DemocracyFascism

30 REPERTORIO AMERICANO solución. La democracia sustituye con la elección por los muchos incompetentes al nombramiento por los pocos corrompidos. Las repúblicas de mocráticas no pueden prescindir de sus idolos nacionales, lo mismo smo que las monarquias de los funcionarios públicos. No hay más que un problema de gobierno: descubrir un método antropométrico fidedigno En otras palabras: Shaw quiere un método para poder reemplazar la democracia por el super hombre. Lo dice más paladinamente aún en uno de los capítulos del Manual. En su aspecto más imperativo, la necesidad del superhombre es politica. Hemos sido empujados a la democracia proletaria por el fracaso de todos los sistemas alternativos. Ahora, que aún no hemos visto al hombre que, con alguna experiencia práctica los electores. No hay entude la democracia proletaria, siasta público con una práctica tenga alguna fe en su aptitud de veinte años de experiencia Iver grandes problemas democrática que crea en la politicos o siquiera para desemeficacia politica del Cuerpo penar la labor corriente de una electoral o de los organismos parroquia, con inteligencia y que elige. La caída del aristoeconomia. Sólo bajo los des crata ha creado la necesidad potismos y las oligarquias del Superhombre surgió la fe de los radicales Esto escribía Bernard Shaw en el sufragio universal como en 1901. no es un poco panacea politica. Pero se mar futil indignarse ahora contra en el momento en que se quien pensaba así hace más de la somete a una prueba práctica, un cuarto de siglo, creyendole porque la democracia no puede un reciente apóstata de la elevarse sobre el nivel del democracia? Cuando Adler le material humano de están de que están dice, con bastardilla y todo, que hechos sus electores. El poli. nosotros somos partidarios de tico que en otro tiempo tenia la restauración de la democracia que aprender a adular a los tanto en Italia como en Rusia, reyes, tiene ahora que aprender me imagino la sonrisa burlona a fascinar, divertir, engatusar, del septuagenario irlandés al embaucar, atemorizar o herir verse contestado con afirmade otro modo la fantasia de ciones que hace tantos años Luis Araquistain chita en el mar había rebatido. eso se llama fallar el blanco. Bernard Shaw ignora, sin duda, como buen insular por partida doble, muchas cosas del continente europeo; pero el Continente no ignora menos a Bernard En el podrá haber error, pero no inconsecuencia.
Su actitud ante el fascismo merece una respuesta más congruente. un hombre que ha inventado una filosofia dramática para procrear el genio sobrehumano y bajarlo de las irreales cimas nietzcheanas al acora de la gobernación pública no se le puede resp nombre de la democracia histórica. Hay que ponerse en su plano, en el de la dictadura, y ver hasta qué punto la realidad corresponde a sus esperanzas de comadrón del Superhombre.
en Polvo del camino El día de Año Nuevo.
sudor de resignaE día de Año Nuevo en la mañana, hago conoci El niño se acerca y me tiende la mano, pequeña miento de este hombre. Nos encontramos en una y callosa, no me dice palabra; el entrecejo contraido y de las calles de las vecindades del Parque Nacional; amargo, como una pequeña grieta abierta por algún guia un carretón cargado de sacos de harina; le acomgusanillo malévolo sobre un fruto tierno.
El carretonero sigue: sobre el carro. Descalzo, de facciones rudas; cerdoso. En esta jodida cuesta se pegan los carretones ralo y rojizo el pelo del bigote, sombrero de palma cada nada; se ve uno a palitos pa poder salir de aquí.
ordinaria, la frente plegada en arrugas fuertes sucias Unque hora no va mucha carga, será por ser hoy día de polvo y de sudor, despide olor a establo, a fiesta que la bestia emperra. Vacida no creo que lleva y bre el hijo en el niño, los mismos rasgos fisonómicos.
la panza, toda la noche ha estao embrocada encima aguardiente; cincuenta años más o menos. Se descudel pasto, en ese saco le va más bastimento. Agachate, Observo el caballo: es como otro individuo de la fami hijó, caminemos otro poco. Con su permiso.
lia, la misma expresión de mansedumbre y Avanzan nuevo trecho; el carretonero aupa el cación, la misma rudeza en todo, la misma humildad El camino en cuesta y cubierto de piedras sueltas, ballo con gritos y chasquidos; el niño grita a su vez imitando al padre, ambos con el hombro sobre las ruey bastante carga; el caballo ya no puede con tanto. El das; al fin logran dominar la parte alta.
amo y el niño descienden del carro para ayudar a la Por el suelo, entre las piedras, aparecen restos del bestia, así lo indica el carretonero: festejo de la víspera: confeti de colores vivos, algún Apiémonos, Rafel, a cuartiar este condenao; si fragmento de serpentinas o de adornos de papel a no, no llegamos tanta jodida piedra. Vos esa varias tintas. Hundidos en el pedregal sobre el cual el rueda. rempujá duro, no siás pendejo; duro, que te carretón ha venido moviéndose con tanto trabajo, los vea yo. el hombre el niño realizan esfuerzos, diminutos discos de alegres papelillos policromos, se cada uno sobre una rueda, por vencer las dificultades ofrecen a la fantasia cual si fueran la sonrisa de una de la cuesta; el caballo a su vez los hace supremos. ilusión en el fondo de un imposible. El carretonero re Se detienen unos instantes, la cara del niño ha enroel empeño. Jadean los tres.
encendido y la coloca festivo en la frente del caballo, ei En uno de los parales del carro se sostiene un sobre las correas de la cabezada. El animal dobla saco de nero toma del interior de gangoche, allí va el pasto picado. El carreto cuello lentamente hacia un lado, hasta quedar con la aquel saco una media botella, vista fija hacia atrás, talvez para contemplar la extenla empina, luego se la al hijo: sión de la. Zampale vos y no siás flojo; si no, no te ponés exhausto, adusto y grave, soportando en la frente aquel otros calzones este año; no decís que querés estrenar nes. Con la manga de la camisa se limpia los cuya cabeza hubiera sido engalanada proditoriamente labios húmedos de aguardiente. con el resto palpitante de un pecado cometido enmedio Contesta a mi saludo con una sonrisa: de la alegria, pecado de esencias fuertes, aspiradas con Aqui echando este viaje a ver si le compramos fruición hasta el delirio por otros menos desventurados, calzones nuevos al muchacho. Harina pa que coma menos mansos, menos tristes. Un viento de primavera pancito la gente. Veni, Rafelillo, dale la mano al señor; hace temblar en ese momento sobre la cabeza del dale un feliz Año Nuevo, vos sabés.
caballo la franja escarlata avivada por un rayo de sol.
hoy, jecido en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica