Bourgeoisie

152 REPERTORIO AMERICANO Hispanoamericanos en Francia: menos ANUEL Ugarte vive hace diez años en Niza, en la Niza de los millonarios, que él me defiende como ciudad de pequeña burguesía. En verdad, Manuel Ugarte hay una Niza de invierno que, en el precio desatentado de los De El Mercurio. Santiago de Chile hoteles, cobra cada roca de la costa, cada pino de las colinas y cada cresta suave de la ola mediterránea. Pero hay la Niza.
de verano, la sin ingleses, de casinos y hoteles cerrados que beguinea con un abandono dorado de ciudad provinciana.
Casi se cree en la ciudad mansa que Ugarte cuenta, si no se recordara la cifra de ricos hispano americanos indicadora de la lista inglesa que aquí llega a deshacer sin esfuerzo en ocho semanas, el vellocino de oro de la América nuestra.
Ugarte ha elegido un costado apacible en todas las estaciones.
Vive en una pequeña casa suya, holgada para una pareja y en cuyo primer piso las ventanas abiertas dejan ver desde la calle sus estanterías del buen lector, del robusto lector, sustentadas por dos literaturas completas, la francesa y la española. Saludan al que entra rostros familiares de nuestra gente de letras y hace como más clara la sala la esposa rubia que habla español por gozo de la lengua y por cortesia hacia la cotidiana visita argentina, colombiana o chilena.
RADEMA. Esta mujercita fina, con una fisonomía muy sensible, toda atención para el semblante exManuel Ugarte traño que le habla, se mueve (Copia reciente)
con el silencio del aire entre los libros y las visitas; siéntese vivificanie de la Argentina. se organiza con Manuel Ugarte.
donde se siente, sigue junta al Hombre prestado y no cedido El apodo es bastante envidiable que ha dejado por obra de la a los boulevares, periodista eu y en cuanto a la obra misma, buena mirada y de la buena ropeo, frecuentador de Rotondas ella bastaría a llenar de honra palabra.
cosmopolitas, él prefiere que la mejor vida de hombre.
Yo conocía a Ugarte por darse en «grande de la América El sacó del aula de Monteantiguos retratos. No dicen ellos (no hay unos grandes de Es video a la plaza y a la asamla energía criolla, de buen ja paña. y burla las millas ma blea el Ariel, que se habría guar del Chaco, que hay en rinas con su voluntad de seguir amojamado en el aire muerto, toda su persona. El ojo duro siendo sud americano. Yo quiero que es de un sitio didáctico y negro tiene algo de la cali insistir en lo que aseguraba a como las parábolas de Rodó, dad de la diorita, en la que propósito de los García Calde que ya no son sino recitados talla sus panteras Mateo Her rón, en otro articulejo: el sud para profesionales del buen nández. La piel es la nuestra, americano de Europa, al que decir.
testimonio generoso de vientos algunos charlatanes inventan el Admirablemente sirven en tocon sal. Espaldas a lo Sar descastamiento, con raras ex da tierra las diferencias de los miento, para recordarlo con cepciones, sigue desde cualhombres, aunque crean otra hombre suyo. La juventud no quier Roma, Paris o Viena, cosa los sargentos del pensaquiere dejarle y lo mima en el como ya lo hicieron Montalvo miento que andan buscando pocabello negro y en la agilidad y Darío, el acontecimiento pro ner en todas las cabezas el que conserva, de andador que pio, goza limpiamente con el mismo bonete unicolor. Rodo tuvo pampa delante de los ojos bello libro que allá aparece, le cumplió dentro de su mundo, y no pierde el lindo apetito de conforta y le estima a su país que era la estética, poniendo en la marcha. Una jovialidad que el mejor maestro, el mejor mú parábolas la doctrina que le debió ser de Ulises, porque yo sico y el mejor gobernante. Se subía de la mente con esa suala conozco especialmente en la olvida más fácilmente a Amé vidad de corola que tuvieron gente de mar y que contiene rica por Europa en la misma siempre en él los conceptos.
algo parecido a barcas empa América. esto viene acaso La casta de los politicos, tan vesadas.
de que Europa está de tal ma abundante nuestra pobre En ciudad de enfermos, de nera traspasada de la pasión América, aunque su negocio jugadores, de holgadores inter de raza, que al más ayuno de sea el de vigilar los intereses nacionales, ha venido a caer ella se la diera y al más vaci de cada pueblo y denunciar a uno de los hombres con más lante se la afianzara.
tiempo el riesgo, no había disentido de raza que nos haya No deja de aparecer suge cho hasta entonces cosa que nacido en la América. La ar rente el que un argentino que valiera la pena sobre la hora gentinidad, que para ser com vive en Francia haya lanzado mortal que camina hacia nosopleta casi es gauchesca, en lo las voces de angustia y de or tros con pasos sobrenaturales.
físico, le ha resistido veinte o den para la defensa del con Es verdad que Rodó vió más más años de Francia. El se la tinente español.
el peligro de una cultura unicuida, como cuida la cepa dura Lo han llamado el Juan Bau lateral que el de una dominadel cuerpo, nutriéndosela con tista del hispano americanismo, ción económica y política.
lectura de mucha prensa, y mu doctrina platense por excelenEl profesor hizo lo suyo.
cho libro, y mucho recuerdo cia, como que nace en Rodó y Ugarte, hombre dinámico, tallado fisica y mentalmente para la acción directa, con mucho más contacto caliente con la vida de esos pueblos que el otro, construyó sobre la meditación académica el andamiaje de una doctrina política, buscó documentación poderosa y se puso a recorrer paises y paises. Hacia conferencias, dejando su obra de cuentista al margen de ellas, cosa muy digna de anotarse en hombre que pertenece a la terrible casta literaria.
Ugarte fue en sus discursos y sus mensajes menos riguroso que Rodó en la apreciación de los Estados Unidos, lo cual también es digno de alabanza, porque a pesar de su voluntad de ser equitativo, el Maestro uruguayo fue muy lejos en la disminución del norteamericano Ugarte vió, en su viaje por el continente, escépticos a los viejos que aprendieron en Lincoln unos Estados Unidos levadura blanca del mundo: olfateo a los socios de intereses norteamericanos. muchos de los de hoy, hace quince años y les recibió algunas descortesias. Pero adoctrinó a su gusto en federaciones de estudiantes y en sociedades obreras.
Asegura Alberto Hidalgo que hispano americanismo se llama una especie de medallas, o de situaciones oficiales. Ninguno de esos apetitos ha estado, por lo menos, en el padre de la campaña que, al revés, le ha sacrificado buena parte de su fortuna, en viajes, y todas las posibilidades que le abría su carrera politica en la Argentina. El mismo credo le cuesta a Vasconcelos, que es su otro jefe mayor, críticas severas o mofas de algunos nacionalistastas de su tierra que no creen sino en la salvación individual de su patria.
Ugarte conoce, pues iy hasta qué profundidad! la experiencia del fundador de dogma politico. Los arcos de rosas se secan en cuanto el jefe acaba de pasarlos; en cambio, los recelos por el pequeño éxito, las desconfianzas, la ortiga, tan vital en nuestras tierras, de la malevolencia, que casi forma nuestro suelo moral, duran y aumentan espontáneamente.
Todo lo cual no ha hecho una quebrantadura en la voluntad de Ugarte, cuando más le ha dado, cierta irónica meláncolia sobre los hombres. Hace quince o más años de su primer viaje de propaganda?
Desde entonces, entre un libro de poemas y uno de novela, el pondrá siempre el de propaganda hispano americanista. El dice latino americanismo. Yo, que no creo actualmente en el latinismo nuestro, por lo menos bastante hipotético, cambio maliciosamente sustantivo y adjetivo. Su insistencia ha sido la del profeta hebreo, repetidor robusto de admoniciones, o la de un profeta moderno, la de Daudet, por ejemplo, a quien suelen llamar maestro de la feliz inen (Pasa a la pagina 156. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica