REPERTORIO AMERICANO 167 la humanidad en conjunto y acudir a sus necesidades, el aristócrata supera incluso al más talentudo hombre del pueblo. Cualquiera ve que estas aserciones de Keyserling son puramente ocasionales, y que la historia le contradice. Toda obra de renovación, equivocada o no, ha partido de la clase media social y del pueblo a veces. La aristocracia es la indiferencia: cuando llega al arte se torna estatua, así como cuando llega a la filosofía se hace Borgia. De manera que es lamentable su aserción de que Budha pudo legar a la humanidad una doctrina perfecta por su imparcialidad por cuanto Budha era principe de familia reinante. Jesús no lo era, y llegó alli. Pero Keyserling rechaza el cristianismo, al cual considera religión de proletarios, y desde luego colocado frente a las clases privilegiadas. Aquí reaparece en Keyserling el temperamento histórico, la fuerza de la sangre, el mandato de las Sombras familiares. Es injusto juzgar el cristianismo desde el punto de vista de la historia, que es personalidad pura, cuando el autor del Diario de viaje se propone salir por entero de la región de lo personal. Tampoco puede alegar como simple motivo de reajuste social el egoismo y el resentimiento junto a los fieles quien pugna por abrir a un mundo entero el camino de la felicidad perfecta por la renunciación; y ya sabemos. que los aristócratas no renuncian a nada, sobre todo a su insolencia.
Otros puntos de vista quedan por examinar, de gran riqueza moral y social, en la obra de Keyserling; sobre todo los referentes a la actitud religiosa frente a la actitud puramente politica de Occidente.
Rafael Cardona México agosto 12 de 1928.
Las maletas de Keyserling De La Gaceta Literaria. Madrid Dan ganas con este libro del Conde de Keyserling. recién aparecido en el habla española, de salir con él agitado como un prospecto ante todos los trenes y vehículos que parten en este momento a las playas, montes y campos de España, para que nadie lo olvide.
genial de todo viajero. El método supremo de convertir en espiritu y sistema lo que la ventanilla del tren o el tragaluz del camarote, dan en signo, en apariencia, en desorden y en misterio.
Los problemas humanos y cósmicos más varios, punzadores, agónicos y arriscados, allí los deja Keyserling doblados como pa ñuelos sobre sus maletas maravillosas. Sólo en Gobineau y en Schopenhauer se piensa a veces. Ni Platón, ni Herodoto, ni Heine, ni Montaigne, ni Gracián, tienen analogia con el género de este libro. Gobineau, por su sentido del Oriente, narrador y espiritual.
Schopenhauer, por el otro sentido, profundo y dramático del Oriente. El libro de Keyserling es el vademecum de las religiones comparadas en vivo, a fuerza de kilómetros y de observaciones sobre el área geográfica de su desarrollo actual.
Es el Bedeker metafisico de Oriente.
este libro de Keyserling.
Yo creo que se comprará este libro para Guía de los curiosos del alma asiática, como se compra hoy el Bedeker para suministrar puntos de referencia y hoteles sobre el cuerpo terráqueo. Giménez Keyserling en ese libro es el Paul Morand de la Filosofia. Hace el amor a una Teoría cada noche en un sitio distinto. a diferencia de las amantes de Morand, todas son prolificas y le dan aguzados hijos.
Es un libro como para hablar de él y no terminar. no terminar hasta hacérselo leer a la gente, única gran critica y recomendación posible. asi haría yo ahora si no quisiera cortar mi fervor con otro.
Otro dedicado al traductor español Morente. Morente: ese yogui sabio, silencioso, de nuestra cultura. Benedictino y espiritual.
Cargando en sus hombros tareas cicópleas y antibrillantes. Traducciones de Spengler, de Keyserling. Su traducción es un modelo de exactitud, de gracia resolutiva en los conflictos, de aciertos. Estas traducciones de Morente dan mejor que nada la sensación de que hallar una palabra justa en un idioma, que equivalga a otra justa palabra de idioma distinto, es casi tan feliz como crearla de nuevo.
Y, por tanto, que una traducción asi hecha entre en el circuito estrecho y exigente del arte.
Caballero América: vocación de crisol en Es éste un libro, sin embargo, que no necesita el reclamo ni el prospecto. Circulará ancha y silenciosamente, con la fuerza de los grandes aciertos editoriales.
Desde hace muchos años, 110 se ha podido leer en habla española un Diario de viajes de esa naturaleza.
Se diría que Keyserling ha puesto en este libro sus aptitudes de faquir hipnotizando al lector todo el tiempo que le viene en gana.
Libro denso, alucinante, mágico. Bajo nombres de geografia remota (llamaradas tropicales. eso: un ejército angélico de meditaciones. Bajo las etiquetas de sus maletas exóticas: un acariciar el sentido infinito de la vida, como se acaricia el mar al repasar los ojos en una ruta de delicia.
El Diario de Keyserling es el mayor programa de circo filosófico que ha provocado nunca el viaje de un filósofo. Toda su genialidad está en el articulado de Atracciones, organizado por ese Cirkus Krone de la Filosofia que es el gran Keyserling.
Desde el Mediterráneo, por el Canal de Suez y Mar Rojo, Aden, Océano Indico, Ceilán, India, hasta el Extremo Oriente, va Keyserling guardando en sus maletas faunas y floras de meditaciones innumerables. Pero todo le cabe en la maleta.
Tiene esa maleta el triple fondo de los baules de los funámbulos. Casi un fondo sin fin. De ahí el vértigo que produce en el lector. Se traga su atención como un automóvil veloz la cinta de la carretera.
Es el libro de Keyserling el catecismo (1) Conde de Keyserling: Diario de viaje de un fiilósofo, Espasa Calpe, 1928. De El País. La Habana Repertorio Americano, valioso digesto fuerzo honesto, a toda ansia de licito desde opiniones que en Costa Rica edita pli individual. El motivo ideal, de alcon sostenido acierto el ilustre Joaquín Gar bedrio religioso, que empujó al Mayflower, cía Monge, acaba de abrir un concurso de señaló esa vocación americana no menos respuestas a esta pregunta. América para que la ambición de los conquistadores.
los americanos o América para la humani También éstos, a su modo, venian buscando dad. Un concurso con premios y todo, a una oportunidad de vida más plena y más ver si asi se vence esta pereza de pensar libre. todos ellos fueron intrusos y los que en verano nos invade ante toda inda únicos que tienen derecho natural a la tiegación un poco trascendente.
rra de América son los indígenas (teoria de Anoche, en el cinematógrafo, mi emoción un excesivo romanticismo histórico. o lo estaba sugiriendo una respuesta a la pre que dá derecho a América es, sencillamente, gunta de García Monge mientras contem una voluntad de trabajo unida a una fe en plaba esa bella película de título tan poco la perfectibilidad individual.
eufónico en castellano: El corazón de una ¡América para los americanos! Pero ¿qué nación. Es un vivido retal de la vida su son, en buena cuenta, los americanos que burbana yanqui en los años anteriores a la han hecho a América sino un linaje de adGuerra. En el mismo rincón del West End venedizos. titulo de qué excluiríamos a neoyorquino, donde toda fatiga tiene su los demás, como no fuera a titulo de priasiento y toda raza sus penates entraña meros ocupantes? este sólo puede invosórdida, babélica, áspera y trajinada de co carse racionalmente cuando el que viene dicias de la gran ciudad. un judío, un ita detrás nos merma el disfrute de la cosa liano y un alemán viven y medran, cada ocupada. Tal es el fundamento de la vigente cual en su grado y manera, Mantienen una ley de inmigración norteamericana; los Esamistad vecinal, rica ese hondo sen tados Unidos están ya poco menos que coltimiento de solidaridad que nace de la co mados. Pero en nuestra América sigue sienmunidad del esfuerzo, cuando éste no se do imperioso el postulado de Alberdi. Goaplica a los mismos negocios: de la emula bernar es poblar. Hacen falta candidatos ción, sin la competencia. Cada uno de ellos a la americanidad.
ha traído a la ciudad de promisión sus mo Lo único que a América le interesa es dos de vida, sus costumbres, su lenguaje y que sean candidatos leales, o que por lo religión, sus criterios elementales. los man menos lo sean sus descendientes. La pelicutienen en el hogar, con una celosa devoción. la de marras nos enseña cómo esa lealtad Sin embargo, los hijos, nacidos en Amé es poco menos que inevitable: al instinto rica, de ese sastre judio, de ese frutero de clan que trata de imponer el sentido de italiano y de ese carnicero alemán se sien oriundez, se sobrepone el instinto de adapten ya extraños en esos hogares, aspiran a tación y la gran fuerza asimiladora del algo más y mejor; la común impronta del medio. América tiene, como los individuos medio ha borrado las posibles marcas del simpáticos, don de gentes.
linaje; se parecen entre sí como si hubieran Claro que hay impulsos sentimentales y nacido de padres afines. La emoción surge, escrúpulos conservadores en el orden etnidelicada, penetrante, cuando sobreviene la co y cultural que nos encarinan con la tesis guerra y se plantea el conflicto de lealta egoísta. Quisiéramos mantener la fisonomía des de los camericanos enguionados de de la estirpe y esta relativa homogeneidad Roosevelt. Hay un amago de discordias, de que disfrutamos. Pero esa instintiva apeoriginadas en la varia oriundez. Pero los tencia se sacrifica debe, al menos, sacrifihijos resuelven el conflicto en una sola carse gozosamente a la noble anticipación lealtad la lealtad a la tierra que les dió de una América más franca, más hospitalapan a sus padres y a ellos cuna.
ria, hecha con la sal de toda la tierra y la ¿No contesta esa película sutil instru claridad de todos los horizontes: la Amérimento de propaganda, sin duda la pregun ca de la «raza cósmica, que dijo Vasconcelos.
ta de Garcia Monge? El destino ha querido Eso sí, procuremos que lo que venga sea que fuera América eso que los yanquis di la sal de la tierra.
cen de ella: una «tierra de oportunidad. es decir, un continente franco a todo esJorge Manach Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica