284 REPERTORIO AMERICANO particulares. Pues el lenguaje no está hecho sólo de palabras sino de estados de conciencia.
y en nombre de esta naciente conciencia común, Europa se ha asociado a Checoeslovaquia en su homenaje a Masaryk. Porque, casi octogenario, es históricamente uno de los estadistas europeos más jóvenes. Y, por lo mismo, uno de los más universales, Luis Araquistain Noticia de libros Luis DEBAYLE. Reflexiones y pensamientos para mis hijos.
huele a griego deja de ser ro margen de esta petite vie cenmano iy tan romano! Cicerón tro americana de insoportables ha leído y ¡que buenos ojos tu romanticismos y de bailes polivo. todo lo de Grecia, y cuan ticos (bululú, ñaque, carambaleo, do habla o escribe se acuerda, mojiganga, garnacha y faránduy ¡entonces que no! de los inol la) para las dos archi malditas vidables griegos; sin embargo, comadres.
Cicerón es perfectamente oriEnvío ginal dentro de su eclecticismo.
Es bueno además recordarles Debayle, hasta tu palacio de a los fanáticos de la originali Florencia, obra de Bruneleschi, dad, que la verdadera creación cerca de Santa Maria dei fiori, ex nihilo sólo a Dios pertenece; llega mi saludo de Brujas, la nosotros los hombres, estricta viva precisamente porque está mente hablando, hacemos como muerta, desde mi casita gótica si no hiciésemos, sumando y en la calle del Beginage, muy restando dentro de los límites cerca del Hospital San Juan. de una cierta repetición inevita En esta edad media de Vertable. No por la influencia egip haeren, oyendo los carillons de cia deja el griego de ser griego, Rodembach, estamos bien preni por la influencia griega el parados para oír las voces quiromano deja de serlo.
nientistas de afuera. Nada coEl libro Reflexiones y pen mo este silencio para oír, este samientos para mis hijos es muy silencio de ojivas y canales. libro y muy Debayle y ſalabado Brujas es la ciudad de las vosea Dios! si exceptuamos ciertas ces bien oídas, porque el sipáginas istas completamente al lencio está aquí como en su casa. Pallais, Pbro.
Algunos libros nuevos y otros que no lo son Para mí, ciervo huraño y asustadizo de las miniaturas de Andrés Beauneveu y de las mayúsculas benedictinas y de los trípticos de Memlinck en Brujas y de Rogerio Ven der Weyden en Bruselas, es labor cuesta arriba, opus decir en palabras escritas, la admiración que siento y muy grande en realidad de verdad, por este nuestro Luis Debayle, magnífico en tierras centro americanas, como aquel Lorenzo y tan mediceo y tan quinientista y de lo más Benvenuto Cellini que nosotros, en nuestra pequeñez podamos tener, como nacido para los cortejos de Florencia. Rubens que lo pinte y que Chocano lo cante!
Este Doctor Debayle cirujano, profesor, político, orador, prosista, poeta, francés, nicaragüense, católico, no católico, ciudadano de aquella Alejandría de Ptolomeo Salvador y hombre galante de poesía cortés y señor de las mil y una anécdotas para quien sabe cuántos decamerones, repito, que a pesar de ser mi primo hermano, y por todas sus cualidades y por todos sus defectos y precisamente por todas estas cosas, me asusta a mí que soy ciervo huraño y asustadizo y de lo más primitivo que haya habido jamás y muy bretón y muy flamenco y ciudadano de Brujas ¿no es verdad Hans Memlinck?
El libro Reflexiones y pensamientos para mis hijos es interesantísimo y desde el punto de vista de la vieja critica literaria que ya pasó y desde el punto de vista de la critica modernísima que sólo busca almas y temperamentos.
Hay libros incoloros, inodoros e insipidus que son únicamente de un autor porque llevan su nombre, pero que sin ninguna dificultad podían ser de otro cualquiera, libros no libros como diria Carlyle, volúmenes, tomos, cosas neutras, que así como se llaman libros podrían llamarse ladrillos, si volet usus.
El libro Reflexiones y pensamientos para mis hijos es tan del doctor Debayle y tan libro, que si lo leéis, leedlo! con lectura inteligente, leyendo entre líneas, veréis que sólo Luis Debayle, ese poliédrico Luis Debayle pudo haberlo escrito. Según es el niño así es el juguete. Dime el pleiteante y te diré la ley» cómo se cumplen aquí estos dos axiomas de la popular sabiduría.
Porque lo que dije al principio, cirujano, profesor, político, orador, poeta, prosista, francés, nicaragüense, católico, no católico, hombre de poesía galante y cortés, señor de las mil y y una anécdotas quién sabe para cuántos decamerones, todos estos aspectos de la Alejandría de Ptolomeo Salvador y de la Florencia de los Médicis magnificos, están en el libro de Debayle y son el libro mismo.
Los pensamientos. Les Pensées» de Blas. Pascal son desde la primera página hasta la última, puro Pascal. Espejos de luz cristiana, tan cristiana, que sólo pudieron verla mis ojos, hasta que en San Sulpicio, como quien se desviste de sus vestidos de Centro América, me hube desmasonizado. ex professo, que en estas mis palabras escritas para Luis Debayle, hablo de Pascal y de sus espejos, porque muchos de los que comprenden, pobres en sabiduria y en mala intención de ojos envidiosos y mentirosos ricos.
han dicho con sus acostumbradas reticencias, que Debayle en su libro, tiene muy buena memoria y se acuerda demasiado de sus muchas escogidas lecturas. Tendrán siquiera una idea aproximada del eclecticismo estos criticos de ojos encontrados?
Cicerón, los alumos de literatura y de filosofia en nuestros colegios bien lo saben, no porque Con El tablado de los caprichos dió Santa Marta, en Colombia, el primer libro de tendencia nueva, aunque, por la factura de muchos de esos trabajos de Fernando de Andreis, no podría su obra catalogarse redondamente entre la de los nuevos. Ya, en ocasión de unos apuntes que publiqué en Civilización de Barranquilla, dije que este libro inaugural de Andreis, escritor muy joven, por cierto, suponía una concreción de estilos creados en su autor por virtud de varias influencias, entre ellas la más próxima al trópico, la de su ascendencia italiana. No dudo en considerar El Tablado de los caprichos como un libro de los pocos que valen, publicados en 1928.
Otro libro que destaca significativamente en la producción de los dos últimos años, en aquel país, es La novela de los tres, de José Restrepo Jaramillo. Este estudio de novela nueva ha sido considerado en Bogotá como el primer paso, en sentido renovador, dado en el género, y forma, con El regreso de Eva, de Jorge Zalamea, y con Suenan Timbres, de Vidales, un interesante triptico vanguardista, novela, teatro y versos.
Ya he tenido oportunidad de ocuparme de estos libros y de algunos que les precedieron, rubricados por los Maya, los De Greiff, los Rivera, etc.
El Regreso de Eva no debe tenerse como obra definitiva.
Es un ensayo, y se resiente, como trabajo teatral (aunque deliberadamente irrepresentable. de cierta sequedad que lo distancia de su ropia intención ideológica. Hay en este libro mucho de tratado y Freud es la menos lejana de sus influencias, pero es, de todas maneras, un libro original, fuertemente desprovisto de emoción, y que acusa un admirable talento.
La Novela de los Tres estudia un caso de inversión ciudadana, morbosa, producto de urbe y casi cerebral, pero el contenido pudo ser otro con el mismo éxito. Son el delineado, la ejecución, todo al bosquejo, de los personajes del cuento, los que son de mano providamente hábil. Restrepo Jaramillo sabe, instintivamente, la eficacia de la sugerencia. Así, apunta apenas el paisaje, haciendo colaborar la sensibilidad del lector, como pasa en cierta pintura de hoy.
Deucalion, La Imitación de Nuestro Señor Yo y El Libro de las Parábolas son tres libros Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica