326 REPERTORIO AMERICANO José Martí Mas si Marti fué deber e inteligencia nada, y de lograr de aquella que entraba Martí también fué amor.
envilecida por las puertas del vicio pudiera Todos vosotros conocéis, más o menos, lo salir transfigurada por las puertas del cielo. Concluye. Véanse, en este que amor significa. El amor es uno y es ditomo, las entregas y Para él, lo que en los otros es sentido, verso. El rayo de sol siempre es el mismo, se trueca en sentimiento. Porque él sabia y sin embargo es multiple cuando se halla seas amortajan de supremo desprecio a que lo que debilita en el sentido es acumuladescompuesto en el prisma. Pues el amor los lirios que tuvieron la culpa de hallar ción de fuerzas en el sentimiento. He aqui también se manifiesta múltiple cuando sus quien los tronchara. Marti no hacia nada una frase suya. Sólo saca de sí su fuerza rayos pasan a través de esos prismas vi de eso! Porque Marti oía en su pecho los entera el que vive en la arrogancia interior vientes que se llaman los hombres. Para ecos blandos de las sandalias galileas; porde ser querido cada faceta de esos prismas, una forma de que Martí llevaba en la urna de sus labios El llamaba poner el pié en el cielo al saamor. Primero, el Hombre Bestia, que ama el agua del perdón, y en sus manos el bál grado momento de llegar al hogar. Porque, como la bestia. Mandibula que masca, garsamo de la caricia que unge, como un Le si el mundo es la tormenta, el hogar es el ganta que deglute. Función que, cuando es teo, de bondadoso olvido, las quemaduras iris; porque si los goces son las olas oceánatural, sin adobo de culinaria maliciosa, es de los remordimientos. Marti, lo mismo que nicas que cansan los músculos del náufrago divina como la Naturaleza; sin sombra de el Divino Maestro que reveló el Amor des y en amarguras lo ahogan, el hogar es el pecado, como el beso de la tierra y la lluvia; de la cátedra de la Montaña, conocia la puerto donde las fuerzas se recobran con fecundidad armónica, como la del arco y la fuerza eucaristica de la ternura. Sabia cómo tónico de besos sin mancha, con cielo hecho cuerda en la armonia del violin. Luego, el trueca ella el vicio en sentimiento; cómo caricia, con calor de colchón, con alegria Hombre Sentimiento, que hace de una fun enciende la chispa de la vida celeste en el de sol, y sobre todo con dulzor de «te quiero ción una emoción; del amor, piedra inicial ascua apagada de una pupila mercenaria; en el regazo de la amada y con trinar de de un templo santo, el del hogar; y del besocómo hace saltar del lecho impuro a la palomas en las gargantas de los niños.
mordisco, el beso de la miel, el beso abeja, mujer de Mágdala, huyendo de él y abomi Nada, para Marti, como el hogar. Una muque endulza la lozana corola de la materna nándolo, para correr, sedienta de cariño y jer buena exclamaba es un perpetuo arcoboca y los pétalos tiernos de los labios fi perdón, a ungir de nardo los pies del peliales. Después, el Hombre Patriotismo, que regrino, y hacer del manto de sus cabellos iris. Gran verdad es esa! Porque una muama hasta el sacrificio de su concha de crusjer buena quiere decir una mujer que ama, de ébano, tenebrosos como la tentación, olo ya que una esposa buena pero sin amor es táceo hogareño; que desata, cuando llega el rosos a vértigo como los abismos, en lienzo como una hermana de la caridad, que sólo instante, el nudo encantador que en su cuello humilde que, enjugando esos pies, se im está junto al enfermo por compasión o por le forman dos brazos enlazados; que rompe pregna en ellos del amor que redime, se deber. Mas una mujer que junta en ella la hasta el encanto del nido para salirse de el transforma por ellos de vil mandragora en bondad y el amor es para el hombre todo: aunque al salir escuche, como en un desga agua lustrad, de harapo en ala, de flor de rramiento de adioses, el mesar de las plu carne en azucena de espiritu!
es hermana, y es hija, y es madre y esposa, mas y el dolor de los trinos; que todo lo y es. Dios! Madre, cuando le enjuga los Marti sabia como el otro el secreto de párpados y le seca las lágrimas; hija, cuando abandona, y que pone mordazas hasta sotransformar el crimen en virtud, encadenando bre los labios de su propio corazón dolorido, le dora en inocencia de arrullos las llagas tigres con cadenas de lirios. Marti sabía de la vida; hermana, cuando lo mima enfercuando lo llama ese otro amor más grande como el Otro el secreto de convertir a que el amor de los lechos y el amor de las una aulétrida vendida en una santa ilumimo; esposa, cuando lo endulza sano y lo deleita enamorado; y Dios, cuando le infunde almas: el que clama en la boca de la Madre fuerzas, cuando le da las vidas que la calle expirante, de esa Madre de Madres que se le arranca; cuando le vive señalando el esnombra la Patria. hay, en seguida, otro En viaje collo e más alto aún: el que trasciende toda espeindicadole el rumbo como cial vinculación; el que convierte al hombre una suprema aguja náutica; cuando es lucero para sus noches, tienda para su solana, en esposo de todas las esposas, en hermano para la América Latina fuego para sus inviernos, aurora para sus tide todos los hermanos, en hijo de todos los padres y en padre de todos los hijos. El Con el Presidente electo, Mr. Hoover, que nieblas y tintes de ilusión y esperanzas para sus auroras. Ella, cuando el esposo siente amor de la bestia era para la selva; el amor se embarca hoy hacia el Sur en el Maque el cerebro encabritase bajo las turbusolariego era para el hogar; el amor ciuda ryland, van los mejores deseos de todo el dano era para la patria; pero el Amor Divino pueblo saxoamericano. Mr. Hoover aprenderá lencias de la idea, o que el corazón piafa como un corcel beduino, listo a romper las es para nadie y para todos: envuelve selva, mucho y tendrá muchas oportunidades de bridas y a desbocarse y beber llamas en las hogar y patria, sin distinguir de sexo, de realizar trabajo importante a la vez que perarenas del desierto, ella, la mujer piadosa, color ni de raza; porque ese amor no tiene manente.
límites; porque ese amor es como la luz, Los círculos políticos de Washington han como gallarda amazona que acaricia el cuepara todas las pupilas, y como el aire, para hecho saber a la hora de su partida que la llo del corcel piafante, da nuevas fuerzas a su idea rebelde, remata sus cifras incompletas, todos los pechos.
administración considera su viaje como un saca a lo alto la verdad que las manos desMartí, como el sonido en un teclado, lleva intento de cimentar relaciones cordiales más consigo todas las notas del amor, desde la malladas de su marido habian estado a punto bien que de desarrollar negocios. Tal intide dejar caer; y, si la mano de la brava más baja de la especie, hasta la más sutil, que mación se queda todavia corta. Los latinoes la de Dios. La gama toda. siempre en americanos saben demasiado bien que noamazona no tuvo acción para detener a su puro! Porque, en él, hasta el contacto epi sotros estamos interesados en su comercio.
bestia encabritada, y ésta partió al desierto sin freno ni rendaje, cuando vuelve, sudodérmico se trasmuta en blanco, el sentido Su principal queja contra nosotros es de roso y jadeante, ensangrentado el belfo, trécomo que se esmaltaba de ternura, su alma que no estamos interesados en nada más.
mulas las piernas y un escarlata cuajarón casta se le asomaba por los labios, y era en Ellos tienen ciudades preciosas, paisajes en los ojos, ella, la que fué amazona para el como si rezara el arrullo, y como que, naturales soberbios, vistas nuevas y extra domarlo y detenerlo, se ha trocado, especuando acariciaba, la caricia, entre sus mañas de toda clase, pero nuestros turistas van rándolo, en la dulce hilandera de cariños que nos pascuales, se transformara en una misa a Canadá y a Europa. Ellos tienen una his con suave mirar y con sonrisa de miel, sale de besos.
toria, una literatura y una arquitectura proa ofrecerle un filtro reparador, el de su boca; pias, pero ¿qué saxoamericano se preocupa por y con mimo de madre que no sabe de ofensas arrecuesta al cansado sobre el perdón Por eso Marti se acercó siempre a la muel pasado de Sud América o lee un libro de su regazo.
jer con labio limpio como para besar a un niño; latino americano? El propósito dominante de Por eso dijo el que «sin sonrisa de mujer purificándose la lengua, como si fuera a Mr. Hoover debe ser demostrarles que nono hay gloria completa de hombres. Por comulgar, lavándose las manos como si fuera sotros pensamos en esos países como veci eso llamo él al amor de la mujer «la fuerza a tocar una camelia. Había, en su contacto nos y no simplemente como clientes. Para de la vida, su única raiz. de tal modo con ella, gesto de trovador, modal de cabaeste mandado los augurios son mucho más las ama y las venera, que tiene como «feliz llero, limpia vista de asceta, genuflexión de paladin. Era como un volcán de florecidas propicios de los que hubieran sido hace un destino de los versos el ser leídos por ojos faldas, en donde el rojo, que por dentro año. El embrollo de nuestras relaciones con de mujer, y por dicha la muerte cuando es allorada por mujeres.
era fuego para fundir, abriase por fuera en México y con Nicaragua y de nuestros esY ese hombre de deber, que fue también claveles para perfumar.
fuerzos bastante torpes para resolver el hombre de amor, era también un hombre de Lejos iba él de ese vulgar donjuanismo enredo de Tacna y Arica ha sido arreglado pureza. El amor casto y único, ese manjar que al topar con los lirios no siente más en gran parte. Mr. Hoover puede talvez de dioses, eso que en nosotros acaricia en anhelos que los de profanarlos; lejos iba él empujar nuestro entendimiento con los la divino, ese absoluto Emperador de Tierra y de esos escarnios que suelen caer sobre tino americanos un poco más hacia el plano Cielo, eso, y sólo eso, era el amor para las víctimas después de la profanación, pre en que se movió uno de nuestros presiden Marti. Por eso, le levantaba el manto, con cisamente desde las mismas bocas de los tes en que tuvieron ellos más confianza cuidado de que no se manchara, cuando profanadores; lejos iba él también del gesto Woodrow Wilson, tenía que cruzar los pantanos. Porque él sapudibundo con que los ojos puritanos fulmibía que el amor es un cisne que muere de nan de irredención, con que las bocas fari(Página editorialdel New York World. impureza; porque él sabía que si el amor sin Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica