REPERTORIO AMERICANO 265 se pobru la recostado. de stell de la noche tumbre, a subir con él a los andamios; ahi conversábamos sin que el interrumpiera su trabajo. El cancionero popular auna en sí me contestaba don Diego. la música, la expresión poemática y la ideologia social: es el cancionero, la expresión del verdadero espíritu de un pueblo. Mis héroes de este último piso llevan el recuerdo de sus propios corridos; la mayor parte de los que he aprovechado pertenecen a la recopilación de Guerrero; mañana le traeré el libro de donde los tomo.
Trabajaba don Diego cerca de la esquina y quedábamos, al frente, la figura tranquila de Emiliano Zapata; seguirían después Felipe Carrillo, Cuauthémoc; más acá de Zapata, Atilio Montaño. Indico a don Diego que, como el cancionero empieza en don Miguel Hidalgo, bajaré del andamio para copiarlo desde el comienzo. Antes de bajar me explica que el cancionero se extenderá alrededor de todo el tercer piso.
La figura valiente de Miguel Hidalgo está apenas esbozada.
Debo explicar que el cancionero va escrito en una guarda blanca, al parecer una cinta, que se desprende del extremo superior de los muros, en forma de guirnalda, y se prolonga en formas caprichosas por sobre las decoraciones. La canción que empieza en don Miguel Hidalgo dice. Esas tres alegorias representan la Trinidad Revolucionaria. La primera es el Mantenedor: él en efecto representó el espíritu de la pre Revolución y por eso tiene una chispa en la mano; a sus pies lo protegen la Esperanza y la Fe. El otro es el Anunciador, el espíritu de la lucha armada; las figuras de arriba representan el Amor y el Dolor, las de abajo la Videncia y la Voluntad. El otro es el Distribuidor, la post Revolución; también están con él el Dolor y el Amor, pero el Amor con la Prudencia y el Dolor con la Continencia; las figuras de abajo representan la Agricultura y la Industria.
Conversamos nuevamente de Revolución y don Diego me habló extensamente, motivo para capitulo aparte. Luego guardamos silencio mientras yo copiaba, del libro, los versos elegidos por don Diego para escribirlos en el resto de los muros; el dolor está palpitando en ellos: Si los campos reverdecen con la ayuda del Creador es el premio del trabajo que nos da nuestro Señor.
De la serie de frescos del Corrido de la Revolución Unión. que es la fuerza santa de todito el mundo entero.
Paz, Justicia y Libertad, y Gobierno del Obrers.
Quisiera ser hombre grande en muchas sabidurías mas mejor quiero tener que comer todos los días.
Dichoso el árbol que da frutos pero muy maduros; si, señor, vale más que todos los pesos duros.
Así como los soldados han servido para la guerra, que den frutos a la nación y que trabajen la tierra. Quién no se siente dichoso cuando comienza a llover?
Es señal muy evidente que tendremos que comer.
a don Diego por el final del verso, me mostró el libro que me ofreciera indicándome que lo había mandado a traer y que podia copiar los trozos señalados por él para escribirlos en el resto de los muros. Respecto a los versos que escribiría en el otro Patio no estaba aún seguro, no había hecho todavía la selección.
Le pregunté por el significado de tres alegorías que había visto bajo el cancionero, conformadas cada una por un personaje principal y otros menores, Ya la milpa gilotea, la mazorca está apretada; es el sustento del hombre y la cosa más sagrada. Viva Miguel Hidalgo y Costilla, que nos dio el Grito de Libertad.
En aquel tiempo los españoles nos enseñaban la Religión y nos decian: Indio, crée en este santo, si no, te mando a la Inquisición.
Pero acabaron aquellos tiempos en que reinaba la esclavitud, en que concluimos con los piratas, con los tiranos del gran Perù. El último verso termina en el muro de Zapata. Ahí empieza otro corrido: El oro no vale nada si no hay alimentación; es la cuerda del relox de nuestra generación.
Había escrito únicamente hasta «de nues. Cuando pregunté Que primoroso está el trigo, qué hermosas matas se dán; si Dios quiere en este año vamos a comer buen pas Dan la una, dan las dos, y el rico siempre pensando cómo le hará a su dinero para que se vaya doblando.
Rafa el Estrada Costa Rica. 1928.
Dan las siete de la noche y el pobre está recostado; duerme un sueño muy tranquilo porque se encuentra cansado.
Consultorio Optico Rivera Es el mejor bienestar que el mexicano desea, que lo dejen trabajar para que feliz se vea. En Cuautla Morelos hubo un hombre muy singular.
justo es ya que se los diga hablándoles pues en plata, era Emiliano Zapata, muy querido por allá.
Don Emiliano, a caballo, observa a unos indios que, sentados en el suelo, al son de sus guitarras cantan; sigue este corrido: Todo es un mismo partido, ya no hay con quien pelear, Compañeros, que no hay guerra, Vámonos a trabajar.
EXÁMENES DE LA VISTA. ANTEOJOS LENTES DE TODAS CLASES EXACTITUD PRONTITUD Especial atención en el desarrollo de recetas de los Señores Médicos Oculistas No quiere ya relumbrones ni palabras sin sentido, quiere solo garantías para su hogar tan querido.
GEMELOS DE TEATRO CAMPO. MICROSCOPIOS LENTES DE LECTURA Guillermo Rivera Martín Optico del Colegio Nacional de Jena, Alemania Estas estrofas no aparecen seguidas en el corrido original; don Diego las ha seleccionado procurando que, los versos del tercer piso, tengan una relación directa con las decoraciones correspondientes del primero.
Aprobado por la Facultad de Medicina de Costa Rica Ya se dieron garantias a todo el género humano, lo mismo que al propietario como para el artesano.
SAN JOSE DE COSTA RICA CORREO 349 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica