354 REPERTORIO AMERICANO pecho, Chest va es casualidad, porcelana en seguida sus oir nobleza amor en rerazón a dos. Salta él al cogollo del ramo con el más lindo coraje empecinado con el horno, como salamandra y salamandra.
que pueda darse; es la porcelana china, la de aquella copa No se sabe cuál de los dos es más demoniaco en el sentido de la lanzada, lo que Bernardo busca lograr en un pueble griego del adjetivo si el fuego que no le alcanza la caloria cito francés y además en época de oficios sietemesinos. mil trescientos, o él mismo, ardiendo de su tesón ahora colérico. Le va a costar, cómo le va a costar! El invento es re Su primer éxito verdadero serán unos esmaltes jaspeados cuando no es y aunque esta de blanco, azul y negro, en manchas calientes e irregulares, superior estaba ya descubierta, y contaba la vejez de la ali que mentación de arroz asiática, Bernardo ignoraba la rancia receta. Vienen un conjunto agradable püsticas, de inmediata. y hasta sorprendente Las ventajas que lo asisten son: una testadurez de artesano aceptación en el mercado, y que de un golpe le enderezan la un poco pezpunteada de orgullo; una sordera sabia para no balanza o un mosaico espacioso, me rezongo Cotidiano de la mujer, y algunas veces, sólo Paliss. económica. Sobre un plato conchas, lagartos, culebras, ranas y anveces, un buen humor galo con que contestar a los guilas, donairosamente, consiguiendo grupos fascinantes. Estos burlones una picardia cuando les oye la vil risita.
Ensayo primero en hornos ajenos, en los de la Cerámica cinco de ellos se los disputaban los nobles y los villanos platos barrocosbarroquisimos son; yo he visto y tocado bien de Chapelle aux Pots, y consiguió un esmalte blanco sin ricos, por la vivacidad de conjuntos animales, más apasobre unos medallones en relieve. Pero la medio sionantes que las guirnaldas de frutos de los de la Robbia.
cridad de estos trabajos, cuenta, le dio como más calentura esta zoologia cerámica, un poco mágica (y magia negra a para buscar el esmalte ilustre, el esmalte en seco, el esmalte trechos como la gárgola medioeval) se le llamó en su tiemEntre una prueba y otra, acepta trabajos que le dan po scomposiciones rústicas.
la carne ahumada de su cena o de comprarle a la mujer la Prisión por proselitismo. En el buen poyo de piedra media de lana. videz grande del oficio, que exige más que de su acierto, estaba sentado el pobre Palissy cuando le llegó el amor, y que crea tanta discordia como el una orden de prisión. Se habia vuelto hacía tiempo protesgularidad de la vida.
tante, y a su manera de ceramista, es decir, con la hornaza Ahora ensaya hacer la porcelana en los mismos hornos y con la humareda ostensible de la creencia. nadie se la de la vidrieria y el horno le da un engaño de éxito. Después escondia y hasta la propagaba. Afortunadamente, el Condesde cuatro horas de cocción, la porcelana parece blanca table Montmorency, que le conocia la aristocracia artesana, crei haberme vuelto una criatura nueva. Esta sensación fre siguió además de Catalina de Medicis un título de inventor y ver esto, escribe el, me causó una alegria tal que le hizo salir pronto de la cárcel con indulto del Rey. Le connética nos da a los que creemos que el oficio pasa de figulinas rústicas para el Rey y la Reina madre. Bella por los mismos trances del amor, sólo que con ventajas en frase larga en papel de ordenanza real.
ia duración de la dicha.
El triunfo le envalentona y levanta con sus manos una San Cristóbal de la cerámica francesa. Bernardo pequena fábrica de vidrios que tiene como atributo mayor un debió creer hacia el final de su vida, como buen artesano acicatearno poderoso. Estos hornos de la cerámica pobre son des do por las pimientas de la perfección, que no dejaba una porcelana garbados y feos por fuera; pero, acercárseles, y el lecho de adulta, una porcelana mayorazga, como la que tocaba en el fuego hace gritar de su hermosura. El sonrojo sube, y el aire, cerrando los ojos, con sus dedos de maestro. Dejó, senciinterior del horno es el de una fucsia gigante.
llamente, la porcelana domiciliada en tierra francesa; fue padre E: muy friolento capital se le había ido en las dotaciones de vasta industria bella; fundó oficio, que vale más que fundar y apenas mer cocción tuvo que interrumpirse. Fuese defecto del horno, que han venido después los normandos, los de Sevres, los fuese la mudanza del material miemás de amarga, la prueba el esmalte no se cuade Moustiers, los de Limoges el trago dulce del trabajo defijaba ahora ni la sexta noche.
nitivamente domado.
resultaba cara, y no era cosa de malograrla. herauetas El pobre Palissy Pueden ponerse en torno de Palissy todas las cerámicas va y viene cogiendo tablas, cachivaches de jardin, embelecos más de una Entonél, ya desatentado, arrancó el piso.
casa entero y tero y lo la hornaza. Los cántaros y platos El traje hace al caballero estaban adentro, sentados con la indiferencia de los Budas y lo caracteriza en el fuego, el kaolin y el feldespato enjutos en vientre y asentaderas. De momento en momento, él se asomaba a espiar la empolladura roja con un ojo de congestión un poco La Sastrería ribeteado de sangre. Las piezas seguian iguales, viendo en torno la llama insuficiente y la mirada del ceramista, encima, como la del cazador sobre una presa preciosa que no se mueve.
sem Al obrero que habia cogido con el engaño de la ganancia, De Francisco Gómez tuvo que despedirlo seis meses después, y le pagó sus salarios con su ropa, que seguramente, no los valia.
Otro ensayo con el horno rectificado, y consigue la licuación le hace el vestido de la pasta; pero para estropearle la pobre alegria, las paredes de piedra saltaron en pedacitos y le rompieron, claveteandoselo en pagos semanales, mensuales o al contado viens la más penetrante anécdota de este hombre lleno de un Napoleon. El debe préstamos a los Hay un inmenso surtido de vecinos A, Z, y como les ha noticiado de que la cocción va casimires ingleses. Operabien, éstos se vienen todos a asistir al suceso, rodeando el horno como una comadrona que fuese a mostrar un recién nacido.
rios competentes para la Bernardo saca sus piezas malogradas y oye que le ofrecen por confección de trajes.
de desgracia. Los oye, y destruye delante de sus ojos toda la hornaHaga una visita y se convencerá da. Después, se acostó descoyuntado de desaliento. Yo no Calle del Tranvía tenia nada, dice, sino reproches y hasta maldiciones en mi casa, y no quise oirlas. La mujer estaba escandalizada de la testarudez de su hombre con la arcilla, y se acordaba, como los judios de los ajos de Egipto, de los salarios regulares San José. Teléfono 3283 grasos, que recibía el Bernardo vidriero de antes.
Quince o dieciseis años dura este duelo del hombrecito ches y hora.
su ces fue cuando sa que no le arden echo La Colombiana Ahora elas 50 varas al Este del Cometa frente a Luis Vanni aun