Bourgeoisie

REPERTORIO AMERICANO 85 Lo que hubiéramos sido. pueblo de obreros que se exte lidad y de una variedad insos se puede suspender el impulso sabio juego de la melodia subnúan, rojos, sudorosos, conges pechadas. Es el triunfo del que la anima. Se utiliza sutil terránea, que se pierde en el tionados, y que hinchan las maquinismo musical. Cada arte mente la rapidez adquirida. Se silencio y resurge en el momejillas para soplar en sus tu sano está en su banco, como apela a nuestro subconsciente mento propicio; esta colaborabos de cobre, o los que más un cerrajero o un ajustador que para que oiga las frases sobreción de nuestra receptividad inferiores todavía, golpean co cambia perpetuamente de herra tendidas. La sincopa es el arte bien afinada con la del autor; mo yunques los instrumentos mientas, según el trabajo que de hacer cantar y danzar al es lo que constituye la nobleza de percusión.
tiene que ejecutar. Elige dies silencio. Este silencio no es en de este estilo, hasta ahora reEntre estas tres clases so tramente tal o cual calibre de la música una célula muerta, servado para el baile, pero que ciales, separadas como en com destornillador, de punzón o de una interrupción de la música.
está, sin duda, destinado a más partimientos estancos, no hay buril. Aqui, para ejecutar dos Si el impulso está bien dado elevadas funciones.
contacto alguno. Son familias compases, un virtuoso emplea pueden extenderse bastante lerigurosamente cerradas las unas un instrumento especial, que La orquestación de la jazz jos estas vastas zonas de sipara las otras. No hay mezcla abandona al punto para empu lencio que no son inertes, sino, debe regenerar y rejuvenecer nuestro material orquestal. Los posible entre estas razas. To ñar el que ha de darle un ren por el contrario, vibrantes y, si davia vivimos a merced de ta dimiento mayor en los compa se quiere, sembradas de ritmos principios de la música sincoles preocupaciones, que datan ses siguientes. Es la apoteosis precisos. El arte del músico pada deben dar flexibilidad a de Lulli. Apenas si nuestros de la herramienta y del ajuste consiste en calcular con sufinuestro estilo demasiado rigiimpresionistas han tratado de de precisión ciente destreza el largo de do y más ligereza y desenvolrehabilitar a la burguesía y al Las ejecuciones obtenidas de onda de su pensamiento, para tura a nuestra sintaxis. Hasta estado llano, confiándoles mi este modo son de una calidad que no se ahogue al atravesar ayer estas ideas tan sencillas siones más honorables. Pero en deslumbradora, y es evidente esta napa muda y se la vuelva se habrían tomado por fantasu orquesta, la gente de arco que jamás se había oído en a encontrar bien viviente a la sías paradójicas. Ahora se COsigue teniendo la primacia. Una Paris cobres con tanto mor salida, en el punto exacto en mienza, simplemente, a ver que orquesta como la de Paul Whidente, brillantez, flexibilidad y que el oido la aguarda. Este son verdades de mañana.
teman nos da la visión revoluprecisión de acento. Esta orcionaria de un 1789 de la mú questa es tan precisa e infaliEmile Vuillermoz sica. Aquí, no más privilegios. ble como un mecanismo de Paris, agosto de 1926.
Todos los artistas son iguales, gran lujo. Pero una vez más, todos los timbres son equiva la parte musical ha sido sacrilentes. No más preocupaciones ficada en demasía. En el moteóricas: una trompeta vale lo mento en que escribo estas lique un violoncelo, un saxofón neas Paul Whiteman, preocupodrá eclipsar a un alto, un pado por los artículos de los UIERO hablar del pequeño accidente, de la pequeña glockenspiel sabrá ponerse tan críticos musicales parisienses de relieve como un estradivario. que le reprochan lo que acabo mino emprendido; esa diferencia que existe entre lo La igualdad reina en esta co de exponer, parece resuelto a que somos y lo que hubiéramos querido ser.
laboración magnífica, en la que modificar su progrema y a darTodos, sin duda alguna, tenemos que lamentar cada instrumento no es otra nos antes de su partida algu algo que no es hijo de nuestras posibilidades, es un cosa que un tubo de color a la nas de las obras que nos agra detalle que torna negras las ilusiones en que tan felidisposición de un pintor que no dan. Hay que felicitarlo. Pre ces habíamos vivido.
cae en la tontería de preten ciso es, en efecto, que nuestro será el destino, acaso lo inevitable? No basta der que el amarillo sea supe. público europeo comprenda to en la vida aplicarse al deseo? Existe acaso una fuerza rior al azul o que el violeta es da la fuerza musical que en superior que a nuestras ambiciones pone obstáculos, y más respetable que el verde. cierra el principio de la música que aminora nuestras fuerzas para la jornada, y las Hay en esto una liberación sincopada. Vivimos aqui bajo hojas de laurel mal refrescan cabezas de plata y frenartística extraordinariamente fe el sistema celular de la medida. tes que han surcado los años.
cunda, que debe ejercer deci Nuestra disciplina métrica es Casi todos tenemos una pequeña historia que siva influencia sobre la música implacable, los martillazos del contar. fué que. y ahí el pequeño hecho que entorde mañana. Es imposible que tiempo fuerte y del tiempo de peció nuestra vida.
nuestros grandes compositores bil caen sobre nuestra melodia será que siempre tenemos la sensación de «hano comprendan que la compo con una regularidad matemá ber perdido un reino, talvez la ambición que es insasición de la orquesta clásica no tica. Toda nuestra música queciable.
responde ya a las aspiraciones da asi emparedada y cortada Fuera bien ir por la vida, ya que en el placer no de nuestro espiritu, de nuestra en tajadas con un rigor algo está la felicidad, aplicarse de lleno a obtener lo que razón, tanto como a las nece monótono.
ambicionamos y en el mismo trabajo encontrar un sidades de nuestro oido. Es un Los impresionistas como De suave y grato pasar de las horas.
anacronismo que debe supri bussy han tratado, es cierto, de Algunos están conformes en su medio, mas son mirse. El pintor de los sonidos sacudir el yugo y de quebrar de los menos; la mayoría lamenta los hechos con que debe tener libertad para utili la simetría geométrica de la el destino hace de nosotros lo que le viene en deseo, zar como quiera los recursos sintaxis clásica. Pero sólo la y que a veces se nos presentan como premeditados.
instrumentales puestos a su dis sincopa debia resolver el proY cuando en la vida hemos logrado ampararnos posición y no verse paralizado blema. La sincopa desata los a la cosecha de nuestros deseos, sobreviene el temor. por un protocolo ridiculo que lazos estrechos de la medida. lo poco que ha de durar aquello, lo inestatable de los nos han trasmitido las antiguas En vez de mezclar y amasar dias. presentimos entonces el pequeño suceso que ha orquestas de Corte.
a manos llenas la arcilla musi de poner rumbo a nuestra existencia y en el correr del La orquesta de Whiteman ha cal, estos músicos se contentan tiempo que hace nuestra vida a su sabor lamentamos probado que con treinta ejecu con acariciarla, rozarla, eligien del pequeño accidente y contamos, haciendo triste metantes, de los que algunos to do sus puntos más sensibles. moria, lo que hubiéramos sido!
can indiferentemente cinco o Se inicia una melodia y se le seis instrumentos, se pueden da una fuerza ritmica tan neta Max Jiménez.
obtener efectos de una flexibi y tan viviente que luego ya no Puntarenas. Fbro. 1928. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica