REPERTORIO AMERICANO 169 Un virtuoso Discurso del Profesor don Roberto Brenes Mesén en el Teatro Nacional de San José de Costa Rica la noche del 13 de Setiembre de 1915, con motivo de la presentación que hizo al público del niño Guillermo Aguilar Machado.
Fue divina la Músisa en su origen, Nació en el santuario de los templos, sobre los labios de las Sibilas, cuyos oráculos fueron a un mismo tiempo ritmo de pensamiento y musical armonía. ha continuado siendo divina al través de los siglos, porque para la expresión de los excelsos pensamientos del armónico Universo, allí donde la humana palabra encuentra su más alto límite, allí les toma la Música para prestarles el poder de su vuelo.
Los genios musicales, sondando de más cerca el Océano de la Infinita Armonia, desde más temprano se revelan como los mensajeros de las eternas Verdades, que no por ser de más difícil intelección dejan menos profunda huella en las almas de quienes las escuchan con el recogimiento de la unción.
Los más grandes de ellos se han revelado al mundo siendo niños, porque las suyas son almas empapadas de sabiduría no aprendida en los breves años de su presente existencia. Tal es el caso de este niño, Guillermo Aguilar Machado, quien se hará oír de este selecto público a la misma edad en que Mozart se presentó ante la Corte de Londres y a la admiración de la familia real; a la misma edad en que Mendelssohn, después de cuatro años de estudio entra a la Academia de Canto de Berlin; a la misma edad en que Beethoven escribe su primer ensayo de composición musical y se hace asistente de organista de la ciudad de Bonn. Como Beethoven, es hijo de un tenor; pero al revés del destino desgraciado del autor de Rayo de Luna a este niño le ha cabido en suerte venir al mundo en un hogar en donde la Belleza, la Virtud y el Arte, en conjunción de noble augurio, cuidan de él con el amor de quien cultiva una exquisita flor de la Humanidad.
Pequeñas las manos del artista para dominar la octava, suple con destreza lo que la pequeñez le niega. Posee el poder creador de la interpretación; porque admirable como su ejecución es, más admirable aún es la trascendencia de su interpretación. si el divino fuego de la inspiración le llega, le veréis trasformarse como con la presencia sacra de un genio tutelar.
Compuso ya un primer vals; pero su alma se siente henchida de una música superior, a que no alcanza todavía a dar expresión. En breve alcanzará. Porque la Humanidad, enriqueciéndose por donde quiera con estos niños prodigios, espera, aún en medio del horror de las catástrofes del presente, la alborada de un gran dia y entonces, el alma de este artista, interpretando las aspiraciones de la Raza que tiene su misma edad, recibirá con la majestad de su música los altos destinos de la nueva Civilización que habrá de desenvolverse en nuestroamado Continente Americano.
Guillermo Aguilar Machado BRENES MESÉN.
En el Conservatorio. El señor Opiniones de la prensa de Bruselas Guillermo Aguilar, que en 1925 obtuvo el primer premio de pia acerca del concurso de virtuosidad no en la clase del profesor Sevenants, concurrió ayer para obte de Guillermo Aguilar Machado ner el Diploma de Virtuosidad.
El Jurado de este concurso esco medio día, para el Diploma, par Jongen y la Sonata de Liszt gió cinco obras de las quince que ticularmente difícil, de Virtuosique el joven virtuoso ejecutó de el candidato está obligado a dad. XX Siecle. memoria, con conciencia y aupresentar.
toridad. Las cualidades inconGuillermo Aguilar, a quien el Un alumno de la clase del testables, de las cuales ha dado Jurado le discernió el Diploma profesor Sevenants, Guillermo de Virtuosidad, posee excelentes Aguilar de Costa Rica, pasó bripruebas Aguilar, tanto del punto de vista musical como de su cualidades écnicas. Tiene vigor llantemente hoy, después de mey corrección. Su digitación se dio día, el formidable examen técnica, le permiten entrever una brillante carrera de virtuoso adapta a todas las dificultades para el Diploma de Virtuosidad.
pianistas que él hace resaltar En un repertorio de quince obras y hacen honor a la escuela de brillantemente. El joven artista de las más trascendentales, el su profesor Sevenants. Le Soir.
ejecutó el Concierto de Grieg Jurado escogió sucesivamente, De la Revue Musicale que dicon la mayor seguridad; en la el Concierto de Grieg, una Suite rige Paul Gilson, considerado Suite de Scarlatti, notablemente. de Scarlatti, la Sonata de Bee como la primera autoridad muAguilar detalló con virtuosidad thoven (op. 110. La Sonata de sical de Bélgica: la Sonata de Jongen, obra a la cual le hizo resaltar sus bellas sonoridades; en fin, en la Fantasia en Si menor de Liszt, el Es connatural a todo pensamiento politico que cumpla su deconcurrente hizo apreciar, sobre ber. La meditación política no es libérrima, como la ideologia todo, un mecanismo muy noo la producción literaria. El pensamiento politico tiene que rozar constantemente el lugar común, precisamente para evitable. Le Peuple.
tarlo y deslizar algo nuevo. Lo que tiene de lugar comun perGuillermo Aguilar de Costa mite que la mente colectiva lo entienda; lo que tiene de nuevo le proporciona fecundidad e impulsa el avance y la reforma.
Rica, alumno del profesor Sevenants, paso brillantemente el José Ortega y Gasset examen, el viernes después de Un joven pianista, Aguilar que en 1925 obtuvo el primer premio de piano en la clase del profesor Sevenants, acaba de pasar brillantemente el examen impuesto para obtener el Diploma de Virtuosidad. Bien dificil este examen. Entre las quince obras presentadas al Jurado, escogió cinco, entre ellas, la Sonata en Si Menor de Lizt, que ella sola dura exactamente media hora. No fué un alumno el que tuvimos delante, fué un artista en toda la acepción de la palabra, un virtuoso en poseción de un temperamento excepcional; él puso en su interpretación aquella parte de emoción en la cual se reconoce el músico de casta y dotado de una técnica ágil y firme que le permite ejecutar con brio las obras más arduas de la literatura pianista. Aguilar vió abrirse delante de él una carrera de pianista que se anuncia bajo los más felices augurios.
Obteniendo esta gran victoria, corrobora la excelencia de la escuela y confirma una vez más, al alto valor del método pedagógico del profesor Sevenants. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica