54 REPERTORIO AMERICANO a ra, flores, el palacio donde se cometiera el desnudo, a medio rancho y con dos pa Logré atraparlo. Tenía hambre y sed asesinato. Dados de baja, trabajaban en res de grillos. El empleado que nos trae y le dí de comer y de beber, yo, que la actualidad en una alfarería. Se habían el alimento dice que durará muy poco.
también tenía sed y hambre. Nos hicicasado los dos y cada uno tenía un hijo. No quiere decirnos ni su nombre ni su mos amigos. Se hizo amigo de todos.
Les han hecho horrores. Desnudos los delito. Sólo, cuando ya está al borde de Al cabo de un mes pudo volar, irse lejos, ligaron con fuertes cuerdas a un catre. retirarse, exclama: hacia los campos dorados de sol, hacia con una pluma, embadurnada de acei El general ha resuelto matarlo, por las sementeras verdeantes bajo las prite, les hicieron cosquillas en las plantas que es un hombre peligroso Muy meras lluvias de marzo, hacia sus comde los pies. Al principio daba ganas de peligroso.
pañeros los pájaros y los árboles. prerer. Después era horrible, tremendo. De cuando en cuando lo sentimos que firió quedarse. Revoloteaba en el recinexasperante.
jaree, sin palabras, en lamentos suaves, to, del hombro de un preso al hombro Todas las noches se los llevan para blandos, pueriles, que nada dicen y que de otro. Visitaba todas las celdas. Era torturarlos, hasta que al fin falsamente dicen, sin embargo, tántas y tantas co nuestro hijo, nuestro hermano, llegó declaran. Si, ellos son los asesinos. Pue sas.
serlo todo para nosotros.
de ser que así los dejen tranquilos. Pero una noche Fué horrible. Hos un buen día el grillero, riendo, por no. El gobernador de Caracas, Julio Hi tigado por el hambre, arrastrándose a orden superior. lo cogió en sus manos.
dalgo, les pide algo más: un puñal y pesar de las ciento cincuenta libras de los le acarició las plumas, y como quien esropas ensangrentadas para presentarse. grilos, se asoma a la puerta de su celda. tira un resorte, le arrancó dulcemente las a un juez. De no hacerlo, les darán avanza, avanza lentamente, hasta el cala cabeza.
quinientos palos. Gómez ha ofrecido al jón donde se depositan las horruras, mepaís un expediente completo del crimen te la mano en él y saca una cáscara de pensar que un régimen asi de omiy hay que formularlo, y bien, a toda cos plátano. La devora con una avidez ani noso y brutal merece no sólo las relacio ta. Uno de ellos me dice. Cómo haría mal, primitiva, desconcertante. El alcaines cordiales, sino el apoyo y protección yo para decirle a mi mujer que empape de lo mira desde el balcón donde está de todos los gobiernos civilizados de la en sangre un traje mío y se busque un de guardia y llama al cabo. el ca tierra!
puñal?
bo con un nervio de toro en la mano Sintesis Ante la perspectiva de la noche que se va airado contra el infeliz. Este se ha Preguntaría yo a los defensores de le aguarda ha perdido toda moral. Tiem quedado inmóvil y espera. Cierro los Gómez, a los panegiristas de la dictadubla, se echa en el suelo, llora. El otro, no.
ojos.
a sus diplomáticos en el exterior, Se halla estupidizado. Mira hacia un pun. No me pegue, no me pegue, no me ¿qué hemos ganado nosotros con estos to fijo en el techo horas y horas. Sacude pegue.
cuatro lustros de ignominia? La paz?
el aire con las manos, como espantando sobre aquello, que no es un hombre, Mil veces preferible la guerra con tomoscas. De cuando en cuando, ríe. sino una piltrafa de hombre, un jirón de das sus violencias, como en el proverbio se los llevaron esa noche. eso de vida, un instinto en acción, cae una, dos, latino a ese imperio de cárceles, de ce las tres de la mañana, regresaron. Sus tres, cuatro, yo no sé cuántas veces el menterios y fusiles que ha sido la paz espaldas eran dos llagas: dos llagas enor nervio de toro. Cae y suena con un ruivenezolana durante los últimos veinte mes, de un púrpura fresco y chorreante. do seco, cortante.
años. Será esa paz durable? La presión, Así, les pusieron grillos. los dos días No me pegue, no me pegue, no me el atropello y la falta de libertad no son a descomponerse, a oler pegue.
y fueron siempre semillas de odio y de mal. Un olor horrible, nauseabundo, a Hago por contenerme, pero la voz se revueltas. No habrá sembrado la decosa muerta. Volvieron a llevárselos, y me sale a pesar mío: cantada paz venezolana para el futuro esta vez para siempre. No le peguel próximo una guerra que, por justa, no Se llamaban Araguaynamo y Mujica. Ocho días después se lo llevaron. Ja será menos encarnizada y sangrienta?
Fueron enterrados en un solar de la Ro más vieron mis ojos un cadáver más li El progreso material? Visitad el intunda.
vido, más extenuado, más doloroso, más terior de Venezuela y me diréis si ese cadáver.
progreso material no es una farsa. El Una mañana el alcalde me ordena: paludismo, el analfabetismo y los demás Venga.
Podría referiros muchas otras escenas ismos deplorables imperando en todas Voy. dónde? No lo sé. Quizás me semejantes, y entre ellas las torturas de partes. La incuria oficial dándose la mavan a torturar. Paso por el hueco abierto mi hermano, escuchadas por mí en una no con la indolencia nativa; selvas que en mitad de una verja de hierro, y sigo noche inolvidable: mi época de hambre están pidiendo a gritos el esfuerzo del por un pasillo a cuyo fondo se advierte y de sed en el Calabozo del Olvido hombre: desiertos, zancudos, jefes civiun calabozo. Sentado, pálido, enjuto, cuyo nombre ahorra bien la descripción; les: poblachos feos y tristes. miseria, con una vejez que se diría de miles de la muerte de mi padre Pero me miseria, miseria Las más pingües miles de años, está un hombre. aquel haria interminable Quiero, sin embar industrias, todas en manos de los Gómez hombre se levanta, se me echa encima, go, resumir en un episodio, sencillo, sin La agricultura en ruinas. La cría un mome baña el rostro de besos y de lágri trascendencia, toda la refinada crueldad nopdio de hecho en favor de la familia mas. Comienzo yo también a llorar, no de la Rotunda reinante. Sólo ella puede beneficiar gasé por qué. Mi cabeza no rige bien. De No sabemos cómo llegó a nosotros.
nado en los mercados de Caracas, Puerbo de tener los ojos extraviados y vagos. Saltarín, zurdo, sin emplumar del todo, to Cabello. La Guayra. Valencia, Mara Hijo, hijo, hijo lo sorprendí en mi celda. Era un pichón cay, de casi todos los centros de imporAquel anciano de miles y de miles de tordo, agudo el pico, negrísimos los tancia: salo ella tiene facultades para de años, es mi padre. En tres meses ha ojos. Venía de afuera, de quien sabe explotar el balatá y la sarrapia de las cnvejecido siglos.
dónde, pero de la libertad, de la vida. selvas de Guayana: sólo barcos suyos Enredada a sus patas una brizna seca de pueden navegar por nuestros ríos, y esa En un calabozo frente al nuestro es hierba, acaso del nido recién abandonaes la única razón por la cual no se con tán matando a un hombre. Lo tienen do.
cede a Colombia la libre navegación del comenzaron