Anti-imperialismSandino

REPERTORIO AMERICANO 341 en Londres y se sentia muy sola, visto que Gladstone. Su aflicción era tan real que le Toma otra vez el Nuevo Testamento, que tenia por delante un viaje a Escocia y na daba una apariencia de condenado a muerte. está siempre al alcance de su mano. Es el die había venido a despedirla. Pues bien; como ella recibia cada uno de sus es recuerdo que me dejó a su muerte, como en el momento de ponerse el tren en marcha, crúpulos con tremendos sarcasmos, estoy otros reciben un mechón de pelo. cuando un hombre salto al estribo. Contrariada ella por creer que él hallaba un melancólico ha leido por largo tiempo, me lanza suna por la presencia del recién llegado, su sor placer en ver martirizar a un gladstoniano ojeada, como decimos en el Norte, y compresa fué grande cuando reconoció su cara, infiel.
prendiendo lo que desea, yo salgo y la dejo pues eran viejos amigos y la última vez Era tan sencillo para el ella le decia a solas con Dios. la muerte de su madre que se habían visto (no recuerdo cuantos puesto que no creia en el Home Rule, no era apenas una niña, y por esto se acosaños antes. él le había propuesto que le tenía más que votar en contra de ese can tumbro a rezar sus oraciones sin alma nacida aceptara por marido. Estuvo muy amable y didato por testigo. Una y otra vez la he encontrasi recuerdo bien, la acompaño hasta el fin La cortante lógica del argumento le arran do de rodillas, y siempre sali en puntillas, del viaje, aunque su punto de parada estaba caba a él un gemido.
cerrando la puerta tras de mi. Nunca la oi a medio camino. Yo llamo a esto una aven Pero le pareció otra mujer el día en que rezar, pero sé muy bien cómo rezaba, y tura y estoy cierto de que a mi madre le se presentó camino de la urna electoral. que tras la puerta cerrada no habia la diparecía la más conmovedora y memorable. Se ha aguado la fiesta para usted, ferencia de un solo día a los ojos de Dios aventura que puede presentarse en la vida. dijole mi madre con voz cariñosa, pero entre la mujer anciana y la pequeñuela.
de una mujer. Ya ves como él no habia sin soltar el molde en que tejía, pues con olvidado, solia decir con orgullo, como si Home Rule o sin él, la media aquella debía se tratase de un cumplido de que pudiera estar terminada antes de medio dia.
participar todo su sexo, y en su cara ajada Aguada, si, señor. dijo él con convicción. Carta abierta y tierna brillaba algo de la exaltación con Siguió un silencio, interrumpido solamente que la señora Carlyle escribió esa carta.
por el clic de los alambres. Una y otra vez El Chipoton, Nicaragun, Pero, a su parecer, hubo tiempos en que él habia de salir con un. vaya,. me iré a Carlyle debió hacer de su esposa una glo votar. quién habia de pensar que habia de Señor Director de riosa mujer llegar el dia. y tal; pero apenas se le Diario de Occidente. Cuándo, por ejemplo. decía yo. vantaba volvía a sentarse, hasta que ella. Cuando ella empujó la puerta de su se puso frente a él y le dijo persuasiva Santa Ana, El Salvador.
estudio y se hizo esta reflexión: El mundo (sin sarcasmo en la voz esta vez. entero está lleno de su fama, y él es mi Respetable señor. Andando, y a votar por el candidato hombre.
de Gladstone!
En el número correspondiente al 10 de en ese mismo momento le advertia El se levantó de un salto y salió sin decir septiembre último del diario que usted diyo. él le mandaba cerrar la puerta con un palabra, y desde la ventana de la sala le rige, he leido en la Sección «Comidilla diaria rugido.
vimos bajar al pueblo con paso vacilante. Lo que se sabe y lo que somos, a cargo. Bah. decía mi madre. los gritos de Yo me rei, pero mi madre dijo. No creo de Reportero, una alusión calumniosa al seun hombre no quieren decir nada!
que sea cosa de reírse, y luego. Vaya ñor Froylán Turcios, Representante General Pero la conclusión a que llegaba era que me habría gustado ser la madre de ese en el Exterior del Ejército Defensor de la ésta.
Gladstone!
Soberanía Nacional de Nicaragua, cuyo Jefe Yo hubiese preferido ser más bien su Ya son las nueve, las nueve y cuarto, las tengo el honor de ser.
madre que su mujer.
nueve y media. lo mismo me da, pues Para hacer la aseveración injuriosa a nuesAl fin la tenemos sentada con sus Carlyles estoy atascado en una sentencia que no tro Honorable Representante se muestra y todo se presenta a pedir de boca. Para sale. Sé, aun sin oírlo, lo que mi hermana escéptico el articulista en cuanto a la exismejor. para estar seguros, mi padre toma ha subido a decirle a mi madre.
tencia de la lucha que sostiene nuestro ejerel otro lado de la chimenea y se sumerge Estuve a llamarle a las nueve y me di cito y cita, para darle fundamento a su en sus cinco columnas de un discurso de jo: En cinco minutos, por lo que yo puse escepticismo, párrafos de una carta de RoGladstone, que es su Carlyle. él le coel asado en la parrilla, pero he ido otras tres drigo de Cáceres, joven mexicano que dice rresponde ver que mi madre no se escape veces desde entonces y cada vez me dice: haber querido «meterse de rondón por las de repente a la cocina, apenas le asalte la En cinco minutos, y cuando trato de quitar Segovias, no habiéndolo podido lograr por reflexión de que todo se lo lleva el diantre el pano de la mesa, aprieta los codos conhaber sido detenido y al escaparse e interallá adentro por falta de su atención, mientra él y gruñe. La cena va a estar buena narse a Honduras, llegado que fue a Teguitras que ella debe vigilar no sea cosa que para nada, cigalpa, se informó de que todo lo que se él vaya a poner uno de sus pies en el fue ¡Oh, esa mania de escribir!
refiere a nuestra guerra antiimperialista es go y lo deje alli, olvidado de todo, salvo Yo nada puedo hacer, madre, anda tú pura literatura.
de la elocuencia de su héroe. Era la nues y hazlo dejar la pluma. ninguna persona que no éste en la retra una familia que no se podía descuidar Nada puedo yo con él. dice mi magión de la Nueva Segovia, le parecerá verun momento. Ella no se interesa por lo dre, pero se levanta sonriendo y un mo dad que el anillo de hierro con que han que Mr. Gladstone tenga que decir; en reamento después abre mi puerta.
pretendido rodearnos los invasores yanquis lidad, nunca pudo convencerse de que la Cinco minutos más. grito, pero al ver es fácilmente salvable por hombres enérgipolitica fuera cosa que debieran tomar en que es ella me levanto y pongo mi brazo cos, y demostración de que ese anillo no serio las gentes sensatas (una categoría en en torno a su cintura.
pasa de ser uno de los fracasos de la esque e era cultoso admitir al hombre. Llenaste el canasto! exclama al ver ategia de piratas, es que nuestros coPero, al igual que la testarudez, el gusto lleno el canasto de los papeles en el que rreos no han sufrido la menor interrupción por decir la última palabra en una discusión, yace la mayor parte de mi obra de la noche, desde que iniciamos la lucha.
la falta de humor y cosas por el estilo, la y con un movimiento que me toca el coraRodrigo de Cáceres debe ser un agente politica era una inclinación del hombre que zón toma una página despedazada y la besa: del imperialismo yanqui porque si fuera debía ser tolerada, y Gladstone era el nom. Pobrecital, le dice, y tanto como te habria cierto que los filibusteros me tienen absolubre de eso que hace a nuestro sexo tan gustado verte en letras de molde, y con tamente controlado ya que no llega a la singular. Ella tenía una gran fe en él como esto extiende la mano sobre la mesa para audacia de decir que ni siquiera existo eso una ayuda en la conversación y si había no dejarme escribir más.
seria motivo, en un verdadero luchador, para hombres callados en una reunión, les daba. Muchas veces, replico, uno puede hacer acercarse a mí (contra todas las dificultades)
a Gladstone como asunto de conversación, más en los últimos cinco minutos que en la y prestarme su cooperación tal como se reparte una torta entre niños. primera hora.
Solamente a esa condición creeriamos en luego, con una sonrisa maternal, salia Con frecuencia pensaba yo eso mismo el antiimperialismo de Rodrigo de Cáceres.
dejándolos que se atosigaran con él. Pero en mis buenos tiempos, dice ella con voz Como la carta de Rodrigo de Cáceres ha en la adoración por Gladstone ella admitia baja.
dado ocasión para que uno de los colaboraa todo evento algo inevitable, y no se ha. diste prueba de ello, a fe mia. grita dores de usted dude de la honradez de nuesbría preccupado de combatirla como no una voz desde la puerta, la voz de alguien tro Representante, señor Turcios, uno de los hubiera pretendido barrer una sombra del que la tenía en más aun que yo mismo.
hombres de mayor pureza moral de que se suelo. Gladstone era Gladstone y no habia Pero esos tiempos son ya idos, dice pueda enorgullecer nuestra América, tengo más que hacer de acuerdo con su filosofia con voz grave idos para no volver. Ahora el honor de manifestarle que ni la menor práctica. Tampoco lo aceptaba con frialdad; deja tu trabajo, muchacho, y toma tu comicantidad que por tan digno medio los han como verdadera mujer, sus simpatías esta da, y luego vendrás a sentarte al lado de enviado los autonomistas del Continente, ha ban con los que sufrían por él, y como ellos tu madre por un rato, que muy pronto tendejado de llegar a mis manos, acusando yo lo sabian venían a consultarla en sus horas drás que ir a dejarme en el cementerio de los correspondientes recibos.
dificiles. Me acuerdo de un convencido la iglesia.
Quedo de Ud. con toda consideración Atto.
gladstoniano que en una elección general Subo, pues, junto con mi madre la escase vió en amargos apuros, pues siendo lera. Hemos cambiado papeles, dice ellaPATRIA LIBERTAD enemigo del Home Rule para Irlanda no veia así era como yo te llevaba antes y ahora cómo podia votar contra el candidato de yo soy la criatura.
Augusto Sandino Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica