la consideración esas conversaciones vecinas de la eter con su nombre y todavía le darán el debida a un ente superior por la experiencia, nidad, que tienen el precio de los pám patronato de algún fruto nuevo que logre la práctica y el buen sentido natural que ponia panos finales de la viña, como en Goethe, un jardinero de San Rafael, el de algún gustoso al servicio de cualquiera. Todos espeen Whitman y en Emerson.
Recibió el premio Nobel, pero como raban grandes cosas de él. pero no tan insecto escapado al inventario de Fabre o el de alguna bahía que nos haga el grandes!
Romain Rolland, no entró a la Acade mar pronto. No le quedan otras cosas Pasado el primer momento de entusiasmo y mia Francesa, lo cual muy bien en de que ser padrino en el suelo que cade embriaguez, los demás municipales cayeron hombre aires confirados.
balmente contó. De la región ha debido en la cuenta de que. podian comprometerse. Un dia se nos murió de sorpresa. llevarse un mapa al cielo, tatuado sobre demasiado, pues como al fin y al postre clos pues le esperábamos la pegadura de Ma el rectángulo pectoral del cuerpo glorioso, gobiernos son gobiernos, el de la provincia tusalem a este mundo, que no le había y que estará mostrando sin cansarse a por rehacerse a la corta o a la larga, dado grumo ninguno de tragedia y sí los Santos franceses, a Santa Radegunda. en cuyo triste y probabilisimo trance iban a varias dichas de ver y palpar.
a Santa Juana, fusta de los ingleses, al quedar peor que nunca. Estos temores se acenDesde entonces, cada mes se bautiza Cura de Ars, el otro campesino.
tuaban con la falta de noticias fidedignas, pues el telégrafo seguia interrumpido, y sólo llegaGabriela Mistral ban al Pago rumores contradictorios. Silvestre, Valencia, junio de 1929 el boticario, al ver las caras recelosas y la nerviosidad de los municipales, murmuraba epigramáticamente. El miedo no es sonso, ni junta rabia.
Don Juan Manuel en Pago Chico Para atenuar, en efecto, las futuras responDe La Vida Literaria. Buenos Aires. sabilidades y sacar el cuerpo en lo posible a las amenazadoras represalias, los funcionarios UNA de las frecuentes revoluciones provincia patriótico no derramar sangre hermanos y comenzaron por ralear y acabaron por no preles quedó por milagro dueña de algunos convecinos) y deliberó con ellos acerca del sentarse en la municipalidad, dejando en manos partidos. Entre ellos se contaba Pago Chico, buen gobierno inmediato de Pago Chico. De de don Juan Manuel la suma de los poderes pues la junta central revolucionaria envió como la deliberación resultaron, como es lógico, públicos.
delegado un capitán de linea cuyo marcial as miembros de la municipalidad, todos los pre Este, viendo la deserción, pensaba: cendiente subyugó a los infelices paisanos que sentes, y el capitán quedo al frente de la co ¡No hay mal que por bien no venga. Asi, dragoneaban de vigilantes, con medio sueldo misaria y demás fuerzas solito y mi alma, podré hacer mucho más!
para acrecer los gajes del comisario oficialista, Pero consideróse decorativo y de acuerdo El capitán Pérez, buen muchacho, aunque de quien escapó al primer asomo de revuelta, te con los altos ideales que se perseguian a tanta no largos alcances, le presto incondicionalmenmiendo la infidelidad y la venganza de los costa, nombrar un intendente imparcial, fundate su apoyo material y moral: ya habia arriessubalternos. Tomóse la policía con cuatro gatos, mentalmente honrado, y universalmente querigado. metiéndose en la revolución, lo bassin disparar un tiro, y como «muerto el perro do. Sólo don Juan Manuel Garcia reunia estas tante para que no le dolieran prendas se acabó la rabia, la comuna quedó en manos condiciones, y don Juan Manuel Garcia fue Gota más gota menos, el amargo no aumende los opositores.
puesto a la cabeza de la comuna.
ta y el veneno es el mesmo decia aplicando. Viva la revolución! gritaba el pueblo poco a su situación el proverbio popular después, saliendo de sus casas al saberse triunY con este poderoso auxiliar, don Juan Mafante.
Era un hombre ya maduro, rico para aquel nuel, comenzó a poner orden en la administraEl capitán Pérez reunió enseguida a los opo rincón y aquella época, muy bondadoso, muy ción; reprimió abusos, cortó coimas, castigó de sitores principales que habían creido deber conciliador, enemigo de chismes y politiquerias fraudaciones, limpio las oficinas y dependencias de empleados inútiles, criaturas del favoritismo, puso a raya a la empresa del alumbrado, persiguió sin cuartel a los cuatreros, convirtió, en Por el hijo sin nombre fin, a Pago Chico en una Arcadia. salvo los odios que nacian violentos en todas partes.
Estar, bajo el oro del poniente, como mi carne.
tendiendo las manos; ya trémulas, Su sangre seri arroyo de inquietud, hacia arriba, hacia arriba, clamando: como mi carne.
El diario oficialista no aparecia. La Pampa, Madre dame una estrella!
Mas para él no pido piedad.
de Viera, aplaudia a todo trapo al intendente.
y don Juan Manuel, rodeado como cualquier agitar las manos Tendrá una fé, viva como una antorcha. dictador, de ita corte de aduladores, interemorenas, cual las mías, Pero se apagardi su fe.
sados o entusiastas, por muy sensato, prudente y el soplo de la tarde le moveri el cabello, Tendri un amor, grande como un delirio. y modesto que fuera, no advertia las resistennegro como los ojos de la mujer que un dia lo soportó en su vientre.
Se extinguirá su amor.
cias, el descontento, la oposición crecientes Mas para él no pido piedad.
Habia tomado gusto al poder, usábalo sin fisMadre dame una estrella!
calización ni restricciones y se lo pasaba disy su voz será súplica Los hombres verdnle caido, curriendo proyectos y planes de bienandanza y u anhelo atirico dle infinito.
cual me han visto caer.
prosperidad general.
Madre, dime una estrella!
Veranle doblar ser más justa y equitativa, la humanidad y bajo el oro triste del poniente la frente mártir bajo el pensamiento, pagochiquense le hubiera erigido un monumense perder en la sombra su primer grito. cual me han visto inclinar to estatua o arco triunfal. Pues no señor!
Formálo mi ser con la esencia la frente, en las noches profundas.
Sólo la posteridad sabe honrar a los grandes de todo cuanto soy capas.
Mas para él no pido piedad.
hombres, y ella misma tiene, a veces, tan poco discernimiento, que don Juan Manuel. corre peY un dia, cayó de mi cuerpo Su carne será pródiga en dolor.
ligro de quedarse sin laureles, ni aun póstumos.
como el fruto del arbol creador.
Su sangre serdi arroyo de inquietud.
Una vez puesta en mejor pie la administraFormálo mi ser, con la esencia de todo cuanto soy capaz.
Se apagardi su fe, eomo una antorcha.
ción, preocuparonlo sobremanera las obras púYun dia, de mi cuerpo lo vi separado, Se extinguir su amor, como un delirio. blicas: el edificio de la municipalidad se caia a Mas para el hijo que un dia pelazos, los caminos eran pantanos invadeables como de un rio el agua que desborda cayó de mi ser o vertiginosas montañas rusas, la tablada um corre a fecundar universales climas.
como el fruto del árbol creador, chiquero, las calles, rompecabezas. y las acePara él yo no pido pido piedad.
no pido piedad.
quias del riego, mel cuidadas, estaban inmundas, Su carne serdi pródiga en dolor. En él, vo sólo pido rebeldia, rebeldia!
destrozadas, cegadas en gran parte. Qué sinGerman Pardo Garc a.
tesis del vandalismo oficialista. Como los Bogotá. 1920. fondos escaseaban hasta la completa ausencia,