92 REPERTORIO AMERICANO esos teza desgarradora y humilde del que sufre, calla y muere.
Angel Lázaro llegó a conquistar una reputable nombradia en Cuba. Hoy, de retorno en su patria, es uno de los campeones del hispanoamericanismo, que él conoce profundamente porque lo ha vivido y ha sido en Hispanoamérica donde saboreó sus primeros triunfos.
Luego siguen en Confesiones cierra el libro un poema versos, muchos versos en los dedicado a sus amigos, algunos que todos los temas se abarcan de los cuales le acompañan en con la misma sublime sencillez, sus caminatas noctivagas por desde el que dedica a la emlas calles madrileñas en peratriz del Tiziano hasta al de la muchacha que zurce las solitarios momentos en que Lámedias; desde el picapedrero y zaro saca a pasear su bastón.
el caballo hasta Verlaine y los Yo presento a todos vosotros toros.
a este literato y altisimo poeta Aurelio Pego que se incubo en América, que en América vivió sus primeras ilusiones y pergeñó sus primeros versos y en América, la nuestra, la de nuestra lengua, tiene puesto lo mejor de su corazón ahora, amigos, vámonos a casa no sea el demonio que se ponga a llover.
Página lírica de Lago Del tomo Cofre de Sándalo. Sonetos. 1927 MadridMía Tienen sus gestos ritmos raros de la pereza y del amor.
Eres tan delicada, mi flor de primavera, que apenas puedo asirte con mis profanos dedos sin que a tu faz asomen los virginales miedos, borrando el rosa en vaga diafanidad de cera.
Suenan alegres las vihuelas y, al repicar las castañuelas que dan bullicios al festin, mi placer te ciñes como una enredadera y el corazón diluyes entre suspiros ledos, porque eres la paloma que lucha en los enredos de la impalpable urdimbre de mi ilusión cetrera.
sale entre aplausos la gitana, orgullo, gloria y luz de Triana, a zapatear un garrotín.
No quiero ser la ráfaga que te deshoje al paso, ni ponga palideces de envejecido raso donde la aurora pinta la juventud del día Niebla fugaz, mi sueño te arrope en sus cendales, como al primer lucero las gasas vesperales, donde la luz sepulta sus oros de agonía.
Idealidad Cuál tu forma, Deseo? No importa. Rosa o estrella que abierta o brilladora pueblas mi pensamiento: si eres flor, narcotizame con la miel de tu aliento; si eres astro, perfila de claridad mi huella.
Alas me den mis fiebres para llegar a Ella, que me aguarda en el éxtasis glorioso del momento, casta y fuerte, lo mismo que un nenúfar sediento, al cual la impura onda ni mancha ni atropella.
Tibio regazo tengo para su cuerpo frágil. beso lunario, risa de espuma, blanca y ágil paloma cuyo nido se enconde entre laurelesCórdoba Viene el Guerra en su jaca reluciente desde el rústico emporio del cortijo, donde hace poco a sus labriegos dijo cómo libra los quites un valiente.
Corre el Guadalquivir serenamente con sus charlas de árabe prolijo, y en la antigua mezquita el crucifijo transforma las visiones del creyente.
Si he de palpar tu veste, promesa de mi arte, revélale a mi ensueño recóndito a qué parte dirigirán sus proras, triunfantes, mis bajeles.
Huele a cabras de ordeño olor de aldeaRomero Torres pinta. la sandalia de una bíblica virgen de Judea.
Ojos negros Tus ojos son los célebres de Carmen. el desvelo de quien ufano goza sus raras preferencias; aceros damasquinos de trágicas violencias, ocultos en sus fundas de negro terciopelo.
Tus ojos son dos breves nocturnos que el anhelo trazó bajo el influjo de opiadas somnolencias; dos monjas enlutadas que, en duras penitencias, las ponen más hermosas la fiebre y el flagelo.
Y, ajustando las cuentas al deseo, suspira Don Gonzalo por Italia en su histórica estatua del paseo.
La gitana Broncinea tez; los ojos claros, de un enigmático fulgor, en las orejas grandes aros y en los cabellos roja flor.
Ciñe su cuerpo sin reparo fino mantón multicolor.
Tus ojos son la negra codicia que me roe las entrañas; dos rimas sonámbulas de Poe en que suscita el cuervo medrosos comentarios.
Dos princesas de Nubia parecen tus pupilas que, en ebriedad de amores, audaces, intranquilas, recorren sus dominios sobre igneos dromedarios. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica