140 REPERTORIO AMERICANO Polvo del camino completos y que han hecho hasta milagros; de otros asegura que fueron luciferes, con varias queridas y una catisumba de hijos, Las tijeras y otras referencias nietos y tataranietos. Otro cuadro es el de las siete edades del hombre, desde el naA Teodorico Quirós cimiento hasta la muerte: primero el niño comienza a subir, sube y sube, una gran cuesta que culmina en los treinta años, des Primero, con una botella grande de las de lleva cortando y cosiendo ropa de hombre.
cerveza, en cuyo tapón de palo aparecía Los domingos, ya es otro cantar de ciego: pués es pura bajada, hasta la tumba. Camipracticada cierta abertura adrede, se puso los domingos, desde por la mañanita hasta lo sabe explicar todo el proceso con detaa regar agua en toda la extensión del piso; lles y con un conocimiento de las cosas, en la tarde, echando mechas al suelo. De sacó de un rincón un manojo de escobillas todo tiene muy buenos moldes: moldes de que cualquiera se queda con la boca abierta sazonas, cortadas por allí no más, en la chaqueta, moldes de chaquetón, de guerreras, en presencia de tanta sabiduria: el sepulcro, Calle Ronda, y se dedicó a barrer el suelo; la tumba, la última etapa del drama, en esde pantalones, a la inglesa, a la francesa, mientras hacia este oficio, canturreaba alete punto el intérprete de famoso cuadro y si hace el tuerce que le falte alguno, engremente: vuelve los ojos en blanco, habla en tono seguidita lo idea y lo saca, si vieran; por patético, los oyentes guardan un silencio alli tiene alzado el de una guerrera que le Cuaando yo cruzaba religioso, conmovedor. Sigue a un lado de las olas inmensas del maar.
vió una vez al General Guardia; se fijó bien en el General y ya en la tarde se puso a la pared la alegoría del matrimonio, vaya Terminado que hubo la faena del barrido, una cosa más estupenda: el marido con tomó de la consola los dos peines que alli sacar el molde en papel manila: guerrera una cruz al hombro, y sobre la cruz, la de montar a caballo. Su especialidad estriba estaban y los pasó repetidas veces contra mujer con un látigo en la mano. Ah cara en lo de tallar la ropa; con decir que ha los pelos de una larga cola de buey escon logrado darle en el chiste al panzón de Juan puede con tanta carga, el peluquero descifra: de señora. y la de él. se ve que ya no dida detrás de la hoja de puerta. Buscó la Rojas el de la Concepción, y al propio ñor posición más descansada en su silla de bar Son las vainas del mundo. No hay peor Agustín Solano, a pesar del gran cofre que bero y lentamente fue hojeando el Almanaque chancho que el que se casa; pero es lo que le levanta la chaqueta en la espalda. Tocante de Bristol, colgado de ordinario cerca del dicen: al mejor mono se le caé el zapotea barbería, hace más de treinta años viene espejo al alcance de los clientes.
En la pared frontera al espejo, en sitio prearreglando a los clientes; ha andado hasta. Almanaquito más acertado no se endominante, el cuadro lleno de sugestiones con la corona de los Padres; el Padre Arroyo, cuentra ni con candela: el día que trae lluvia, de los dos comerciantes: el que vendió al en el tiempo que estuvo de cura en Tres llueve con toda segurida; o hay mas que sea crédito, jalándose los pocos pelos que le Rios, nunca iba a otra parte. En el 85, con garúa. Luego entra en consideraciones de quedan en la calva; las ratas haciendo de ocasión de la guerra de Barrios, lo citaron aspecto filosófico: las suyas en el interior de la caja de hieal cuartel de Cartago, y en el momento de Resbalando, resbalandito, casi sin senrro, vacía de caudales y llena de créditos filiarlo, como les dijera que era de oficio tirse, ha ido pasando todo este año de 1893, vencidos y sin pagar; en cambio el otro, el barbero, lo llamó el Comandante para decirle: quieras que no. Mañana, ya el dia de Todos que vendió al contado: rechoncho, sonriente. Usté se va otra vez para su casa y se los Santos: ese día naciste vos, Camilo Anencantado de la vida; al pie de este cuaviene con sus fierros, a usté no le toca ir drade, el año cuarenta y tres, y todavía te dro el de la Mano Poderosa. Hay por ahí, a volar cachimbazos, lo necesitamos en el falta tierra que jalar. Después, viene Diademás, cromos diversos de los que vienen Estado Mayor, en el oficio. Se volvió de ciembre; después, Año Nuevo otra vez, y en las piezas de zaraza y de lienzo, libePuntarenas porque ya se iban a embarcar siempre la misma jerga, no hay caso.
ralidades de don Jerónimo Bogantes, el cocuando se recibió la contraorden, y otra vez Sentia cierto bienestar indefinible en merciante herediano que instala su trucha todos para sus casas. Arregla a como les aquella posición tan cómoda, arrellanado en todos los viernes en una de las esquinas de guste: a la bulanyer, a la pionono, recorte la silla de barberia, hojeando el pequeño la plaza del pueblo, amigo y cliente de la natural, en fin. todos salen contentos, cuaderno impreso, sin darse cuenta exacta barbería; figuran entre estos, bailarinas. maporque jabón fino de clavel, Agua Kananga rineros, señoras en traje de calle muy ande que por la abierta ventana entraban en de la legitima, cosmético de la reina. qué aquel momento. un rayo de sol matinal, tibio tiguos; hay uno especialmente llamativo, el más. todo comprado en la botica de don del tendero en el momento de ofrecer aly acariciador. y el canto sutil de un soterré. Panfilo; cuando el propio no puede bajar a No le hubiera sido posible precisar exactaguna tela de lienzo muy buena a una cliente San José a hacer esas compras, se vale de mente si el pájaro diminuto sería un rayo joven y risueña, apetitosa por la redondez Sacramento Gómez, el telegrafista de la y la frescura del cuerpo, y al pie del grupo de sol musical, o si era éste, en cambio, Estación, quien a su vez le da la recomenimpalpable caricia de alas frágiles prontas una leyenda elocuente. Sin goma, créamedación a Chico Cedeño, un brequero muy lo señora. Pero más, muchísimo más que al vuelo veloz.
honrado y muy bueno para esa clase de todas estas cosas juntas seduce a los chiNo es cosa de meterse a averiguar en comisiones.
quilios lo que Camilo les cuenta de una estos momentos si Camilo Andrade ha tenido tal Genoveva de Bravante, historia bien o no alguna vez noticia de quien sea Francisco José de Austria; es lo cierto que por Sus razones tendrán las señoras y las triste por cierto, casi hace llorar a los que muchachas para esquivar la calle en donde la escuchan; la historia de un tal Roger de mucho tiempo lució en su cara atezada y se halla instalado Camilo con sus oficios. Flor, más galán y enamorado; de Bertoldo, aguileña, unas flamantes patillas ni más ni La más poderosa es sin duda la versión y del brabucón y pendenciero Carlo Magmenos que a lo Francisco José. Así aparece corriente que atribuye al peluquero la po no, tan valiente como corazón en la mano en una fotografía que puede verse en la salita de la casa de las. Rechimán, en el sesión de cierto anteojo diminuto y mágico barrio de San Diego, colocada encima de con la virtud singular de hacer aparecer en una mesa pequeña y negra en cuya conspelota, chinga chiringa, a la mujer sobre la Podrá ser este Camilo todo lo tunante y trucción fue aprovechada a maravilla la caja cual caiga la visual, sea quien sea. luego, mala persona que se quiera, nadie dice que todo lo que se le achaca en materia de pláde un pañolón de seda negro y floreado no, sobre todo si se confirman los serios ticas subidas de color: dicen de él que nuncon grandes rosas rojas y ramajes verdescargos que se le hacen acerca de sus traprocedente de la misma China. Allí está ca se mide para hablar, esté delante de tos ilícitos con La Tranvía; podrá muy bien aquella fotografía de iluminado semblante, quien esté; y además, lo tunante que es: da hacer uso cuantas veces quiera de ese anen la vecindad de una gallinita acurrucada quién será si no, a él mismo a quien han teojo maligno que se le atribuye, y así misen su nido, miniatura de loza que constituye visto en San José, para allá y para acá, mo echar sapos y culebras por la boca, que uno de los principales adornos de la humilde con La Tranvía y con otras todavía peores. todo eso está en lo humano. Pero sépase estancia de recibo. Es muy posible que Caa quién, deci vos.
que en medio de tanta diablura, realiza tammilo hiciera el presente de su fotografía a bién obras de una bondad encantadora que Ventura Rechimán, con el cual tiene amistad Para los chiquillos, la casa de Camilo lo colocan muy por encima del autor de los de amigos desde hace un montón de años. Andrade y sobre todo el cuarto de la bar desafueros de que lo acusan y que habrán Una vez que ya la barba se le fue poniendo beria con su ventana a la calle, reviste de lavarle de toda culpa a los ojos de color de ceniza: abajo las cabuyas, Cuál atractivos singulares, irresistibles: los olores Nuestro Señor a la hora en que, ya del viejurgues, hombré. porque molestas de fragantes que allí lo llenan todo; el enorme otro lado, le toque ir vaciando el saco en ribete. los flancos de la cara le quedaron espejo de marco negro y dorado, si bien presencia de santos, vírgenes, ángeles y como tejas de barro recién sacadas del fuego, con alguna mancha de ruina en el vidrio, serafines, por más que todos ellos no pueLa gente le dice a uno del modo que quie no por eso menos digno de admiración; el dan meros de quedar ruborizados al enteren. él le encajan unas veces Anrrada, cuadro de los Papas, desde San Pedro has rarse de ciertas cosas cargadas al debe de como los del barrio del Dulce Nombre a ta León XIII, el actual: todos los Pontifices este multiforme pecador. Quién si no él, ñor Pedro. Tiene que estar corrigiéndolos: Romanos en sucesión cronológica, luciendo es el que se encarga de hacer entrar en Andrade, maestro, Andrade, si nada cuesta capas, casullas y tiaras como nunca se ha razón a las dos viejecitas vecinas suyas decirle a las personas como es y como de visto. Camilo se sabe al dedillo la historia cada vez que el viento de la desavenencia be ser.
de muchos de ellos por haberla leido en interna, amaga sobre el fogón en que amSastre y peluquero: toda la semana se la libros: de unos refiere que fueron santos bas cocinan sus frijolitos y la verdurita Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica