REPCRTORIO AMERICANO 89 La MANO TIEDMANITO blorosa.
boles higo بہو una cosas Hamlet The more things to. Baltasar. Baltasar!
heaven an artis oratio than are tent of in your Si saliera, le enseñaria el philosophis nido de ardilla que estaba en Shakespeare el palo de mango!
del Toro lo contó una anciana Baltasar! Baltasar. seguin llamando desesperada. con con su vox ronqueta y temla voz empapada en lágrimas.
Era una viejuqnita suave El llanto habia dejado unas que sujetaba sus ralos mechomanchitas negras en el polvo.
nes blancos com um cintillo neDe muy hondo, de muy hongro y que cubria los hombros do o de muy lejos de muy lejos vino una voz pequeftita, con un pesado pañuelo de seda fresca, fragil, ondulante como violeta Llanca y oloroso a raíz de una hebra de llavin enredada Lo relató mientras arrollaentre el ramaje: Ya voy! Ya voy, oy, oy.
ba cigarrillos en papel amaLA brisa pasó sobre los ar rillo con sus manos sprmentosas y torpes. De un azafatito y dejó inquietas las ramas más altas de metal cogin el tabaco picado La niña miró asombrada en curado con aguardiente, miel, cáscaras de lima y hojas de torno suyo.
De pronto sintió que unos deditos acariciaban la mano. Que si me han espantado alguna vez? respondió. No, que tenia apoyada en el suelo De debajo de la piedra salia espantarme no. iQué va a ser. uma manecita infantil, blanca, Muy lejos estuvo aquello de con unos hoyuelos muy monos espantarme.
en el dorso y unas uñas sonY la voz de la anciana se puso rosadas, tiernas. Parecia una a temblar con el encanto con estrella o un ramito de verque tiembla el reflejo de una so benas nacaradas.
estrella en una onda tranquila.
Con mucho mimo dejó en Hacia tiempos que aquel reYPA de las ma manos de Antonia cuerdo dormia, pero pocos dias tn puñado de rojos frijolitos antes un cierto hecho lo hizo de poro, con los cuales se pudespertar y subir a tlor de sieron a jugar de no sé qué memoria. Fue mientras derrique la semilla apuyonada de cidos eran! El caso fué que en baban la vieja casona: un fabricante de instrumentos de quién sabe que fruto, pedaci ma ocasión le pareció oir que Parece que al anochecer la llos de vidrio de colores, pa su madre contaba a alguien. tia Teresa encontro la muchacuerda vino comprarle unos litos, etc.
cómo, bajo el pedrejón cerca chita dormida, la cabeza sobre marcos de ventana, casi secudel pozo, estaba enterrado un la piedra. el rostro plácido molares, para aprovechar en dajas de violin la madera seca sonora. Le mostraba ella todos aquellos objetos sin varecuerdo y lo que significa batin hintaanpor mayor que Anto jado en Hantos viejecita Parece también que desde misma dos gruesos tablones lors que nos narraba su aventura. aquel dío, el aburrimiento no el chiquito murió al nacer: só volvió a abrumar la cabeza de que yacian cerca del brocal Cuando quedó huérfana en lo alcanzó las aguas del ban la niña. Se la veis sentada, del pozo, cuando un peón al edad muy temprana, la tomaron tizo. Lo llamaron Baltasar, el abrir una mnja puso al deslas horas muertas, cerca de la a su cuidado umos tios: el pa nombre de mo de los Reyes piedra, entretenida en hacer cubierto pedrejón cuya fordre José, un sacerdote más loco Magos, porque nació el dia de ma era la de un triángulo que bueno y Teresa, una sol la Epifania.
diente de león: o bien alicurvilineo irregular.
terona mistica, silenciosa, que la niña quiso es disponiendo en dien la memoria de jamis aventuraha ni eurrirse por un vano de la ferentes formas, rojos frijolitos recuerdo co de la nariz fuera de sus domi espinosa cerca de taina, a ju de poró conchas, caracoles.
menzó a abrirse paso como lo nios. Tampoco permitían a la gar con unos chiquillos de la trozos de vidrio de colores, haria, desde la profundidad de nina traspasar hacia calle pero la vellones de musgo fresco, anicueva, el hilo de humo el umbral de la casa.
La po la tia Teresa y se la llevó malillos muy bien modelados que subiera del montón de bre criatura pasaba el tiempo una para. la casa. La de hojas secas en donde una chis vagando por la casona Ilona chiquilla se sentó a llorar bajo con tos trompos chiquirrisollas yn jugando pa hubiese prendido su lende muebles inmensos y negros, el cobertizo que protegir el tillos que no eran otra cosa durunte la época de las llu pozo, con la cabeza apoyada hueso de cierta fruta: Al removerse la piedra se vias y recorriendo el vasto en la piedra bajo la que, según vió que cubría la boca de un solar sombreado por ya acomodando y desacomohovo profundo, en el fondo arboles en el verano andes contara su madre estaba ento dando la ropita de la Virgen veces rrado su hermanito Baltasar las semillas primorosas de del cual, sobre un lecho de pu pasaba dias enteros encarama Si ella tuviese alguien con lidas guijas, estaba todo aquela petaquilla. en enredadera da en las ramas de uu mango quién jugart (Si Baltasar vi tan común en nuestros climas llo que la anciana recogiera corpulento.
niera a jugar con ella! calidos.
guardara en el arconcito de ¡Cómo se aburrian aquellos quiso en vano remover En la mañana apenas se lemadera de perfumado cedro seis años en ese ambiente gris el pedrejón. Pero era tan gran vantaba iba a llamar pasito que ahora nos tendia, mien y silencioso y entre los dos de. tras en su boca desdentada y loquinarios!
por el intersticio entre la pieAcercó entonces la frente al ara y el suelo: marchita brillaba una sonrisa. Ahora no sabía la viejuquita intersticio que quedaba entre. Baltasar.
qui estoy.
En la pequena arca había si se trataba de un sueño o la piedra y el suelo y comenzó poco rato iba asomando un mundo de cosas inocentes: de una realidad. Qué maraña llamar con sus preciosos dones la maanimalitos modelados en se habia hecho en su cabeza Baltasar! Baltasar. Her necita regordeta y tan fresca cilla con mucho primor, ca con los hilos del ensueño y los manito!
que daban ganas de comérsela racoles, conchas, frijolitos rojos de la realidad! No sabia en ¿Qué haría el niño bajo la besos. Ayudaba a la niña a de poró, unos trompos dimi dónde empezaba el uno y ter piedra? Seguro estaria dur hacer com palitos las cereas nutos que no eran otra cosa minaba la otra. Cuan pitre miendo. Si saliera. más graciosas que es posible Una vez, neando o Al punto la anciana aquel vecindad, sorprendió una Oreja en barro guecilla vor voraz que el hue 31