REPERTORIO AMERICANO 309 Página lírica de Rosa García Costa Del tomo La simple canción. Barcelona. 1917 La súplica Madrigal de los ojos obscuros. Tus ojos me confunden: tu mirada no sé qué misterio atesora, que en su lumbre divina se amalgaman, se funden la sombra de la noche con la luz de la aurora. Que siendo tan obscuras tus pupilas serenas de ese fulgor supremo puedan estar tan llenas!
Yo me digo. Por qué combinaciones raras a la vez pueden ser tan negras y tan claras. Un ruego silencioso, tan suave es mi plegaria!
En el desierto lago del alma solitaria erige su blancura doliente y ofrendaria.
Para tender el vuelo de sus dulces conjuros serenamente apresta sus alas de paloma: en dos lágrimas tímidas a los ojos asoma y en un sollozo leve muere en los labios puros.
La nave Las manos Acaso ellas hablaron con acentos más sabios en su excelso mutismo, que los trémulos labios.
Quizá fué más intenso su silencioso ruego Que el de las bocas cálidas y los ojos de fuego.
Que al latir las promesas en las almas afines, se dijeron las manos las palabras secretas, cuando fué la caricia de sus sedas inquietas como un deshojamiento de nardos y jazmines.
Nada Estaba yo muy triste porque no le veía, porque no le sentia, porque no le sabia, porque no le tenía. después, otro día, dijeronme. Se ha muerto. Del tomo Esencia. Poemas. BABEL. Buenos Aires. 1926 Cuadro He visto pasar a lo lejos tu nave: la he visto pasar.
Del sol los dorados reflejos hacían la vela brillar.
La vela sagrada, la vela que impulsa en el mar a la nave; la vela de plata que vuela el ala de nieve del avePasaba a lo lejos, y era esquife divino, galera cargada de lirios bermejos, florida de rosas de aurora. ahora. pregunto y ahora que he visto tu nave a lo lejos. Ingenuidad Estaba yo leyendo a Delarue (Lucia. y una voz, de los átomos de mi ser emergia, misteriosa y suprema. Yo también soy mujer! Pero otro acento incógnito, desde lo más profundo de mí ¡Chst. ordenaba, negativo y rotundo.
Sé el motivo por qué la primera voz, clara y orgullosa, surgia; mas por qué la segunda voz asi me advertia, eso no que no sé.
Sencillez El domingo a la tarde, las muchachas pasean.
Yo dejo mis lecturas un poco, para verlas.
Hay una que me gusta mucho más que las otras. casi no las conozco, pero yo sus historias como en abiertos libros, en sus miradas leo. Es grácil, blanca, suave como una flor de ensueño.
Siempre parece triste con sus pupilas claras que tantas cosas dicen.
No es amiga, y quisiera yo que mi hermana fuera porque mira a lo lejos, porque es triste y serena.
Dijéronme. Es pianista: dará un concierto pronto. El alma de Chopin se asomaba a sus ojos.
Una vez, por la senda.
Una vez, por la senda de tus negras pupilas, llegué hasta el paraiso secreto de tu alma. habia tal ambiente de reposo y de calma en las moradas gratas, silenciosas, tranquilas; una quietud tan dulce y una paz tan serena. aquella claridad de alborada que habia!
Mi alma estaba suspensa de placer, y sentía un olor de azucena.
Ibamos por la calle, solos entre la gente.
Tu mano presionaba mi brazo suavemente.
Mi corazón temblaba, como una mariposa, y creo que esparciamos un perfume de rosa.
Cuando de pronto, en una vidriera, reflejadas, vi nuestras dos siluetas, de frente retratadas: tu traje casi negro, mi vestidito blanco; ese modo que tienes de sonreir, tan franco y adorable, mis ojos de mirar soñoliento.
Oh, pintores de genio, pensé en aquel momento, venid, aqui hay un tema para un cuadro inmortal. Pincel maravilloso, magistral e ideal, iluminad con luz celeste vuestro trazo al copiar los detalles de esta pareja bella: esa mano que oprime con ternura ese brazo, esa palpitación suave del pecho de ella.
Silabas hermanitas tiene tu dulce nombre que se dice en dos besos, y es ligero y pequeno. por qué te pusieron ese nombre de hombre, si tú no eres un hombre, sino un sueño?
Reincidente Estoy contenta por haberte amado, y soy dichosa por haber sufrido.
Beso el dardo que me ha transverberado, beso la santa espina que me ha herido. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica