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346 REPERTORIO AMERICANO La Doctrina Monroe y el Movimiento obrero Por Vicente Lombardo Toledano Prof. de Filosofía en la Universidad Nacional de México Véanse las entregas 16, 18 y 20 del tomo en curso.
FRANCE AMERICA BS SPAIN AFRICA XII. La interpretación de la Doctrina Monroe por los autores norteamericanos 94. Es tan evidente el propósito imperialista y el carácter económico de la doctrina Monroe en el mensaje del Presidente Roosevelt, que no se necesitaria insistir sobre estos caracteres. Pero para que se vea hasta qué punto se ha salido de su cauce original el propósito de Monroe, citamos en seguida algunas opiniones de escritores norteamericanos.
95. David Thomas (Prof.
de Historia y de Ciencia Politica en la Universidad de Arkansas. One Hundred Years of the Monroe Doctrine, 1823 1923. Macmillan; New York, 1923. Revisando la historia de la Doctrina Monroe encontramos que el principio de que los Estados Unidos no permitirían la colonización europea en el Nuevo Continente, no ha sido siempre respetado. Cuando Inglaterra se posesionó de las Islas Falkland 1833 nadie protestó. Cuando se proclamó la Doctrina Monroe se anunció que no impediríamos la reconquista de sus colonias por España si ésta lo conseguía sin ayuda de nadie. Pero una vez que aseguraron su independencia esos países, y fueron reconocidos como nuevos Estados, le objetamos a España sus intenciones de recuperar Perú (1864) y Santo Domingo (1861 64. Como corolario de la colonización futura, el Presidente Monroe prometió que nunca intervendríamos en las colonias europeas existentes. Esta promesa no fue muy seriamente quebrantada hasta que le quitamos Cuba y Puerto Rico a España, y de vez en cuando corre el rumor de que pensamos en la anexión del Canada. También se dijo que nosotros no tomaríamos parte, ni teníamos intención de hacerlo, en la politica europea o en las guerras de Europa; pero ahí están para demostrar lo contrario la Conferencia de Marruecos (1880) y otras dos más sobre la repartición de Africa, que fueron las primeras, hasta la Gran Guerra (1914 18) y la Conferencia de Paz de Versalles. Se indicó a Europa, asimismo, que nuestra política reconocería a los gobiernos de facto como legítimos y que conservaríamos, con honor, relaciones amistosas con todos.
Pero Miguel, el usurpador de Unidos dejaríamos obrar por si mismas a las Repúblicas LatinoAmericanas. El principio del fin de esta promesa puede verse en el protocolo y convención por medio de los cuales nos apropiamos de los fondos aduanales de Santo Domingo (1905 de Nicaragua (1911 16, tras una larga lucha con el Senado para su ratificación. y de Haiti (1915. El imperialismo político americano se cierne sobre otros muchos países del Continente. La promesa de reconocer a los gobiernos de facto de Europa, no se hizo extensiva a los pueblos de América. Sin embargo, el Presidente Roosevelt inició la política de reconocer sólo a aquellos gobiernos que conviene, y la de intervenir para imponer otro gobierno cuando el de facto no responde a nuestros deseos. Wilson siguió su política rehusándose a reconocer al Gobierno de Victoriano Huerta, manchado de sangre, aunque era Gobierno de facto, así como al de Obregón (durante bastante tiempo) porque no convenían al capitalismo americano. En cambio, reconoció al Gobierno inicuo de Cabrera en Guatemala y al de Díaz en Nicaragua, y desquició los de Haiti y Santo Domingo. En estas intervenciones algunos han visto la sombra del imperialismo económico: como nos hemos opuesto a la intervención europea en el Continente americano, alegando que el control económico y fiscal orilla al control politico, no es extraño que los pueblos latino americanos hayan visto Norteamérica hacia el fin del siglo xviii la válvula de escape de Europa. Las líneas punteadas no señalan las rutas actuales; indican la parte de la costa americana colonizada por los principales Estados europeos. Léase la entrega anterior. Portugal, tuvo muchas dificultades para obtener nuestro reconocimiento (1829. en cambio Luis Felipe fué reconocido inmediatamente. Cuando este último fue derrocado, se reconoció desde luego a la República, aunque hubo demora para acordar el reconocimiento al Segundo Imperio. la caída de Napoleon III reconocimos a la Tercera República, aun antes de que los franceses se decidieran por un gobierno republicano. y asi sucesivamente en muchos casos más. Nos hemos opuesto siempre a la intervención conjunta de varios Estados europeos en América.
En 1860 rehusamos unirnos a Inglaterra y Francia para enviar notas idénticas a los partidos que luchaban en México; pero cuando Francia e Inglaterra bloquearon Buenos Aires (1845 47) no protestamos. En los casos de cobro de reclamaciones ha habido innumerables cambios en nuestra actitud, a pesar de que teníamos sentada una sola tesis. Una de las características más importantes de la Doctrina Monroe es la promesa de que los Estados Penetración americana Ocupación Japonesa de territo vio TuSO (mer)
PACIFICO (Jslas ainericanas.
inglesas, france sas y saponesa)
Intereses rivales amo vicanos e is Cort)
gleses Estados Unidos Inglaterra Legano Oriente Rusia Francia EU Los cinco Grandes Grupos. Léase la entrega anterior. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica